El Partido Popular ha cerrado la campaña para las elecciones al Parlament de Catalunya de este domingo en l'Hospitalet de Llobregat, el gran feudo del PSC, con un mensaje claro, la necesidad de "concentrar el voto" para asegurar que el denominado "constitucionalismo" se convierta en una alternativa con posibilidades de victoria. El presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo, ha festejado los votos de todos los partidos, incluidos los del PSC y los de los partidos que considera "nacionalistas", pero explícitamente los votos de Vox y de Ciudadanos, es decir, aquellos que más se avienen a la ideología del PP. El candidato a la presidencia de la Generalitat, Alejandro Fernández, ha insistido en el mismo mensaje apuntando que a diferencia de Cs, "el PP no se marchará de Catalunya, daremos la batalla hasta el final para ganarla".
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De hecho, Feijóo ya había defendido en otros actos la necesidad "de unir el voto", pero la novedad de este viernes ha sido la de referirse específicamente a los dos partidos que le podrían restar apoyos. Así, a los votantes de Vox les ha pedido que abandonen a Santiago Abascal e Ignacio Garriga porque "un partido que gobierna la mayoría de comunidades autónomas y con experiencia de gobierno es el mejor partido para concentrar el voto". Con respecto a los menguantes votantes de Ciudadanos, Feijóo ha sido todavía más explícito, porque ha hecho un llamamiento a fagocitar los restos del partido al grito de "hoy Ciudadanos es el Partido Popular de Catalunya".
Por su parte, Alejandro Fernández ha aprovechado el acto en l'Hospitalet, segunda ciudad de Catalunya en población, para señalar que nunca le ha gustado la expresión de "la otra Catalunya", porque en esta población del Barcelonès, "hay catalanes de muchas generaciones y otros que son hijos, nietos o bisnietos de gente venida de otros lugares de España", para concluir, que "l'Hospitalet se parece más a la Catalunya real que la pequeña Catalunya que hay en la cabeza de Puigdemont". "L'Hospitalet es Catalunya", ha remachado Fernández. Asimismo, el candidato a la presidencia de la Generalitat ha reivindicado el papel del PP como "primer partido de España, con vocación de gobierno y capaz de construir una alternativa al nacionalismo."
Y es que, para Fernández, el voto al PP no tiene que ser "un voto de castigo o de pataleta", sino un voto "vital para que Catalunya recupere una alternativa al nacionalismo obligatorio". En este sentido, ha reiterado, como ya hizo el jueves en Tarragona, que "la alternativa al nacionalismo ha sido la historia de muchas decepciones", como la llegada de Pasqual Maragall a la presidencia de la Generalitat para acabar siendo "más nacionalista que nadie", o la victoria de Ciudadanos en 2017, que fue un "resultado formidable", pero sus líderes "se marcharon de Catalunya". Por eso, y en línea con lo que había dicho minutos antes Feijóo, Fernández ha proclamado que el PP "no nos marcharemos de Catalunya, daremos la batalla hasta el final para ganarla".