Tal día como hoy del año 1511, hace 513 años, en Tordesillas (corona castellanoleonesa), Juana de Aragón y de Castilla, hija de Fernando el Católico, viuda de Felipe de Habsburgo y madre de Carlos de Gante, firmaba una licencia a favor del comerciante leridano Joan de Agramunt para explorar y colonizar Terranova, en la costa atlántica del actual Canadá. Aquella licencia sería confirmada once días más tarde (29 de octubre de 1511) a través de un documento denominado “Sobrecarta”, que está depositado en el Archivo General de Simancas (Castilla), y que dice: “Por cuanto por parte de vos Juan de Agramonte, catalán, natural de Lérida, que es en el reino de Cataluña (...) vayáis, á vuestra costa y misión (...) con dos navios del grandor que vos paresciere é que sean de mis vasallos subditos é naturales, é asimismo la gente que lleváredes sean naturales de estos reinos (...) á descobrir cierta Tierra Nueva en los límites que á Nos pertenescen”.
El historiador castellano Martín Fernández de Navarrete (1765-1844), el primero en divulgar la existencia de la concesión a Agramunt (1825), no hace ninguna referencia al desarrollo y resultado de ese viaje. Y buena parte de la investigación historiográfica moderna plantea serias dudas con respecto a la culminación de aquella empresa. No obstante, Fernández de Navarrete pone un especial énfasis en dos puntos de ese contrato que son muy curiosos. El primero es que la monarquía hispánica autorizaba a Agramunt a crear una Casa de Contratación en Terranova. Y el segundo es que el responsable de este nuevo organismo sería un tal Ponç o Ponce, primo y recomendado de Agramunt. La “Sobrecarta” decía textualmente: “desde agora la hago del oficio de nuestro factor de la dicha casa á Ponce primo de vos (...) por quien vos me lo suplicaisteis”.