Tal día como hoy del año 1305, hace 712 años, moría en València el almirante Roger de Llúria, que había sido uno de los grandes protagonistas de la expansión marítima del imperio catalano-aragonés que dominó el Mediterráneo en la centuria del 1300. Roger de Llúria, nacido en el país de Lucania –actual Basilicata, en el sur de la península italiana–, entonces en la órbita política siciliana, llegó a Barcelona muy joven, acompañando a la corte del rey Manfredo de Sicilia, que se había exiliado de Palermo huyendo del usurpador Carlos de Anjou. El padre de Roger era el ministro plenipotenciario del rey siciliano. Y la madre había sido mayordoma de Constanza, hija de Manfredo.
Constanza era la esposa de Pedro el Grande, conde de Barcelona y rey de Aragón. Y la heredera de la corona siciliana. Una alianza matrimonial en el contexto de los conflictos continentales: por una parte Francia y el Pontificado, y de la otra el imperio germánico y la corona catalano-aragonesa. La dinastía real siciliana era de la familia imperial alemana, aliados de la cancillería de Barcelona. La posterior conquista catalana de Sicilia estuvo motivada por los derechos hereditarios de Constanza; pero sobre todo fue el fin definitivo de una larga relación de tutelaje que el Pontificado había ejercido sobre los condados catalanes desde su independencia de facto, tres siglos antes.
Roger de Llúria fue el almirante de las fuerzas navales que conquistaron Calabria (la punta de la bota italiana), Gerba y Malta (dos estratégicas islas en la costa de Túnez), y Sicilia. La Corona de Aragón conseguía el control de los principales pasos entre el Mediterráneo occidental y oriental. Dejaba a Francia y al Pontificado sin opciones para controlar las rutas marítimas hacia Constantinopla, Tierra Santa y el canal comercial de Oriente. Y confirmaba su voluntad de devenir una superpotencia continental libre de tutelas. Suya es la frase que dice "no habrá pez que se atreva a sacar la cola si no lleva atada la bandera con las cuatro barras de nuestro señor rey de Aragón".