Desde Santa Coloma de Gramenet, feudo socialista por excelencia y ciudad que Pedro Sánchez plantó durante los primeros días de la campaña electoral mientras reflexionaba su futuro, Aragonès ha reclamado pasar página de la "pantomima" del socialista y empezar a hablar de Catalunya y los proyectos para el digirió. Lo ha hecho sacando pecho de su trabajo al frente del Govern de la Generalitat, presumiendo de haber acabado con los recortes y conseguir que el cauce del Besòs pase de ser un eje de pobreza a un eje de oportunidades.
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A pesar de pedir centrar la campaña en Catalunya y dejarse de personalismos, una de sus palabras preferidas durante este primer tramo de la campaña poniendo el mismo saco Pedro Sánchez y Carles Puigdemont, la sombra del presidente español es alargada. Tanto él como Gabriel Rufián, concejal de la ciudad, Diana Riba, candidata al Parlamento Europeo, Anna Balsera, diputada colomenca en el Parlament de Catalunya, y Oriol Junqueras no han podido evitar hacer referencia.
Los egos de sus adversarios
La resaca de la comparecencia del presidente del Gobierno todavía perdura. La primera reacción de los republicanos pasó por la empatía, después para pedirle que resistiera y que no se rindiera -poniéndose a ellos mismos como ejemplo- y ante su decisión final, el enfado. "Los ha servido para estar entretengas y no hablar de Catalunya, del caso Koldo, del referéndum, de lo que la gente de Catalunya necesita," ha lamentado, indignándose sobre todo por|para el hecho de que se haya aprovechado de "sentimientos como la empatía". Como ha ido haciendo en los últimos días, Aragonès ha puesto en el mismo saco Carles Puigdemont y Pedro Sánchez -obviando Salvador Illa- en una competición de "liderazgos mesiánicos": "Ellos saben mucho, Sánchez sabe mucho de este espectáculo y el de Puigdemont es un proyecto que empieza y acaba en su retorno", ha lamentado.
El sueño de Rufián: Junqueras presidente
En un acto donde ha hecho de anfitrión, Gabriel Rufián ha confesado que su sueño es ver Oriol Junqueras president de la Generalitat de Catalunya, un cargo que Aragonès compite para conservar. El portavoz de los republicanos en el Congreso, sin embargo, ha matizado que antes le gustaría que el de Pineda fuera presidente por muchos años más y ha recordado que cuando él llegó a Esquerra Republicana en el 2015, siendo un desconocido, el candidato era de los pocos que ya lo saludaban.