Al día siguiente de que Pere Aragonès anunciara que abandona la primera línea política tras haber llevado a su partido a perder 13 diputados en las elecciones del 12 de mayo, pasando de 33 a 20, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha mandado una carta a la ciudadanía en la que descarta seguir los mismos pasos que el president en funciones del Govern. "Me veo con ánimos y fuerza de seguir trabajando por nuestro país. Y hacerlo, como siempre, desde el lugar que determine la militancia de ERC, a través de los máximos órganos soberanos del partido que corresponda", ha escrito, confirmando que quiere seguir liderando este partido, que preside desde 2011.

Lee a continuación la carta de Oriol Junqueras:

El pueblo de Catalunya ha hablado. Y estos no son los resultados que esperábamos.

Querría dirigirme a todo el mundo, a la Catalunya entera, diversa, rural y metropolitana, de pueblos y ciudades, hablen la lengua que hablen, tanto si hace siglos o si hace meses que han escogido Catalunya para vivir y arraigar a su familia. Me dirijo a los trabajadores de Catalunya, en el mundo sindical, empresarios y autónomos, a los campesinos e industriales, universitarios, maestros y médicos, a todo el mundo del mundo social, cultural y deportivo, a todo el mundo que quiere un país mejor.

Los próximos días veremos hacia dónde se encamina la política del país. Los resultados electorales no han querido que ERC vuelva a liderar el Govern, y nos dicen muy claramente que toca a otros protagonistas dar los pasos que consideren oportunos para garantizar la estabilidad y la gobernabilidad del país. Pero os digo que, desde hoy, pase lo que pase, encabezaremos la alternativa que luchará con firmeza y determinación por el futuro, por el presente, por la memoria y la dignidad de todo el pueblo de Catalunya.

Desde la humildad asumimos no solo esta tercera posición electoral, que haremos valer con toda la fuerza al servicio del país, sino que también entendemos y cogeremos el debate y la reflexión que exige el aviso que nos ha hecho la ciudadanía de Catalunya.

Estamos orgullosos del trabajo hecha por el Govern presidido por Pere Aragonès, de los frutos de la valentía de negociar con el Estado el fin de la represión política, de recorrer, a veces solos, el camino que trajo desde los indultos hasta la amnistía. Al mismo tiempo, hemos sufrido el desgaste que comporta gobernar en solitario. No ha sido fácil. Catalunya, sin embargo, va mucho mejor hoy de lo que hace tres años. Y va mejor porque la vida de la gente ha mejorado desde que ERC ha presidido a la Generalitat. Lo honra su gesto de dejar la primera línea política. Es una pérdida para el país y para Esquerrra Republicana, pero sabemos que seguirá trabajando para Catalunya a través de nuestro partido. Porque todos nosotros sabemos que podemos ser el primero y el último. Y porque todos nosotros queremos ponernos al servicio del país a través de ERC.

La presidencia republicana de la Generalitat ha sido buena para el país. Así lo demuestra el buen funcionamiento de la economía catalana y la expansión de los servicios públicos. Catalunya tiene hoy el récord histórico de empleo, de exportaciones, de inversión extranjera, de tasa de ocupación femenino. ERC ha priorizado unos presupuestos expansivos que han permitido prepararnos para la Catalunya de los 8 millones, velando por la escuela, la salud y el trabajo de las familias, con más dotación de trabajadores y trabajadoras públicos, médicos, maestros, mossos. Con más inversión que nunca en cultura, educación y lengua. Hemos batallado por la vivienda, para corregir los errores del mercado que hacen que hoy tantas familias y jóvenes no puedan acceder a la vivienda.

Porque sabemos que todos estos avances no permiten paliar el sufrimiento de tantas familias que no llegan a final de mes, sin trabajo digno, con dificultades para mantener la vivienda, sin el acceso a los servicios públicos que se merecen. En Catalunya, 440.000 niños se encuentran en riesgo de exclusión social. Son demasiadas familias que sufren la injusticia que la inversión pública y social por habitante sea menor de lo que nos correspondería si pudiéramos disponer de los frutos de nuestro esfuerzo en forma de impuestos, cotizaciones sociales y financiación pública.

Y, a pesar de todo, la ciudadanía nos ha dado un mensaje claro. No ha confiado en nosotros, o en nuestras propuestas, o en nuestra manera en hacer o explicarnos. Eso quiere decir que, a pesar de la cantidad de trabajo, mucha gente se ha distanciado del proyecto republicano. Y quiero que sepan, sean votantes de ERC o no, que hemos entendido el mensaje y que, a pesar de la distancia que hoy nos separa, ejerceremos nuestra responsabilidad al servicio de todo el mundo, como siempre hemos hecho. Al lado de la gente.

Por eso, quiero garantizar a las personas que han confiado en ERC que pondremos sus votos de forma constructiva al servicio del país. Ante un panorama político en que las derechas y la pulsión conservadora ganan terreno, empieza la tarea de reubicar el proyecto de país y de conducir el partido histórico de Catalunya al lugar de liderazgo que le corresponde: por méritos, por capacidad y por historia. Y, también, por ética, en un partido sin ningún caso de corrupción.

Y veo con ánimos y fuerza de seguir trabajando para nuestro país. Y hacerlo, como siempre, desde el lugar que determine la militancia de ERC, a través de los máximos órganos soberanos del partido que correspondan. Consciente de los límites que desgraciadamente sigue imponiéndonos la represión en muchos de nosotros, que, en mi caso, continúa a través de una inhabilitación absoluta que, incluso, me impide hacer clases en la universidad.

Seremos la oposición al servicio del país. Desde hoy, nos erigimos como la alternativa, firme y exigente, contra los que quieren que Catalunya sea la decimoséptima comunidad autónoma a la que se le dice lo que tiene que hacer. Contra los que piensan que Catalunya podrá ser gobernada desde Madrid y a merced de la voluntad de un presidente español. No, por aquí no pasaremos.

Como tampoco queremos hacer volar palomas que nos paralicen y generen más desgaste y frustración. Todo el mundo sabe que, en ERC, sabemos que el camino hacia la independencia es desde la democracia y la defensa de los derechos sociales, una vía amplia soberanista y de izquierdas que no admite deserciones a la primera de cambio. Nosotros no vendemos humo y tenemos claro nuestro objetivo. Ahora toca luchar por el referéndum y nos dejaremos la piel. Después de la derrota del 155 hemos recuperado la potencia de la Generalitat y la fortaleza del país. Y nos hemos desangrado en solitario para reconducir el país y volver a prepararlo ante la agresión política y la represión judicial que hemos sufrido como patriotas catalanes, y que han sufrido las instituciones de autogobierno.

Hoy empieza una nueva etapa, en la cual tenemos que hacer autocrítica y replantearnos aquello que no ha salido bien, desde la convicción de que ERC nunca se rinde. No nos hemos rendido nunca y tampoco lo haremos ahora. Desde hoy nos ponemos a trabajar para recuperar el orgullo, el coraje y el empuje.

A pesar del batacazo, seguiremos persistiendo en nuestros objetivos, como lo testimonia el hecho de tener 93 años de historia y ningún caso de corrupción. Una persistencia histórica en la defensa de las escuelas de este país, de la educación de cada generación, del campesinado y del trabajo digno en la industria. Construimos, literalmente, todas las escuelas públicas del país, porque cuando nosotros llegamos a gobierno los años 30 del siglo XX de escuela pública no había ninguna. Y después, unas cuantas generaciones después, somos los que han puesto más maestros y profesores que nadie y somos los que ayudamos a las familias con la universalidad y la gratuidad de las escuelas infantiles públicas para niños de dos años.

Seremos persistentes en nuestros objetivos porque nosotros somos los que proclamamos la República Catalana en 1931, a los que restauramos a la Generalitat de Catalunya en 1932 y la volvimos a restaurar en 1977. Somos los que defendimos el Estado catalán en 1934, y los que, de la mano de Marta Rovira, hicimos posible el referéndum de autodeterminación del 1 de octubre del 2017. Y lo quiero reivindicar como la mejor garantía de que cuando tengamos la oportunidad de volver a hacerlo, lo volveremos a hacer. Seremos la gente de ERC los que lo haremos porque somos nosotros quien lo hemos hecho siempre.

Hemos sufrido prisión y exilio, y no hemos desfallecido, en la lucha por los derechos y libertades de Catalunya. Desde 2017 hemos tenido que competir con las otras fuerzas políticas con inferioridad de condiciones y en solitario. Hoy toca levantarnos con fuerza después de un ciclo electoral que no ha ido como esperábamos. Y el primer paso lo tenemos cerca: hace falta que estas próximas elecciones europeas la militancia dé un paso adelante, un paso de amor propio, un paso para defender el futuro de Catalunya en Europa. Para defender a nuestro sector primario, que se lo juega todo en Europa, para luchar contra el cambio climático y fortalecer los pueblos dentro del marco federal europeo fachada unos estados nación caducos.

Catalunya necesita una Esquerra Republicana fuerte, grande y central. Sin ERC no habrá una Catalunya libre y plena. Y todo el mundo sabe que los nuevos días de movilización, de lucha, volverán. Somos el partido que planta cara y sabe que las victorias de país volverán a venir de la mano de ERC, el partido más fiel al pueblo de Catalunya. Catalunya siempre progresa cuando ERC es fuerte. Somos el partido que tiene todo el país entero y toda su gente en la cabeza y en el corazón. Volveremos más fuertes que nunca a liderar el camino hacia la independencia.

Queremos volver a abrir el partido en las corrientes más innovadoras y políticamente fértiles, desde el catalanismo más pragmático hasta el más idealista, que bajo la divisa republicana y progresista vincula a todos los demócratas, moderados y radicales. Somos la izquierda nacional transformadora, feminista y verde, de socialistas, liberales, sindicalistas, que abraza todas las sensibilidades del centro hacia la izquierda: desde democratacristianos y socialdemócratas hasta comunistas y libertarios. Me dirijo a todo el mundo que ama Catalunya, y los Països Catalans, a todo el mundo que ama la libertad y la justicia social. Me dirijo a todo el mundo que anhela la conquista de la República Catalana desde esta izquierda única que era capaz de aglutinar mayorías en tiempo difíciles y establecer nuevos fundamentos. Somos la izquierda que ama la libertad, que sabe que la justicia social es el fundamento de la fraternidad que nos hace ser pueblo, que nos hermana en todos y en todas en la voluntad de ser y de vivir en harmonía en el concierto de todos los pueblos del mundo.

Queremos reconectar con todos y cada uno de los militantes y simpatizantes para ganar la confianza en el partido y en el país. Quiero una Esquerra Republicana en la calle, al lado de la gente. Nos tenemos que hacer fuertes trabajando con la gente y para la gente. Haciéndonos entender y explicándonos mejor. Y por eso contamos con todo el mundo para construir con fuerza y autenticidad una ERC grande, ancha e integradora.

Queremos ganarnos la confianza de todas y cada una de las personas de ERC y del conjunto de la ciudadanía. Contamos con todo el mundo para construir con fuerza y autenticidad una ERC grande, ancha e integradora. Y os aseguro que llevaremos este país a la libertad.


Oriol Junqueras i Vies
Presidente de ERC

 

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