La señora Isabel Gómez Márquez, con el mismo apellido que la esposa de Pedro Sánchez, no pudo entrar en el pabellón La Parellada de Sant Boi de Llobregat donde debía predicar su líder político porque ya no se cabía. Bien, ella y otras mil personas se quedaron fuera habiendo de conformarse siguiendo la intervención del presidente español por una pantalla. No pudieron entrar porque no hicieron como Blas y María, un matrimonio llegado de Las Alpujarras que pasaban unos días en casa de su hijo en Castelldefels y que sí encontraron sitio porque se apresuraron y llegaron dos horas antes de que empezara el acto. El pabellón estaba lleno a reventar, lo que permite extraer algunas conclusiones políticas.
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Como la pregunta que se hizo Pedro Sánchez era si merecía la pena continuar, el PSC arrancó el mitin de Sant Boi con una canción de Siloé que parecía una exigencia: Que merezca la pena y nada más empezar toda una advertencia que cada uno puede interpretar como quiera: “Las jaulas no sirven de nada si las fieras no tienen apetito”. Menos mal que para levantar los ánimos siempre utilizan Things can only get better, es decir, que las cosas sólo pueden ir mejor. Ya veremos.
De momento Salvador Illa superó su récord de levantar ambos brazos en paralelo durante su discurso. Unos cachondos de Sant Just hicieron una porra y el que más arriesgó pronosticó que en un discurso de 20 minutos lo haría más de 20 pero menos de 30 veces y resulta que en Sant Boi Salvador Illa levantó los brazos en paralelo 49 veces. Fue imposible verificar el dato.
Como la pregunta que se hizo Pedro Sánchez era si valía la pena continuar, el PSC arrancó el mitin de Sant Boi con una canción de Siloé que parecía una exigencia: Que merezca la pena y solo empezar toda una advertencia que cada uno puede interpretar como quiera: "Las jaulas no sirven de nada si las fieras no tienen apetito". Suerte que para levantar los ánimos siempre utilizan Things can only get better, es decir, que las cosas solo pueden ir mejor. Ya lo veremos.
De momento Salvador Illa superó su récord de levantar los dos brazos en paralelo durante su discurso. Unos cachondos de Sant Just hicieron una porra y lo que más va a arriesgar pronosticó que en un discurso de 20 minutos lo haría más de 20 pero menos de 30 veces y resulta que en Sant Boi Salvador Illa levantó los brazos en paralelo 49 veces. Era imposible verificar el dato.
Por cierto, fue una injusticia que no dejaran pasar a Isabel Gómez Márquez a saludar al presidente tan incondicional como era. Si la gente del PSC leen eso tendrían que hacer alguna cosa. "Me gusta Pedro Sánchez -dijo- porque es guapo, gracioso y buena persona. Sufrí cuando dijo que se iba y pensé que al menos podría devolver Zapatero... ¿Felipe? No por Dios, no sé qué le ha pasado a este hombre, con lo que yo lo había votado, qué decepción más grande". El pueblo siempre tiene razón.