Tal día como hoy del año 1882, hace 122 años, se celebraba la primera festividad de la Virgen de Montserrat como patrona de Catalunya. Esta festividad, y su colación en el calendario del santoral cristiano, habían sido instituidas, reveladoramente, el 11 de septiembre de 1881 (167.º aniversario de la heroica resistencia de Barcelona a la ocupación borbónica). Quien la instituyó fue el pontífice Vincenzo Gioaccino Pecci (Carpineto, Estados Pontificios, 1810 – Roma, 1910), que reinó como León XIII. El papa Pecci coronó a "la Moreneta" el año en el que se celebraba el milenario de la fecha estimada de fundación del Monasterio de Montserrat (el primer testimonio documental data de 888), y —según la tradición— también del milenario de la aparición de la talla de la Virgen a unos pastores de esa montaña.
En esa iniciativa trabajaron una serie de personalidades que, poco después, adquirirían una gran relevancia en el mundo cultural catalán. Es el caso del poeta Jacint Verdaguer (Folgueroles, Osona, 1845 – Barcelona, 1902), figura destacadísima del movimiento cultural de la Renaixença catalana, y autor de la letra del Virolai (el himno a la Virgen de Montserrat, 1880). O Josep Rodoreda (Barcelona, 1851 – Buenos Aires, 1922), director de las Escuelas Municipales de Música de Barcelona y de Buenos Aires, que sería el encargado de musicar el Virolai de Verdaguer (1880). Otros que ya no estaban, como Josep Anselm Clavé (muerto en 1874) —creador del extraordinario fenómeno musical de raíz y de composición popular llamado Cors Clavé— también había tenido una destacada participación.
La histórica talla de la Virgen siempre había sido llamada "de Montserrat", pero este nombre de pila fue masculino hasta bien entrado el siglo XVIII. Los Libros Parroquiales catalanes de los siglos XVI, XVII y parte del XVIII (los auténticos padrones de la época) revelan que Montserrat era un nombre de pila frecuente entre la población masculina, especialmente de los pueblos y las villas de la diócesis de Vic (donde estuvo radicado el Monasterio de Montserrat hasta que, en 1890, fue desplazado a la de Barcelona). En esos mismos Libros Parroquiales, queda reflejado que la versión femenina del nombre Montserrat había sido Montserrada. Durante el siglo XVIII, Montserrat desaparece como nombre masculino y pasa a ser un nombre femenino. Al mismo tiempo desaparece, también, la versión tradicional femenina de Montserrada.