Ir al corazón del ayusismo es más fácil si se arranca desde el kilómetro cero de la campaña electoral del PP madrileño, desde el lugar donde sienten el confort de las urnas: Isabel Díaz Ayuso, con el alcalde José Luis Martínez Almeida, empieza el tour desde la plaza de Felipe II, en la explanada que hay delante de el Palacio  de Deportes de la Comunidad de Madrid -conocido comercialmente como el Wizink Center-. Rodeado de un mar de terrazas, en medio de la plaza hay un escenario donde un grupo de versiones de música española pop y rock, que canta canciones archiconocidas, rompe el hielo y ameniza el tiempo antes no aterrice la protagonista. Ondean banderas españolas, uruguayas, colombianas y venezolanas al ritmo de la banda. No es la hora de inicio y ya hay cola larga para coger sitio en las sillas blancas que se han dispuesto en el espacio.

Entre los pacientes que matan los minutos, hay los más fieles a la presidenta madrileña. Los convencidos que tienen fe ciega, sin ningún tipo de pesar. No cuesta detectar hombres y jóvenes vistiendo mocasines, polos y chalecos, pero también tejanos y camisetas. En esta cola de ayusistas declarados, se observa pluralidad de edades, aunque es más fácil ver padres y madres de edad avanzada y una fuerte presencia de abuelas, preparadas con gafas de sol, collares y pulseras brillantes, y abrazadas por cabelleras perfectamente encrespadas. Como Carmen, que comparte espera con sus amigas. "Yo soy Ayuso. Oh, es que me encanta. Lo comparto casi todo con ella y si no sale, lo pagaremos caro porque España no va mal, va fatal". Y rascando, rascando, puede entenderse el éxito electoral, que supera el de Alberto Núñez Feijóo en la capital española y frena a la extrema derecha. "A mí me gusta Vox: quiero a un patriota para España, pero en cambio voto a Ayuso", remata la Carmen.

Esta cola es un muestrario ideal, una vitrina de seguidores determinados que anhelan la mayoría absoluta del PP a la Comunidad de Madrid. Y desean que la madrileña acabe sustituyendo al gallego. Lo piensa Antonio: "Ella defiende la libertad y la unión de todos los españoles y es una política no sectaria. Ojalá sea la próxima presidenta de España, es mucho mejor que Feijóo," afirma con claridad. Más o menos lo que piensa Isabel, que piensa que Ayuso es "una persona coherente, con mucha determinación y que no se ha achicado para nada". Es normal que la alaben a grandes cantidades "porque delante suyo no hay nadie", afirma un simpatizante que no quiere revelar su nombre. "Nadie le hace sombra porque delante solo tiene el vacío, los etarras y gentuza".

Las terrazas se llenan a partir de la tarde con el famoso tardeo / Foto: Jaume Vich

Es evidente que la muestra es sesgada porque los barrios de Chamartín, Goya, Salamanca y Recoletos son el eje más más convencido con la presidenta madrileña, que se hizo popular gracias a su actitud aperturista con los comercios durante la pandemia de la COVID-19 haciendo un discurso contestatario con las restricciones que establecía el gobierno central. Sea como sea, vale la pena moverse del ambiente enfocado hacia las elecciones para conocer mejor la idiosincrasia de estas zonas de la capital española. Yendo hacia la lujosa calle de Serrano, cruzando la de Velázquez y la de Príncipe de Vergara, el paisaje se va puliendo. Las calles, más estrechas y con menos coches circulando, están mucho más limpios y los locales van mutando hacia tiendas de ropa de alto standing, bufetes de abogados de prestigio, consultoras y restaurantes de ostentosas cartas que, al entrar, hay luz tenue originada por lámparas de diseño.

Estos establecimientos tienen terrazas bien decoradas que se van llenando a medida que llega la noche, el famoso tardeo madrileño. Aquella ola que, al acabar las jornadas laborales, reboza mesas y sillas cerveza en mano. Son las terrazas de la libertad en las cuales predomina los hombres vestidos con americana y corbata, cargando maletas de negocios y dejando estelas muy perfumadas. La vida y el ocio nocturno se mezclan con el business y los turistas de habla inglesa, que cogen, para moverse, los cabify y los uber con mucha asiduidad.

Donde la renta casa con el azul

La descripción paisajística tiene una base electoral fuertísima. En las elecciones autonómicas de 2021, excepto algunas zonas puntuales pintadas del verde de Más Madrid y del rojo del PSOE, la Comunidad de Madrid y la capital española se tiñeron del azul del PP. El éxito fulgurante de Díaz Ayuso, que se acercó a la mayoría absoluta, se forjó en los barrios más deprimidos, pero no sería imposible sin el apoyo fielísimo de las zonas más adineradas. En estas calles descritas, que pertenecen al barrio de Salamanca, hace dos años, el PP, Vox y Ciudadanos arrasaron obteniendo horquillas de voto que superaron en algunos casos el 90% de los votos. I Isabel Díaz Ayuso llevándose entre el 70% y el 80% de las papeletas. Y en este entramado de vías, el color azul también casa bien con las rentas altas. Según un estudio elaborado por el Ayuntamiento de Madrid publicado a finales del 2022, el distrito de Salamanca es el tercero con mayor renta media anual, por detrás de Chamartín y Mocloa Aravaca. A la vez están en el ránkin de zonas más ricas de todo el Estado español.

En estos establecimientos se organizan los eventos de negocios. / Foto: Jaume Vich

 

Hablamos de una zona próxima al paseo de la Castellana, donde hay mucha actividad económica y movilidad constante. Aquí los negocios también se modifican con los tiempos. "Ahora se llevan los eventos", explica Javier, un hombre de 48 años que tiene una exposición de tierras de maderas, que afirma que el dinero se gana ahora en este tipo de encuentros informales en el interior de las tiendas. Allí se reúnen diferentes agentes y, copita de cava y canapé en mano, intentan establecer relaciones comerciales. No es del barrio, cada día viene a trabajar del sur de la ciudad, y es consciente de que tiene el trabajo en una zona comanche. "No soy muy de Ayuso y lo digo con la boca pequeña [sonríe]. Interpreta un papel y tiene un programa vacío de ideas: no se puede basar en el insulto y la crispación", repasa Javier, que subraya su afán para confrontar con Pedro Sánchez: "Se vende como una luchadora contra el sanchismo y a mí me gustaría que construyera alguna cosa",

"Vive la realidad, es muy del pueblo y es una curranta"

Observando uno de los escaparates de una tienda de zapatos que acoge uno de estos acontecimientos lujosos de negocios, una pareja de jubiladas se ha quedado parada delante del cristal. Victoria y su amiga van sin prisa y reconocen las virtudes de la madrileña. "Es una persona muy natural, que vive la vida, vive la realidad, es muy del pueblo y es una curranta. Es muy lista", describe, admirada, Victoria. Cuesta que le encuentren defectos, aunque reconocen que también contribuye "a la tensión política, como todos los otros". Nadie menciona el conflicto que ha tenido en los últimos meses con los sindicatos sanitarios, que la acusan de menospreciar el sistema de salud pública. "No lo sé", responde Ernesto, mientras espera el bus, cuando le preguntamos si este litigio puede afectarla electoralmente. "Yo me he operado varias veces por la sanidad pública y me ha ido bien. Claro que habrá gente que está en lista de espera. Cada uno habla de la feria según le va en ella", hace equilibrios Ernesto, que concluye que Díaz Ayuso "tiene carácter y firmeza".