El president de la Generalitat y candidato de Esquerra Republicana a la reelección, Pere Aragonès, ha centrado sus intervenciones en el debate electoral de 3CAT celebrado este martes, cuando quedan pocos días de campaña para las elecciones del 12 de mayo, a defender su obra de gobierno en los últimos tres años y a criticar los partidos que no aprobaron los presupuestos para el 2024, el fracaso de los cuales provocaron la convocatoria de elecciones. Sus reproches han ido dirigidos hacia uno de sus principales rivales, Salvador Illa del PSC, mientras que ha ignorado a las críticas que le han dirigido a las representantes de CUP y comuns, Laia Estrada y Jéssica Albiach. En cambio, a diferencia de lo que se ha visto durante la campaña, no ha entrado a rivalizar con Josep Rull, representante de la candidatura de Carles Puigdemont.

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Aragonès, que ha vuelto a centrar los posibles pactos electorales dependiendo de los acuerdos y las propuestas (financiación singular, referéndum pactado y refuerzo del estado del bienestar y lengua catalana) ha sacado pecho así por ejemplo de haber conseguido que el curso I2 de la escuela infantil sea gratis y ha reiterado su apuesta para extender esta gratuidad a toda la escuela alumbrando, o medidas en clave feminista como el reparto de productos menstruales sostenibles. Laia Estrada y Jéssica Albiach, candidatas de CUP y comunes, le han reprochado en reiteradas ocasiones que su Govern se ha quedado, aunque la cupaire ha sido mucho más dura y le ha reprochado no estado a la altura del legado de sus antecesores republicanos al frente de la Generalitat y comprar la agenda "sociovergencia".

Ante estos reproches, o los otros partidos como en materia de educación por los malos resultados del informe PISA, vivienda o inversión en Salud, la respuesta de Pere Aragonès siempre ha sido la misma. Si se hubieran aprobado los presupuestos que naufragaron el Parlamento en el mes  as de marzo, se habrían destinado más recursos a la vivienda -uno de los grandes retratos de Estrado y Albiach- o a la cultura. Cuando Estrada le ha sacado el documento de su pacto de investidura firmado después del 14-F, Aragonès le ha remachado que "hacerse cargo de un país no solo es firmar un acuerdo" sino que va más allá y paso también para negociar unos presupuestos y que los cupaires los lo han rechazado todo: "En los presupuestos se ve la obra de gobierno", ha insistido.

Aragonès ha acusado así en Junts y comunes, con quienes las negociaciones se alargaron más, de ser a los responsables del fracaso de los presupuestos, pero también al resto de formaciones que también se han sumado a los reproches en Aragonès, por ejemplo, en materia de sequía.

El momento de consenso entre Aragonès y Illa

Uno de los momentos tensos que ha protagonizado al presidente del Gobierno durante el debate ha sido precisamente con el candidato de los socialistas, cuando este ha reiterado su apuesta para dedicar el 7% del PIB de Catalunya a políticas de Salud. Aragonès le ha recriminado que esta promesa es inviable, ya que Catalunya solo gestiona el 15% del producto interior bruto. Estirando este hilo, Aragonès ha vuelto a poner encima de la mesa su exigencia de una financiación singular para el país. Por el contrario, el bloque  de políticas culturales ha provocado un momento de acuerdo entre el PSC y ERC, con Salvador Illa alabando el trabajo hecho por la consellera Natàlia Garriga.