En un 1 de Mayo marcadamente político a las puertas de las elecciones del 12-M, la CUP ha apostado por marcar perfil propio con una propuesta atrevida. La formación anticapitalista, liderada por la candidata Laia Estada, ha reclamado una jornada laboral de 30 horas semanales y un salario mínimo de 1.600 euros netos repartidos en 14 pagas. Un reclamo que va mucho más allá de la realidad actual, en que el SMI se sitúa en 1.134 euros, y la jornada laboral se mantiene fijada en 40 horas semanales. Incluso la apuesta de la ministra Yolanda Díaz al Gobierno, de 37,5 horas semanales, se queda corta.
Estrada ha remarcado que se trata de propuestas "que son de justicia" y ha insistido en "repartir el trabajo y la riqueza". Asimismo, ha lamentado que mientras se encarece el coste de la vida, la Generalitat y el Gobierno hagan "proclamas triunfalistas" sobre la creación de empleo. "Parece una broma de mal gusto", ha lanzado. "La lucha de clases existe, y desgraciadamente los ricos nos están ganando por goleada", ha dicho. En referencia a la propuesta de los Comuns y de Yolanda Díaz, la cabeza de lista de los anticapitalistas ha opinado que la reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas es "totalmente insuficiente". Y sobre la posibilidad de que Junts acepte las demandas de la CUP en un hipotético gobierno independentista, Estrada ha tirado un aviso a la candidatura que encabeza Carles Puigdemont. "Si quieren una república donde gane una minoría, reproduciendo lo que ya sucede en el Estado español pero cambiando de bandera, que nos lo expliquen," ha apuntado Estrada.
Manifestación anticapitalista
La CUP ha hecho esta propuesta durante la manifestación anticapitalista del 1 de Mayo, en una movilización para luchar contra la precariedad laboral y por la libertad de Palestina. El llamamiento lo ha hecho la Mesa Sindical de Catalunya, integrada por los sindicatos alternativos, y ha reunido a cerca de 2.000 personas. Antes de salir, los sindicatos convocantes han pronunciado discursos en que han reivindicado los derechos sociales y también han llamado contra el capitalismo y contra los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT.
La manifestación ha transcurrido sin incidentes, en medio del ruido de petardos y cohetes y de las consignas de los manifestantes, entre los cuales también había partidos políticos, de extrema izquierda, comunistas, anarquistas, entidades sociales diversas a favor de las pensiones u otras reivindicaciones, y entidades latinoamericanas, palestinas y de inmigrantes irregulares. También se han visto banderas esteladas y LGTBI, así como carteles en contra de la guerra en Ucrania.