La CUP pierde más de la mitad de sus diputados en las elecciones catalanas del 12-M. La formación anticapitalista, que hasta ahora disfrutaba de 9 escaños en el Parlament de Catalunya, acabará conservando solo 4, en una jornada que no ha sido positiva para los cupaires, ya que no se han cumplido las expectativas. A pesar de arrancar con la previsión de que el retroceso sería inevitable, existía la esperanza de poder frenar esta derrota en las urnas y limitarla. Finalmente, con más del 95% escrutado, la candidatura encabezada por Laia Estrada se ha quedado con solo cerca de un 4% de los votos totales emitidos, un retroceso claro respecto del 6,68% obtenido en las últimas elecciones de 2021: se han dejado escapar casi 70.000 votos.
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Con estos resultados, la CUP ha pasado de rozar sus mejores resultados históricos (hasta ayer solo tenía un diputado menos que los 10 que obtuvo en 2015, antes del periodo más destacado del procés independentista) a quedarse a las puertas de los peores resultados históricos (con 4, ha repetido la experiencia de 2017 respecto a las elecciones de 2015, y solo ha sacado un representante más que en su estreno en el Parlament, en 2012). Además, el revés de los cupaires sumado a los resultados de Junts y ERC significa que los anticapitalistas ni siquiera conservarán la llave de la gobernabilidad de una mayoría absoluta independentista, que se ha esfumado. Si hasta ahora la CUP había sido una pieza fundamental a la hora de investir a los anteriores presidentes de la Generalitat (tanto Carles Puigdemont como Quim Torra y Pere Aragonès requirieron el voto de los diputados cupaires), esta vez la formación sabe que tendrá una influencia previsiblemente irrisoria.
El peor de los pronósticos
Los resultados no han sido positivos para los anticapitalistas, que no llegaban a los comicios en su mejor momento. Después de la derrota de las pasadas elecciones municipales y generales, la formación había iniciado un proceso de refundación que había quedado congelado por la convocatoria a las urnas. Además, las encuestas de las últimas semanas ya hacían prever un inevitable descenso: el último sondeo de Feedback para ElNacional.cat, publicado a menos de una semana de la jornada electoral, daba entre 4 y 6 escaños a los cupaires. Y finalmente el cálculo se ha demostrado acertado en la franja más baja. Ahora bien, a pesar de las previsiones de una importante fuga de diputados, la CUP confiaba en poder obtener unos buenos resultados después de una campaña bastante potente.
El acto de final de campaña fue la culminación de unas semanas en las que los anticapitalistas habían llevado el mensaje por toda Catalunya, interpelando a la ciudadanía con un mensaje que buscaba atraer a parte del electorado independentista molesto con la estrategia de Junts y ERC. Ante un público visiblemente optimista, los exdiputados y referentes David Fernàndez y Anna Gabriel hicieron un llamamiento al voto para la CUP, con discursos convincentes. Antes, sobre el escenario del reciente debate de TV3, Laia Estrada atacó a los dos rivales soberanistas, lamentando que no se hayan mostrado dispuestos a "recuperar la agenda nacional y social propia", y que hayan priorizado ir a Madrid "para negociar con el PSOE". La estrategia también puso el foco sobre el discurso económico y el ecológico, habitual de los anticapitalistas, con propuestas destacadas, como el incremento considerable del salario mínimo y el impulso de las renovables con placas solares en la AP7.
El partido reconoce la derrota
Ante la sede nacional de la CUP, ubicada en la calle Casp de Barcelona, militantes y representantes políticos han llenado algunas mesas en la calzada, aprovechando que este tramo había quedado cortado al tráfico. Desde aquí, han seguido en directo la retransmisión de los resultados en un ambiente que ha empezado siendo distendido, pero ha acabado con cierta tensión y caras largas. En el interior de la sede ha comparecido la candidata Laia Estrada para reconocer que no han sido buenos resultados para la CUP y para el país, y ha lamentado el panorama que ha dejado la jornada electoral. "Queda un Parlament más de derechas y más españolista que nunca", ha aseverado. Eso sí, a pesar de la limitada fuerza que tendrán los cupaires en la próxima legislatura, Estrada ha prometido trabajar "desde ya" para hacer frente a estos retos y también "hacer avanzar la agenda social y nacional".