A solo 24 horas que se acabe la campaña electoral, con un buen puñado de indecisos que todavía no tienen decidido el voto para las elecciones del 12 de mayo y tercero en los últimos sondeos prohibidos, Esquerra ha celebrado su acto central, el más multitudinario de esta campaña en el Palau de Congressos de Barcelona donde se han reunido 2.000 personas para conjurarse en revalidar la presidencia de la Generalitat, algo que a estas alturas parece muy complicado.
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Llamamiento tanto al voto de izquierdas como al independentista para hacer frente a PSC y Junts
Pere Aragonès, que ha sido ovacionado y recibido a grito de president, se ha reivindicado como el único capaz de hacer políticas de izquierdas y a favor de la independencia desde el Palau, mientras ha augurado que a Salvador Illa le espera el mismo destino que a Inés Arrimadas —jefe de la oposición—, ha denunciado la "deslealtad" de Junts e incluso ha citado a Josep Lluís Carod-Rovira. El president de la Generalitat, el primero del partido desde los años treinta del siglo pasado, ha pedido el voto de izquierdas ante el PSC "más españolista de su historia" y del independentismo ante un proyecto, el de Junts, que se reduce, según él a Carles Puigdemont y que tiene "graves problemas de liderazgo".
"A votar, porque con Illa presidente sería la Moncloa quien dirigiría las instituciones del país. Habla de un Govern técnico porque la política la haría Pedro Sánchez y eso nosotros no lo permitiremos. ¡Necesitamos ganar para que no vuelvan a gobernar los de los recortes, los que no quieren regular los precios del alquiler o los que querían trasvasar el Ebro!", ha exclamado Aragonès confrontando con sus principales rivales electorales y reclamando su continuidad en el Palau para poder continuar con el "hilo rojo" de sus predecesores al frente de la institución.
En este acto central no podía faltar la intervención de Oriol Junqueras, quien se ha mostrado convencido de que Aragonès será capaz de revalidar la presidencia de la Generalitat. Ha sido él quien ha recordado su posición en las encuestas —con un pequeño reproche a los periodistas que le recuerdan este tercer puesto— pero también ha rememorado que todas las veces que su partido se ha impuesto en las urnas, estas auguraban lo contrario.
Aragonès presume de Govern
En un acto que también ha servido para sacar pecho del trabajo de Govern, Pere Aragonès ha hecho subir sobre el escenario del Palau de Congressos a todos los miembros de su Govern presente en este acto, tanto a los que van a las listas como a aquellos que han quedado fuera. Con todos ellos ha dado un repaso del pasado mirando hacia el futuro recordando cuáles son sus promesas por si vuelve a ser elegido president: referéndum pactado, "que ganaremos y proclamaremos la independencia de Catalunya", financiación singular, conselleria para la lengua catalana o extender la gratuidad a toda la educación infantil de los cero a los tres años.
La amnistía como herramienta para rehacer puentes, según Rovira
Desde el exilio, Marta Rovira tampoco ha faltado a este acto central, en esta ocasión acompañada de Ruben Wagensberg, que se trasladó a Suiza la pasada Navidad por la causa del Tsunami Democràtic. "Somos los que más les molestamos, nuestra idea de cómo tiene que ser una sociedad y un país están en las antípodas de la España reaccionaria que ellos representan y la idea de una Catalunya que otros dicen defender", ha exclamado Wagensberg que ha recordado el acto de campaña en Ginebra a finales de abril, dónde se trasladaron Aragonès, Junqueras y buena parte del grupo parlamentario.
Rovira, a su vez, ha querido recordar el trabajo que ha hecho al partido, del cual es secretaría general desde el 2011, en materia antirrepresiva: Indultos, eliminación del delito de sedición y amnistía. Esta última, ha señalado Rovira, tiene que servir para "rehacer puentes entre los independentistas". "No queremos un movimiento acabado, queremos una mayoría social y viva que sabe donde quiere ir. ¡Queremos rehacer confianzas para conseguir aquellos espacios que nos permitieron el 1-O y porque lo volveremos a hacer"!, ha exclamado Rovira en una intervención que ha acabado con gritos de independencia. Este miércoles, en cambio, Aragonès cargó contra Junts por sus llamamientos de "cartón piedra" a la unidad.
Trabajo hecho y el peligro de perder sus frutos
En este mitin central también han participado las representantes de las tres demarcaciones, Laia Cañigueral (Girona), Raquel Sans (Tarragona) y Marta Vilalta (Lleida) han subido encima del escenario para reivindicar el trabajo hecho por el Govern de Aragonès en esta pasada legislatura en sus territorios y también políticas en clave feminista. Sans denunciando la ambigüedad de Junts y PSC con el Hard Rock. Vilalta, a su vez, ha recordado que quien gestiona Rodalies en Catalunya es el PSC. Al oír esta palabra maldita, el público ha respondido con silbidos, recordando las incidencias casi diarias de los trenes.
También han lanzado dardos envenenados contra una de sus víctimas preferidas durante la campaña electoral, Anna Navarro, la número 2 de Junts. "Somos gente normal. Nos levantamos y preparamos el desayuno. No esperemos que nos lo traiga Olívia", ha exclamado Cañigueral en referencia a la trabajadora del hogar de Navarro, mientras Sans ha metido baza en que "no hemos visto a la número 2 en ningún debate".
EH Bildu como amuleto para dar suerte
El mitin ha contado con una estrella invitada y que hace menos de un mes obtuvo unos resultados históricos para su formación, aunque estos no les servirán para gobernar, Pello Otxandiano, candidato de EH Bildu, que ha devuelto la visita que le hizo Aragonès antes de las vascas. También con un presentador bien experimentado y muy cómodo en su papel, Tomàs Molina, que ha acompañado a Diana Riba como conductores del acto. Los candidatos al Parlamento Europeo se han mostrado convencidos de que Otxandiano les dará suerte en estas elecciones mientras el vasco ha recordado con emoción -y un poco de envidia- el 1-O, asegurando que no existe ni un problema catalán ni un problema vasco, sino un problema español "incapaz de reconocer su carácter plurinacional ni gestionarlo de forma democrática".