Tal día como hoy del año 1927, hace 97 años, frente a las costas de Bahía (Brasil), el transatlántico italiano "Principessa Mafalda", que realizaba la ruta Génova-Barcelona-Dakar-Buenos Aires, se hundía. El "Mafalda" había zarpado de Génova el 11 de octubre anterior y había hecho escala en Barcelona dos días más tarde. Aquella era su 90.ª travesía, y en ese viaje llevaba a 1.261 pasajeros a bordo, todos ellos ciudadanos italianos que emigraban a Argentina. Dicho naufragio se cobró la vida de 314 personas (50% de primera clase, 12% de segunda clase, 28% de tercera clase y 10% de tripulación). Según el testimonio de los supervivientes, las víctimas de ese naufragio murieron después de lanzarse por la borda, ahogadas o devoradas por los tiburones.
La investigación posterior concluyó que el naufragio se había producido por un accidente en la sala de máquinas. Según esta investigación, se había desprendido un propulsor, que habría seguido rodando hasta impactar contra la parte interior del casco. Ese impacto habría producido una enorme vía de agua que la tripulación no pudo taponar y que acabaría precipitando el hundimiento del barco. Más tarde, los supervivientes de la tragedia relatarían que la evacuación del "Mafalda" fue un caos absoluto. No se había realizado mantenimiento de los botes salvavidas y la mayoría flotaban con dificultades, y la tripulación —lejos de coordinar esa operación— utilizó las armas de fuego que había a bordo para hacer retroceder el pasaje y ocupó los primeros botes.
También la investigación reveló que algunos pasajeros de tercera clase saquearon las cabinas abandonadas de primera clase. Esos saqueadores no llegarían nunca a los botes y morirían en el hundimiento. También revela que, mientras se evacuaba el barco, en la cubierta del "Mafalda" se produjeron asaltos y robos entre pasajeros, y el linchamiento de un grupo de tripulantes que pretendían escapar con los últimos botes disponibles. Sin embargo, el capitán Guli nunca abandonó su puesto y acabó hundiéndose con la nave. Años más tarde, se revelaría que el "Mafalda", en aquel último y fatídico viaje, tenía que llevar a la familia Bergoglio a Argentina (los padres y los hermanos del Papa Francisco), pero que, en el último minuto, retrasaron el viaje hasta 1929.