Si la noche electoral fue triste para Esquerra Republicana, el día siguiente de las primeras elecciones de las cuales no ha surgido una mayoría independentista en catorce años, no ha mejorado. No solo ha dimitido Pere Aragonès, que ha anunciado que con 41 años deja la primera línea política y que no recogerá el acta de diputado después de perder hasta 13 diputados, pasando de 33 a solo 20. A medida que pasan las horas se va profundizando en la magnitud de la tragedia y en la derrota de este partido que ha pasado de gobernar en la Generalitat a anunciar que pasa a la oposición por primera vez en una década, asegurando que la pelota de la gobernabilidad está sobre el tejado de Junts y PSC.

Si hace tres años, en unas elecciones que les permitieron llegar a Palau por primera vez en 80 años, fueron segunda fuerza en toda Catalunya y primera en Tarragona, en gran parte gracias a uno de sus bastiones, las Terres de l'Ebre, este domingo pasó a ser tercera en el conjunto del país y en todas y cada una de las demarcaciones. En Barcelona ha pasado de tener 19 a 12 diputados, perdiendo 7, en Tarragona y Lleida pierde 2 y se queda en 3 y en Girona pasa de 4 a 2. Justamente en las demarcaciones donde se ha impuesto Carles Puigdemont como primera opción, que coinciden con las que Aliança Catalana, el partido de Sílvia Orriols, ha conseguido representación (Lleida y Girona), es donde los republicanos pierden más apoyos.

Esquerra, cuarta fuerza en la capital del país

En Barcelona, la capital del país y donde el 2019 Ernest Maragall llegó a ganar las municipales, los republicanos han retrocedido hasta la cuarta posición, por detrás del PP. De hecho, la diferencia de diputados entre los republicanos y los populares ha pasado de 30 diputados a solo cinco, por la fuerte bajada de Esquerra, que ha perdido 13 y el crecimiento de los de Alejandro Fernández, que han pasado de 3 a 15. El 28 de mayo del 2021, también con Maragall al frente, Esquerra fue cuarta fuerza por detrás de Xavier Trias, PSC y los comunes de Ada Colau, y el mismo Aragonès ha reconocido que su partido no había sido capaz de revertir la tendencia de las municipales y de las generales de julio, donde perdieron hasta 400.000 votos.

En las ciudades metropolitanas, donde Esquerra había intentado hacer mella en los últimos años con perfiles como el de Gabriel Rufián, la situación no mejora, aunque en algunas han conseguido quedar por delante de la candidatura de Puigdemont. En Santa Coloma de Gramenet, donde el portavoz en el Congreso es concejal, son también cuarta fuerza, por detrás de PSC y PP, pero también Vox, que los supera por un centenar de votos. En L'Hospitalet, en cambio, sí que consiguen superar a los ultras y quedar en tercera posición por detrás de socialistas y populares. En 2021, sin embargo, consiguieron ser segunda fuerza en la segunda ciudad de Catalunya. En Manresa, también en la demarcación de Barcelona, pero lejos del área metropolitana y donde gobiernan, el partido fue tercera fuerza por detrás de Junts y PSC, muy lejos de estos dos partidos y con la ultraderecha de Aliança Catalana a un millar de votos. En Vic, la distancia entre estos dos partidos se redujo a solo 500 votos. En el conjunto de la circunscripción de Barcelona, el partido quedó como tercera fuerza con 313.451 votos y un 13,38% del total. Es un 7% menos que hace 3 años, la demarcación donde menos apoyos pierden.

Tarragona, de ganar a terceros

Tarragona, donde el partido cerró la campaña electoral el pasado viernes, fue la única demarcación donde los republicanos consiguieron ganar en 2021 con 5 diputados, una cifra histórica para Esquerra. Ayer domingo, el partido pasó a la tercera posición por detrás del PSC y Junts, perdiendo un 8% de los apoyos respecto de los que consiguieron hace tres años: de un 24,47% a poco más de un 16%. Si nos fijamos en la ciudad de Tarragona, ERC retrocede hasta la cuarta posición, de nuevo por detrás del PSC y PP, que supera a los juntaires. Si bien liderados por Raquel Sans, los republicanos no consiguen ser primera fuerza en ninguna de las comarcas de la demarcación, los resultados son mejores en las Terres de l'Ebre, donde han sacado pecho de haber descartado el trasvase en la peor sequía de los últimos años. Los pocos municipios donde ganan los republicanos en estas elecciones se concentran fundamentalmente en esta zona e incluso se imponen en Amposta, capital del Montsià, a poca diferencia de Junts.

Pere Aragonès tuvo que avanzar estos comicios por el no de los comunes a los presupuestos para el 2024, ya que los de Jéssica Albiach les reclamaban parar el proyecto del Hard Rock en el Camp de Tarragona. En Vila-seca y Salou, municipios donde se ubican los terrenos, ERC es quinta fuerza por detrás de PSC, PP, Vox, y Junts, todos partidarios de su construcción.

La ultraderecha se acerca a ERC en Girona, donde se hunde

Girona, feudo tradicional del espacio de Junts en los últimos años, no ha decepcionado y en esta ocasión los de Puigdemont se han hecho con 7 de los 17 escaños que se reparten en la demarcación. ERC solo con 2, ha perdido la mitad de la representación que consiguieron con Teresa Jordà al frente de las listas en el 2021. En esta circunscripción, sin embargo, también es donde Aliança Catalana ha obtenido mejores resultados, encabezados por su líder y alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols. La realidad es que en el conjunto de la demarcación, ERC solo consiguió 10.000 votos más que los ultras y en algunos municipios estos los superaron con creces. Entre estos está Ripoll, pero también otras capitales de comarca como Figueres (Alt Empordà), Olot (la Garrotxa) o Santa Coloma de Farners (La Selva). En Amer, pueblo de Carles Pugidemont, ERC y AC empataron a 106 votos. En Girona ciudad, donde forman parte del gobierno municipal independentista liderado por Lluc Salellas, ERC es tercera fuerza, superada por el PSC.

Lleida, 15.000 votos menos en tres años

En las comarcas de Lleida, donde hace tres años consiguieron empatar a cinco escaños con Junts per Catalunya, con solo 3.000 votos de diferencia, el partido también se hunde, perdiendo 2 y quedándose con 3. Si bien con Tarragona está donde mejores resultados sacan, superando el 16% de los votos, el partido de Oriol Junqueras pierde hasta un 10% de los apoyos respecto del 2021 y la diferencia con los de Carles Puigdemont se ensancha hasta los casi 25.000 electores. En uno de los pocos municipios donde ERC se impone ante el resto de formaciones es Torregrossa, pueblo de su cabeza de lista, Marta Vilalta. También en Espot o Llavorsí, municipio del Pallars Sobrià donde el alcalde es Josep Vidal, número 2 de la lista de los republicanos y que ha conseguido representación en el Parlament. En Lleida ciudad, en cambio, son cuarta fuerza, por detrás no solo de Junts y PSC, sino también del PP.