Tal día como hoy del año 1552, hace 473 años, en Shankin (en la isla de Wight, en la costa central del sur de Inglaterra), nacía Walter Raleigh, que en el transcurso de su vida sería uno de los políticos más influyentes del reinado de Isabel I (llamada "la reina virgen" y "la reina pelirroja") y uno de los corsarios más temidos del mundo. También fue el jefe de varias expediciones inglesas al centro y sur del continente americano, recorriendo las costas del mar Caribe (archipiélagos de Barlovento y de Sotavento) y remontando los ríos Orinoco y Esequibo. Dejó documentadas sus experiencias, que servirían para posteriores empresas colonizadoras. Se lo considera, también, el introductor del consumo del tabaco y de la patata en Inglaterra.
En una de estas expediciones (primavera, 1595), remontó —navegando— los ríos Orinoco, mientras su segundo, el capitán Keymes, hacía lo propio en el río Esequibo. Al retornar a Inglaterra (otoño, 1595), escribió un libro titulado El descubrimiento del Imperio de la Guyana y de la dorada ciudad de Manoa. En una expedición posterior (1617), regresaría y tomaría posesión de aquellas tierras en nombre de la corona inglesa. No obstante, esta posesión no se hizo efectiva, porque ni la corona ni las compañías coloniales privadas tenían recursos suficientes para establecer asentamientos permanentes e iniciar la explotación sistemática del territorio. Raleigh moriría ejecutado en 1618 sin ver el impulso de su proyecto.
Transcurrida una década (1628), el comerciante catalán Joan Orpí i Pou (Piera, Anoia, 1593) tuvo noticias de los viajes de Raleigh. La forma como Orpí accede a los relatos de Raleigh todavía no ha sido aclarada, pero muy probablemente habría llegado a ellos a través de la información que circulaba dentro del canal comercial catalán, formado por el eje Barcelona-Ámsterdam-Londres, de producción y exportación de paños, frutos secos, armas y destilados alcohólicos. Orpí pasó a América —a través del cuello de embudo de la Casa de Contratación— con una identidad falsa (castellanizada) y trabajó un tiempo en el aparato colonial hispánico, hasta que logró la autorización para explorar y colonizar el curso bajo y el delta del río Orinoco.
Sobre el territorio que previamente había explorado y documentado Walter Raleigh, el catalán Orpí promovió y lideró una iniciativa privada que culminaría con la creación de la colonia que llamó Nova Catalunya (1634) y con la fundación de dos asentamientos permanentes: Nova Barcelona y Nova Tarragona (1637). El estallido de la Guerra de Separación de Catalunya (1640-1652) alarmó a las autoridades coloniales hispánicas de Castilla del Oro (nombre de la capitanía a la que, teóricamente, pertenecía Nova Catalunya) y, pensando que Orpí estaba creando la primera colonia americana de la futura República catalana, mandaron al ejército, que arrasó la colonia y renombró el territorio como Nueva Andalucía.