Tal día como hoy de hace 250 años nacía en Bonn, Alemania, el músico Ludwig van Beethoven, considerado uno de los compositores más importantes de la historia. Su carrera musical y su vida en general, que se desarrolló casi toda en la ciudad de Viena, estuvo determinada por un hecho clave: su creciente sordera, que lo acabó aislando del mundo.
El legado musical de Beethoven es amplísimo y, cronológicamente, abraza desde el clasicismo hasta el romanticismo, ya que es considerado como el último gran representante del clasicismo vienés, y consiguió que su estilo trascendiera hasta el romanticismo, llegando a influir en muchas obras del siglo XIX.
El compositor alemán desarrolló multitud de géneros musicales, aunque la fama le llegó gracias a sus nueve sinfonías. Al mismo tiempo, llegó a componer también una ópera, titulada Fidelio, numerosas obras para música de cámara e incluso dos misas y un oratorio.
Un símbolo universal
Después de 250 años de su nacimiento, Beethoven es considerado no sólo un símbolo universal de la música, sino que también un símbolo del romanticismo. Tanto es así que hay decenas de películas, documentales y series de televisión que han ilustrado su vida.
La primera de las biografías que se le hicieron en el cine fue el año 1909 con una película dirigida por Victorin-Hippolyte Jasset titulada, precisamente, Beethoven. También es famosa la interpretación de la Sexta Sinfonía de Beethoven durante uno de los números de la película Fantasía de Walt Disney. De hecho, tantas han sido las interpretaciones de la vida del compositor alemán que incluso se hizo un cortometraje de dibujos animados en Japón.