Tal día como hoy del año 1875, hace 150 años, en Arlés (Provenza-Francia) nacía Jeanne Louise Calment, quien con el transcurso del tiempo se convertiría en la persona más longeva de la historia: vivió 122 años y 164 días, y siempre residió en su ciudad nativa. Jeanne nació en una casa de la calle del Roure y fue la cuarta hija de la pareja formada por Nicolas Calment —fabricante de embarcaciones fluviales que transitaban por el río Ródano— y Marguerite Gilles —heredera de una estirpe de molineros de las afueras de la ciudad. Jeanne nació y se crio en una época en la que el provenzal todavía era la lengua de uso social en la Provenza, y la lengua familiar de los Calment y materna de Jeanne fue, siempre, el provenzal.

Jeanne se casó con 21 años (1896) con su primo-hermano Fernand, heredero de un céntrico comercio de productos textiles, y la pareja se instaló en el piso situado encima de la tienda. Estuvieron casados durante 46 años (1896-1942), hasta que Fernand murió a causa de una intoxicación por la ingestión de unas cerezas en mal estado. Tuvieron una sola hija, Yvonne (1898), que no le sobreviviría: moriría antes que Fernand, con 36 años (1934), a causa de una neumonía. Yvonne dejó a un único hijo, Frédéric, nacido en 1926, que se convertiría en médico y que tampoco le sobreviviría: murió con 36 años (1962) a causa de un accidente de tráfico.

En 1965 y después de enterrar a su marido, su única hija y su único nieto, y sin ninguna otra descendencia, firmó un acuerdo con el notario local André-François Raffray —que en aquel momento tenía 47 años— para vender su piso con reserva de usufructo de por vida (una especie de hipoteca inversa) a cambio del cobro de una pensión vitalicia de 2.500 francos mensuales. Raffray pensó que Jeanne —que en aquel momento tenía 90 años— estaba cerca de la muerte, y nunca imaginó que tendría que pagar aquella cuota durante 32 años. Raffray tampoco le sobrevivió: murió en 1995, con 77 años, a causa de un cáncer; hasta la muerte de Jeanne (1997) la viuda del notario tuvo que abonarle las cuotas.