Debate poco esclarecedor en TV3 a cinco días de las elecciones. El programa se ha convertido más bien en una sucesión de monólogos y argumentarios electorales, con algunos piques, pero todo dentro de lo previsible. Tampoco en este caso ha servido para ventilar las dudas sobre los pactos postelectorales en un escenario que las encuestas dibujan muy fragmentado. El más efectista ha sido el candidato del PSC, Salvador Illa, que ha anunciado que si gana las elecciones nombrará como consellera de Interior a la alcaldesa de Santa Coloma, Núria Parlón, y como director general de la Policía, al mayor Josep Lluís Trapero.
El capítulo de acuerdos era el más esperado. El último. En este punto, Alianza Catalana se ha convertido en una especie de invitada de piedra. El cabeza de lista de ERC, Pere Aragonès, ha asegurado que no aceptará ningún tipo de apoyo de la formación de Sílvia Orriols y ha emplazado a Junts a pronunciarse al respecto. Josep Rull. que se ha encargado de llevar al plató el discurso de Junts ante la imposibilidad de acudir Carles Puigdemont, ha asegurado que no aceptarán el voto de esta formación "ni por activa ni por pasiva". Rull ha insistido, además, en que no harán president al socialista Salvador Illa, y que la apuesta de Junts es recoser la unidad independentista.
Por su parte, la candidata de los comuns, Jéssica Albiach, ha reclamado a Illa y a Aragonès que aclararan si están dispuestos a pactar con Junts. "Está claro que Puigdemont antes de darme apoyo dejará la política", ha remachado Illa, que también ha hablado de Orriols para advertir a los independentistas contra la formación de ultraderecha. "Yo nunca me he manifestado al lado de Vox, Usted sí", le ha replicado Rull.
La candidata de la CUP, Laia Estrada, ha mostrado frustración ante la actitud de ERC, pendiente de los acuerdos con el PSOE, mientras que a Junts les ha descrito como la Convergència de toda la vida y a los comuns les ha reprochado dependencia con los socialistas. "Nos lo están poniendo realmente difícil", ha reprochado Estrada a Aragonès. El candidato de ERC ha asegurado que tendía la mano a los cupaires aunque a media legislatura le retiraron el apoyo. y ha insistido en diferentes ocasiones a lo largo del debate en repetir como una especie de mantra que sus propuestas sobre financiación, autodeterminación y lengua, son las que marcarán los pactos postelectorales.
Illa, Aragonès y Rull, se han presentado al debate con corbata, mientras que el popular Alejandro Fernández y el candidato de Vox, Ignacio Garriga, se la han ahorrado y Carlos Carrizosa, de Cs, vestía bajo la americana una camiseta con el corazón de Ciudadanos con las tres banderas. La cabeza de lista del comuns llevaba una chaqueta color pastel y bambas rojas y la cupaire Laia Estrada vestía de color marrón y negro.
Rull y Aragonès evitan el enfrentamiento
A lo largo del debate Rull y Aragonès, han evitado el enfrentamiento directo entre ellos y de hecho han coincidido en puntos concretos como la necesidad de una nueva financiación o en política lingüística. Ante las críticas de Rull a las carencias de la gestión de gobierno, Aragonès ha replicado echando en cara al candidato de Junts que no han apoyado a los presupuestos. Una de las intervenciones más comentados de Rull ha sido su defensa del polémico proyecto de Hard Rock, mientras que un argumento recurrente de Illa ante las críticas de Junts, ERC y también la CUP ha sido esgrimir que los independentistas "han gobernado 10 años y no han hecho nada".
Los candidatos de PP, Cs y Vox han buscado el cuerpo a cuerpo con Illa para marcar perfil en una pugna por el voto españolista. De hecho, el socialista ha protagonizado diferentes piques con el candidato del PP. Incluso con momentos de tensión. "Usted me viene a decir que miento, pues Usted no tiene ninguna propuesta para Catalunya. Se lo he dicho de una vez por todas, espero que le haya quedado claro", ha llegado a reñir Illa en Fernández. El candidato del PP también ha cargado contra los independentistas. "Si fuera independentista, que no lo soy, los enviaría a freír espárragos", ha reprochado. Carlos Carrizosa, muy castigado en las encuestas que pronostican la desaparición de su partido ha intentado conseguir un papel en el debate esgrimiendo un tono tenso con momentos de histrionismo, mientras que Garriga ha atribuido todos los problemas del país a la inmigración.