Con los resultados que prevén las encuestas para las elecciones del próximo 12 de mayo, una de las posibilidades que plana es que se llegue a formar un tripartito como lo que gobernó en Catalunya entre el 2003 y el 2010, formado por PSC, ERC y los comunes en el lugar de Iniciativa. Pere Aragonès es reiteradamente preguntado por esta posibilidad, también por si haría presidente a Carles Puigdemont, pero el republicano evita mojarse por ninguna de estas dos opciones y defiende que revalidará él el cargo de presidente de la Generalitat y que pactará según sus propuestas.
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Este martes, Aragonès ha vuelto a ser preguntado por un posible tripartito liderado por el PSC de Salvador Illa y ha alejado esta posibilidad ante unos socialistas que, según el republicano, muy poco tienen que ver con la época de Pasqual Maragall: "Creo que hoy está muy lejos el Partido Socialista de Catalunya de aquel Partido Socialista, por ejemplo, del president Maragall, que era un partido catalanista que defendía la lengua y el autogobierno de Catalunya".
En los últimos días Aragonès ha descrito el PSC de Salvador Illa como el menos catalanista de la historia y también como aquel que abraza políticas más conservadoras que nunca, alejándose de ser un partido de izquierdas con la defensa, por ejemplo del Quart Cinturó o de proyectos como el Hard Rock, hecho que complica un nuevo tripartito. Yendo más allá, voces del partido como la número 2 Laura Vilagrà o el mismo Aragonès han alertado que mientras todo el mundo pone encima de la mesa lo un nuevo pacto independentista (que podría perder la mayoría absoluta después de años de dominio en el Parlamento) o un tripartito con PSC y comunes, hay dos otros partidos que se pueden poner de acuerdo: Junts y el PSC, a quienes acusan de compartir un "modelo especulativo" de país.
Descarta negociar con Aliança Catalana
También según las últimas encuestas, la posibilidad de que haya una mayoría independentista depende de Alianza Catalana, el partido islamófobo de Sílvia Orriols que gobierna desde el pasado junio en Ripoll y que ahora intenta dar el salto al Parlamento. En este sentido, Aragonès ha descartado totalmente la posibilidad de que su partido negocie con esta formación, asegurando que "no son independentistas", y que "objetivamente trabajan en contra de la independencia de Catalunya". Justo al inicio de la campaña, Esquerra afirmó junto con comunes y CUP el pacto antifascista comprometiéndose a no negociar con ningún partido de ultra, ni Vox ni Alianza. En las últimas semanas Aragonès ha reclamado a Puigdemont y su partido que se sume a este acuerdo.