No hace ni un mes que delante de la ermita de San Isidro se concentraban un centenar de falangistas para homenajear la figura de José Antonio Primo de Rivera, mientras sus restos eran enterrados después de haber sido exhumadas del Valle de los Caídos. Hoy, a solo trece días de las elecciones autonómicas y municipales del 28-M, este lugar —situado en la frontera entre la M-30 y Carabanchel— ha sido el epicentro de la campaña madrileña para estos comicios. Isabel Díaz Ayuso ha estado prácticamente desaparecida, Vox lo ha aprovechado para hacer propaganda, y Yolanda Díaz ha asistido para hacerse la foto de la 'unidad': con las dos candidatas de la izquierda: Alejandra Jacinto y Rita Maestre.
Las fiestas de San Isidro son las fiestas patronales de la capital española. Es habitual que los madrileños se disfracen de 'chulapos' y que bailen 'chotis' por las calles de la ciudad. Delante de la ermita, la candidata de Vox en la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, ha amenazado a los periodistas con ponerse a bailar delante de ellos esta danza típica. La propuesta no ha tenido mucho éxito. La ermita está situada en la Pradera de San Isidro, y también es habitual que los habitantes de la ciudad vayan a pasearse la mañana del 15 de mayo, se tumben en el césped y beban y coman en familia y con amistades.
Este lunes, sin embargo, ha sido sobre todo aprovechado por los candidatos a la presidencia de la Comunidad y a la alcaldía para hacer campaña electoral. Ha habido quien se ha querido apropiar, incluso, del mismo santo: "San Isidro seguro que era podemita porque creía en la justicia social", le decía Alejandra Jacinto, candidata de los morados a la Comunidad de Madrid, a unos madrileños que se han acercado a saludarla.
La Pradera de San Isidro se ha llenado este lunes, sobre todo, de candidatos de la izquierda. Han ido los dos candidatos del PSOE, Juan Lobato y Reyes Maroto, Jacinto y Roberto Sotomayor de Podemos, y Yolanda Díaz. La vicepresidenta ha intentado simbolizar la voluntad de unidad de su espacio haciéndose fotos tanto con la candidata de los morados como con las de Más Madrid: Rita Maestre (alcaldía) y Mónica García (Comunidad). Más Madrid, la marca de Íñigo Errejón, es la plataforma que en la capital española ha conseguido arraigarse a la izquierda del PSOE, desplazando a Podemos, y es un partido absolutamente entregado al proyecto de Yolanda Díaz.
El paseo de Yolanda Díaz
La llegada de Yolanda Díaz a la Pradera ha sido la que ha generado más expectación, tanto por los seguidores como por los contrarios a sus políticas. Gritos de "fuera, fuera", y "presidenta, presidenta" se han enfrentado delante de la ermita, y la lucha para hacer los cánticos más fuertes se ha interpuesto entre los micrófonos de las cámaras que querían escuchar a la vicepresidenta del Gobierno. "Estamos hoy en una de las fiestas más importantes de nuestro país, que nos lleva al mejor Madrid, aquel que es abierto y popular," ha dicho.
La también ministra de Trabajo no ha podido evitar pronunciarse sobre un tema que la derecha española ha conseguido colocar dentro de la agenda política de esta campaña electoral: la inclusión de una cuarentena de exmiembros de ETA en las listas municipales de Bildu para el 28-M. "Hace falta respetar a las víctimas y no instrumentalizarlas", ha manifestado. Más contundente se ha expresado el candidato socialista para la Comunidad de Madrid, Juan Lobato, que ha reconocido que le "repugna" que estas personas se presenten a las elecciones.
Isabel Díaz Ayuso, prácticamente desaparecida
Quien no ha querido entrar en el juego de la campaña en la Pradera de San Isidro ha sido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. La lideresa madrileña ha participado en actos relacionados con el patrón madrileño, actos oficiales en los que ha aprovechado para, por ejemplo, cargar contra "la anomalía democrática" que representan, según ella, las listas de Bildu. Pero no ha hecho acto de presencia en la Pradera de San Isidro, abierta a todos los madrileños.
De hecho, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha abierto la puerta a ilegalizar Bildu: "Hará falta ver con qué figura se puede revertir una situación así, pero yo creo que no tendría que estar nunca en ningún parlamento, en ningún ayuntamiento, en ninguna institución, nadie que forme parte del entorno político de una banda terrorista", ha manifestado antes de entrar al Palacio de Cibeles, donde ha hecho una entrega de medallas de la ciudad a Alaska y Ana Rosa Quintana.