El candidato de Junts para el 12-M, Carles Puigdemont, ha contestado a las críticas que está recibiendo después de que este lunes anunciara que presentará su candidatura a la presidencia de la Generalitat. Puigdemont ha recordado todos los precedentes en los que los candidatos de los partidos que quedan en segunda posición de unas elecciones han presentado su candidatura. En una publicación en las redes sociales, el líder de Junts ha apuntado que el año 2006, Artur Mas ganó las elecciones ante el PSC consiguiendo 6 diputados más, y, en cambio, no gobernó. También ha puesto el ejemplo de Jaume Collboni en el Ayuntamiento de Barcelona, que en las elecciones del 28 de mayo de 2023, perdió ante Xavier Trias, y finalmente, gracias a un pacto con el PP, fue investido alcalde. Por último, ha apuntado hacia el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que perdió las elecciones generales del 23-J, “a pesar de venir de presidir cuatro años el Gobierno, y hoy continúa al cargo gobernando en minoría”.
Puigdemont ha denunciado que “discutir la legitimidad de que ahora en Catalunya se pueda hacer lo mismo, me parece muy incoherente y extraño, puestos a dar calificativos”. En este sentido, ha defendido su derecho a intentar formar Gobierno “si cree que puede reunir un apoyo parlamentario que se lo permita”. Y concluye que descalificarlo “de entrada”, especialmente por aquellos que “se han beneficiado siempre de este juego y consideran que criticarlo es no reconocer la legitimidad del gobierno resultante, es un error”.
Candidatura a la presidencia
Carles Puigdemont anunció este lunes desde Argelers su intención de presentar candidatura a president de la Generalitat en el debate de investidura. El candidato de Junts reivindicó que “tiene más opciones” que el ganador de las elecciones, Salvador Illa, que tendría que ser investido en segunda vuelta por mayoría simple. Así pues, aseguró que está en condiciones de hacer “un Govern de obediencia únicamente catalán”. En este sentido, detalló que “pediremos al Parlament que diga los apoyos que tiene cada candidato y a partir de aquí tomaremos decisiones”. En rueda de prensa, confirmó que habían empezado los contactos con ERC —uno de los grandes damnificados del 12-M con la pérdida de 13 escaños—, aunque todavía están “lejos de establecer un marco negociador”.
La fórmula ideada por Puigdemont pasa por un acuerdo de Govern de coalición con ERC, que sumaría 55 escaños, también aspira a contar con los 4 escaños de la CUP, para llegar hasta los 59, a nueve de la mayoría absoluta necesaria. Este hecho implicaría necesariamente la abstención del PSC en una segunda votación en el Parlament. Si bien no ha pedido explícitamente que faciliten la investidura, sí que han establecido contactos y les ha recordado que “han hecho gala de la estabilidad”.
El PSC cierra la puerta a Puigdemont
La reacción del PSC al anuncio de Puigdemont no se hizo esperar. La portavoz de los socialistas en Catalunya, Núria Parlon, aseguró que les gustaría poder entenderse con las fuerzas progresistas, pero ha afirmado que hablarán con todo el mundo “excepto con quien tenga discursos de odio”. Por otra parte, el PSC cerró la puerta a facilitar la investidura de Puigdemont, aunque “amenace con bloquear el gobierno progresista del Estado”. “El independentismo no tiene una mayoría legítima para reclamar el Govern”, afirmó la portavoz.
Desde la sede del partido, Parlon apuntó que tanto el independentismo, y, especialmente Puigdemont, tendrían que aceptar el “principio de realidad”. Precisamente por eso Parlon ha dicho que quien tiene que “liderar” el nuevo Govern es Illa y no el candidato de Junts+. Además, recriminó a Puigdemont que “amenace” con bloquear la gobernabilidad en el Estado. “La reflexión que tiene que hacer es si le conviene más un gobierno de derechas en el Estado que uno que pase página y apueste por la convivencia”, remarcó, y le dijo que esta posición no es “muy acertada”.