Tal día como hoy del año 1936, hace 89 años, en Madrid; Niceto Alcalá-Zamora (Derecha Liberal Republicana) presidente de la República española (jefe de Estado) desde su proclamación (14 de abril de 1931); firmaba el decreto de disolución de las Cortes republicanas y de convocatoria de elecciones generales anticipadas para el 16 de febrero. Aquel adelanto estaba provocado por la crisis del Estraperlo, un gran escándalo de corrupción que afectaba el presidente del gobierno Alejandro Lerroux (Partido Republicano Radical) y a destacados miembros de su formación política que ostentaban responsabilidades de gobierno. El desprestigio del ejecutivo Lerroux; abandonado, calculadamente, por su socio de gobierno Gil-Robles (CEDA), obligaría a Alcalá-Zamora a dar por finalizada, anticipadamente, la legislatura.

El escándalo del Estraperlo había saltado unos meses antes (septiembre, 1935), poco después del juicio y condena a 30 años de reclusión al presidente y consellers del Govern de Catalunya por los Fets del Sis d'Octubre de 1934 (mayo, 1935). Lerroux y destacados miembros de su partido y del gobierno de la República, cobraban comisiones ilegales a cambio de autorizar la instalación en varios casinos de ruletas fraudulentas fabricadas por los industriales norteamericanos Strauss y Perlowitz. Lerroux no pudo negar las evidencias y quedó en una situación política muy precaria. "El hombre de Lerroux" en Catalunya, Pich y Pon, que después de la crisis de 1934 había sido nombrado —a dedo— alcalde de Barcelona y gobernador general de Catalunya (las funciones de president de la Generalitat intervenida), también resultó salpicado por aquel escándalo.

Alcalá-Zamora intentó formar un ejecutivo que agotara la legislatura (noviembre, 1938). Pero Gil-Robles, presidente de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autonómas), que fue el ganador de las elecciones generales de 1933 y que era el socio de gobierno de Lerroux, presidente del Partido Republicano Radical y segunda fuerza más votada en aquellos comicios; se negó a tomar el relevo. Gil-Robles pensó que en unas nuevas elecciones marcadas por el desprestigio de Lerroux conseguiría concentrar todo el voto de la derecha española y gobernar en solitario. Pero su cálculo se demostró erróneo. En las elecciones del 16 de febrero, el PRR de Lerroux perdió 99 diputados (pasó de 104 a 5); pero la CEDA también pagó su tactismo y vio disminuida su representación en 27 escaños (pasó de 115 a 88).

Los comicios de 1936 fueron ganados por el Frente Popular en España, y por el Front d’Esquerres en Catalunya. Poco después, el nuevo gobierno, amnistiaba al presidente y los consellers de la Generalitat. La restauración de la normalidad política en Catalunya y la promulgación de una batería de leyes muy progresistas en España (algunas de estas creadas para acabar con la secular intervención de la Iglesia en la vida pública); provocarían los primeros movimientos conspirativos, promovidos por la ultraderecha española, por los monárquicos, por buena parte de los mandos militares y las jerarquías eclesiásticas españoles, y por la burguesía industrial y bancaria; que nunca aceptaron el resultado de aquellas elecciones y que desembocaron en el golpe de Estado del 17-18-19 de julio y en la Guerra Civil española (1936-1939).