Oriol Junqueras rompe el silencio que ha mantenido desde el domingo, después del fracaso electoral de Esquerra, partido que preside. Tenía que hablar el lunes pero finalmente lo hizo Pere Aragonès, para anunciar que deja la primera línea política, mientras Junqueras lo escuchaba desde el fondo de la sala y escribió un tuit conciso para agradecerle el trabajo hecho. En una carta dirigida a la ciudadanía, el presidente de Esquerra Republicana ha asumido los malos resultados pero lejos de anunciar una decisión en línea con la de Aragonès, deja claro que se ve "con corazón y fuerza de seguir trabajando" para el país al frente de su partido, "y hacerlo siempre, desde el lugar que determine la militancia de Esquerra". En esta carta, Junqueras recuerda que no puede acceder a ningún cargo por la pena de inhabilitación, que caerá una vez se le aplique la ley de amnistía.
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Junqueras dedica un par de párrafos de esta carta, que dirige al conjunto de la ciudadanía y no sólo a los militantes del partido, a sacar pecho del trabajo del Govern, subrayando datos significativos como la tasa de empleo o las exportaciones que ya había alabado en campaña, y el aumento de plazas de maestros, Mossos o médicos. "Y, sin embargo, la ciudadanía nos ha dado un mensaje claro. No ha confiado en nosotros, o en nuestras propuestas, o en nuestra forma de hacer o de explicarnos", lamenta el presidente de Esquerra, asegurando que su partido ha "entendido el mensaje" que les ha enviado los catalanes: "Mucha gente se ha distanciado del proyecto republicano". El partido es el tercero más votado en el conjunto del país, mientras que en capitales como Barcelona, Tarragona y Lleida queda por detrás del PP, con quien en esta nueva legislatura les separarán solo cinco escaños en el Parlament. En bastantes municipios de Girona, también capitales de comarca, Aliança Catalana ha superado a los republicanos en voto.
Esquerra, a la oposición
La palabra "oposición" solo puede leerse una vez en esta carta de Junqueras. Tanto el domingo como el lunes, Aragonès aseguró que este era el papel que le tocaba asumir en su partido tras el batacazo, una premisa que al menos en las 48 horas posteriores al desastre el presidente del partido comparte: "Seremos la oposición al servicio del país. Desde hoy, nos erigimos como la alternativa, firme y exigente, contra quienes quieren que Catalunya sea la decimoséptima comunidad autónoma a la que se le dice lo que debe hacer", sentencia en la misiva. ERC no estaba en la oposición desde el 2015, durante el gobierno de Artur Mas.
En este texto, que ha compartido la propia organización política, el presidente republicano asegura que "comienza una nueva etapa", en lo que el partido debe hacer autocrítica de los motivos que le han llevado a perder tres elecciones consecutivas. Primero fueron las municipales, con la derrota en Barcelona pero también perdiendo alcaldías en todo el país. Después las generales convocadas inmediatamente por Pedro Sánchez, donde perdieron hasta 400.000 votos. Y ahora las catalanas, que ERC nunca ha ganado desde la transición democrática, a diferencia otros comicios, pero que el empate en el 2021 a escaños con el PSC permitió que Esquerra liderara de nuevo a la Generalitat por primera vez desde hacía 80 años. "Debemos hacer autocrítica y replantearnos lo que no ha salido bien, desde la convicción de que ERC nunca se rinde. No nos hemos rendido nunca y tampoco lo haremos ahora. Desde hoy nos ponemos a trabajar para recuperar el orgullo, el coraje y el empuje", insiste Junqueras.
Apoyo de la militancia
En la que es la frase más relevante de toda la carta, Junqueras no solo dice que se ve con "fuerzas y corazón" de seguir liderando a Esquerra Republicana, sino que esto dependerá del apoyo de la militancia del partido. Esta revalidó en el congreso de principios de 2023 la dirección de Junqueras y Marta Rovira, que ocupan los puestos de presidenta y secretaria general desde 2011 tras una grave crisis de los republicanos posterior a un descalabro electoral en las catalanas de 2010, donde se quedaron con solo 10 diputados, y las municipales del 2011. Aunque los congresos de los republicanos se celebran normalmente cada dos años, esta situación después de un ciclo electoral nefasto hace que no sea descartable que se acabe avanzando.
Hasta ahora, Junqueras y Rovira no han encontrado oposición a la hora de revalidar sus cargos y de hecho en noviembre de 2022, su candidatura contó con el 87% de los votos a favor en un congreso de los republicanos que se dividió en dos partes. Hay que tener en cuenta que en el 2019 año se modificaron los estatutos del partido, que marcaban hasta entonces que solo podía ser presidente o secretario general durante 12 años, ya que la represión que había afectado de pleno a ERC tras el 1-O había enviado a Junqueras a la cárcel ya Rovira en el exilio, del que aún no ha podido regresar. Entonces se añadió que ese plazo quedaría suspendido "cuando no haya podido desarrollar plenamente las funciones a consecuencia de causas ajenas a la organización, ya su voluntad, ese plazo quedará suspendido". Por eso, tras el aval de la militancia en el 2022, la presidencia de Junqueras podía alargarse un mandato más, hasta 2026.
Los críticos piden la dimisión de toda la cúpula
La voluntad de Junqueras choca con lo que este lunes pidió una corriente crítica de militantes de Esquerra con la deriva tomada por el partido, especialmente por los pactos con el PSOE en Madrid. El Col·lectiu 1 d'Octubre pedía la dimisión de la dirección entera, incluidos Junqueras y Rovira, después de que Aragonés haya decidido dejar la primera línea, algo que consideran insuficiente. Por ello, requieren una "profunda reflexión" sobre la estrategia que se ha seguido durante los últimos años: "Podemos afirmar ya que la estrategia seguida por la actual dirección de ERC no ha sido avalada por los votantes en ningún ámbito electoral", sentenciaban en un comunicado.