Carles Puigdemont y Casamajó vuelve a la primera línea de la política catalana con el objetivo de recuperar la presidencia de la Generalitat de la que fue destituido en octubre del 2017 por el Gobierno a través de la aplicación del artículo 155 de la Constitución como represalia por haber celebrado el referéndum del 1-O y la posterior declaración de independencia. Se presenta a las elecciones al Parlament de Catalunya del próximo 12 de mayo bajo la marca Junts+ Puigdemont por Catalunya, una agrupación amplia de hasta siete partidos que quiere ser una "candidatura de país".
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Inicios marcados por los dulces y el periodismo
Puigdemont tiene 61 años, es el segundo de ocho hermanos y está casado con la periodista Marcela Topor, con quien tiene dos hijas, y desde 2017 ha vivido en el exilio, principalmente en Waterloo, hasta que recientemente, con la vista puesta en las elecciones catalanas, ha trasladado su residencia al Vallespir, en la Catalunya Nord. El president habla catalán, castellano, inglés, francés y rumano, y entre sus intereses está la literatura, la música y las nuevas tecnologías.
Sus padres regentaban una pastelería en su pueblo natal, un negocio familiar donde él mismo trabajó de joven y que actualmente lleva una de sus hermanas. Aunque sus padres no tuvieron ninguna vinculación con la política, su tío, Josep Puigdemont, fue el primer alcalde de Amer en la etapa democrática. Por otra parte, sus dos abuelos se tuvieron que marchar de Catalunya a consecuencia de la Guerra Civil. El abuelo materno, con quien comparte nombre, se exilió en Francia a finales de 1939, mientras que el paterno huyó cuando iba a ser llamado en filas por el bando republicano y después de un intento fallido de refugiarse en Francia acabó refugiándose en Burgos hasta que acabó el conflicto armado.
Estudió en su pueblo natal y también fue interno en Santa Maria de Colell. Habiendo descartado dedicarse al negocio familiar, empezó Filología Catalana en el Colegio Universitario de Girona, una carrera que no llegó a acabar, ya que se decantó por el Periodismo. Un oficio en el que se inició haciendo crónicas desde Amer para el diario gerundense Los Sitios. En 1982 entró a El Punt como corrector lingüístico, diario donde acabaría siendo redactor jefe años más tarde. En 1998 cofundó la Agencia Catalana de Noticias (ACN) que dirigió entre 1999 y 2002. Entonces fue director de la Casa de Cultura de Girona durante dos años, para impulsar en 2004 el diario Catalonia Today, semanario catalán en lengua inglesa, que también dirigió durante dos años.
De alcalde de Girona a president de Catalunya
Con 17 años y de la mano de su tío, Puigdemont asistió al mitin de final de campaña de Jordi Pujol de las elecciones en el Parlament de Catalunya de 1980, las primeras desde el fin del fin de la dictadura. Desde joven se había interesado por la historia de Catalunya y el soberanismo, y con este espíritu militó en la Crida a la Solidaritat en Defensa de la Llengua, la Cultura i la Nació Catalanes e impulsó la fundación de la Joventut Nacionalista de Catalunya (JNC). En 1983 se afilió a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC). El salto a la política parlamentaria lo dio en 2006, cuando fue elegido diputado por Convergència i Unió (CiU), y siete meses más tarde, se presentó a las municipales para intentar arrebatar al PSC la alcaldía de Girona. No lo consiguió y permaneció en la oposición durante cuatro años, hasta que en 2011 lanzó a CiU a la primera fuerza y se convirtió en alcalde de Girona, rompiendo tres décadas de hegemonía socialista. Centró los esfuerzos en impulsar el turismo y la cultura de Girona para convertirla en una ciudad abierta al mundo. Bajo su mandato se hizo el famoso rodaje de Juego de Tronos en el municipio. También protagonizó alguna polémica, como cuándo contrató trenes especiales en Renfe para facilitar la llegada de manifestantes a la manifestación de la Diada del 2012. Sería reelegido para un segundo mandato en 2015, que abandonó tan solo medio año después, cuando fue proclamado president de la Generalitat.
Las elecciones al Parlament de Catalunya de septiembre del 2015 fueron planteadas como un plebiscito por el entonces president, Artur Mas, después de la consulta del 9-N. CiU y ERC configuraron la candidatura unitaria Junts pel Sí, que ganó los comicios con 62 escaños, y que con la suma de los 10 diputados obtenidos por la CUP, permitía al independentismo alcanzar la mayoría absoluta. Así, se aprobó en el Parlament la declaración de inicio del procés de independencia de Catalunya. Sin embargo, la investidura de Mas falló en dos ocasiones por la negativa de la CUP de hacerlo president tras los recortes hechos en su mandato. Finalmente, Mas propuso a Puigdemont como alternativa, que fue investido president en el último día del plazo antes de ir a una repetición electoral.
Lucha por la independencia y destitución
La legislatura se había concebido desde el primer momento con el objetivo final de convertir Catalunya en un estado independiente. Puigdemont asumió este mandato como propio y trabajó por el despliegue de las llamadas "estructuras de Estado". En septiembre de aquel año, el president se sometió a una moción de confianza, que había convocado ante la negativa de la CUP a aprobar los presupuestos. En aquella sesión fue cuando Puigdemont anunció la celebración de un referéndum de independencia vinculante para el año siguiente. Después de intentar pactar la consulta con el Estado español sin éxito, finalmente en junio del 2017 anunció la fecha y la pregunta.
La consulta del 1-O estuvo marcada por la dura represión de la policía española, que cargó contra los votantes en múltiples colegios electorales del país, y también por una amplia victoria del 'sí' que obtuvo el 90% de los votos con una participación de 43%. Puigdemont se comprometió a trasladar el resultado al Parlament de Catalunya y unos días más tarde proclamó la independencia, que suspendió unos segundos más tarde con la voluntad de negociar con el gobierno de Mariano Rajoy. Pero el ejecutivo español no estaba dispuesto a dialogar y advirtió que aplicaría el artículo 155. Finalmente, el 27 de octubre el Parlament aprobó formalmente la Declaración de Independencia de Catalunya, y unas horas más tarde se disolvió el Govern y la cámara por la aplicación del 155.
Salida al exilio e internacionalización de la causa independentista
Dos días más tarde Puigdemont partió al exilio junto con algunos de los que habían sido sus consellers: Toni Comín, Lluís Puig, Meritxell Serret y Clara Ponsatí. Así, no se presentó ante la Audiencia Nacional, que lo había citado a declarar después de que el fiscal general del Estado hubiera interpuesto contra su Govern una querella por rebelión, sedición y malversación, y la justicia española emitió una euroorden contra Puigdemont. El president y los consellers se presentaron ante la justicia belga, que decidió dejarles en libertad, y poco después se retiró la euroorden. A lo largo de los seis años en el exilio, Puigdemont fue detenido en dos ocasiones, una en Alemania, en marzo del 2018; y la otra en el Alguer, en septiembre del 2021 por las euroórdenes emitidas por el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, que vio frustrados sus planes de juzgar a Puigdemont en España, ya que en ninguno de los dos casos fue extraditado, y se le concedió la libertad.
Puigdemont, que defendía su legitimidad como president, ya que había sido destituido por el Estado y no por el Parlamento, se presentó a las nuevas elecciones de diciembre de 2017, convocadas a raíz del artículo 155. Esta vez lo hizo bajo la candidatura de Junts per Catalunya, que junto con el resto de fuerzas independentistas, sumaba mayoría absoluta. El Supremo prohibió a Puigdemont ser president, y en su sitio fue investido Quim Torra.
A partir de 2018 Puigdemont empezó una intensa actividad por toda la Unión Europea para explicar el conflicto catalán y promover el derecho de autodeterminación. En este sentido, impulsó el Consell per la República, un organismo privado con sede en Waterloo que nació con el objetivo de culminar la República Catalana e internacionalizar la causa. En mayo del 2019 volvió a la política institucional como eurodiputado, en la candidatura de Lliures per Europa, junto con Comín y Ponsatí. En las siguientes elecciones de Catalunya, en febrero del 2021, concurrió como número 1 de la lista por Barcelona de Junts per Catalunya, aunque la presidenciable era Laura Borràs.
Posible retorno a Catalunya
El resultado de las elecciones generales del pasado 23 de julio convirtieron a Junts en un actor clave en la configuración del Gobierno, y a cambio de investir a Pedro Sánchez como presidente acordaron impulsar la ley de amnistía y negociar otras cuestiones con el objetivo de resolver el conflicto histórico entre Catalunya y el Estado. La aplicación de la ley de amnistía, que todavía se encuentra en tramitación parlamentaria, permitiría a Puigdemont volver finalmente a Catalunya. Es en este contexto que el president decidió presentarse una vez más a las elecciones al Parlamento, siempre con la vista fijada al materializar la independencia.