Se ve que cuando Gabriel Rufián empezaba a frecuentar los círculos de Esquerra Republicana, Pere Aragonès era de los pocos que lo solían saludar, por eso ahora está muy contento que aquel jovencito tan simpático ahora sea president de la Generalitat. Pero quien promocionó Rufián hasta convertirlo en líder parlamentario en Madrid fue el gran timonel de ERC. Y como es de bien nacido ser agradecido, Rufián expresó el martes en Santa Coloma de Gramenet que su deseo es que algún día el president de la Generalitat sea Oriol Junqueras. Lo cual tiene su intríngulis porque claro está, Aragonès es más joven que Junqueras y eso querría decir que si todo va muy bien a ERC y la amnistía hace el resto, llegará el día que Junqueras le dirá a Aragonès ahora me toca a mí. La idea de Rufián dicha al final de su discurso para presentar al presidente de ERC arrastró algún aplauso, pero dejó algunos boquiabiertos porque de lo que se trataba era de animar la candidatura de Pere Aragonès y no el contrario.
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De hecho, la intervención de Rufián fue tan elevada que era difícil de entender. Se empeñó en proclamar que es independentista porque quiere tener una patria y eso lo repitió varias veces especificando que la patria que quiere debe ser progresista, feminista y no sé cuántas cosas más y entonces dijo algo así como que quería una patria de leones y leonas y no de hienas. Una chica joven le preguntó a su chico: "¿Tú lo has entendido?". Dulce, una republicana de piedra picada, tampoco sabía de qué iba. En cambio, Joan, un veterano exmilitante del PSUC, tenía claro la referencia Disney del Rei Lleó. Puede que Rufián, recién salido de la baja paternal, se está documentando sobre entretenimiento infantil y en su fuero interno identifica a Oriol Junqueras como el Rey de la Selva.
Si el domingo los socialistas llenaron el Teatre Josep Maria de Segarra de Santa Coloma de Gramenet para exigirle a Pedro Sánchez que no dimitiera, este martes lo han llenado los republicanos de la localidad para escuchar la plana mayor de ERC, por cierto, profundamente indignada con su aliado parlamentario en Madrid. Le metieron caña prácticamente todos los oradores, pero muy especialmente la candidata europea Diana Riba y el presidente candidato, que parecen tener la sensación de que su aliado, sea dicho en sentido figurado, les ha birlado la cartera, buscando la movilización de los suyos justamente contra ello.
Pero hay que decir que vaya el trabajo que ha hecho Esquerra Republicana en Santa Coloma de Gramenet. Son la segunda fuerza después de la invencible Núria Parlon, pero ERC ha ganado el espacio de los Comuns y ha obligado a la alcaldesa socialista a acentuar las posiciones catalanistas. Catalanistas y de izquierdas, porque continuando con la comparación de los mítines de PSC y ERC,los socialistas hicieron un planteamiento muy estándar a favor de todos y en contra de nadie, que es lo que ha llevado a la socialdemocracia europea al desastre. En cambio, Ana Balsera, una joven militante, hija de andaluces, vecina del barrio de Singerlin, gritaba con orgullo "¡Somos la clase obrera!". Cuántos años sin oír algo así y lo hacía con tanta convicción que daban ganas de votarla.
Y, por cierto, una curiosidad. Parece que los partidos se reparten los colectivos de inmigrantes. El domingo, en el mitin del PSC asistió una delegación de la Asociación Islámica Tajdid, que eran principalmente magrebíes. En cambio, ERC también acoge a colectivos musulmanes, pero de otro ámbito, son de Pakistán, de la India o de Bangladesh. Las rivalidades políticas son inescrutables.