El objetivo de casi todo candidato a unos comicios al Parlament de Catalunya es evitar las polémicas durante la campaña. En un mitin en Santa Coloma de Gramenet, el presidenciable del PSC, Salvador Illa, se refirió a Lleida como "Lérida", un hecho que le acarreó duras críticas por parte del independentismo. Al día siguiente, Illa se disculpó y atribuyó dicho error a un "lapsus fruto del cansancio", dejando claro que "Lleida es Lleida". Más adelante, en un acto en L'Hospitalet de Llobregat, el líder de los socialistas realizó su intervención íntegramente en castellano. Sus principales adversarios en la contienda electoral, ERC y Junts, sostienen que con el PSC "el catalán puede estar en peligro" y cargan contra su propuesta trilingüe. En una entrevista en ElNacional.cat, Salvador Illa expone las razones del uso de la lengua castellana en el mitin de L'Hospitalet y carga contra quienes "quieren poner en duda" su "compromiso con la lengua catalana". Paralelamente, el jefe de filas socialista apuesta por ampliar el consenso en torno a la lengua para incorporar al Partido Popular y detalla su planteamiento en materia lingüística.
🔴 Salvador Illa: "Mi enfoque es Catalunya. Son otros los que quieren rivalizar con Pedro Sánchez"
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El martes, usted fue a L'Hospitalet e hizo todo el mitin en castellano. ¿Le puedo preguntar por qué?
Porque había un público eminentemente castellanohablante y me dirigí a ellos en castellano. Pero yo utilizo habitualmente el catalán, todo el mundo lo sabe también. Es mi lengua materna, es la lengua que utilizo habitualmente en mi expresión, pero es verdad que no tengo ningún inconveniente a veces en utilizar el castellano, como mucha gente en Catalunya.
¿En L'Hospitalet no le habrían entendido en catalán si hubiera dado el mitin en catalán?
Sí, pero me salió de esta manera, tenía público eminentemente castellanohablante y me pareció hacerlo en castellano, pero no hago de esto un objeto. Insisto en mi lengua habitual materna, que es el catalán, y sé que hay mucha gente que quiere poner en duda mi compromiso y el del PSC con el catalán, y creo que se equivocan.
No le preguntaba tanto por eso. Le pregunto por el hecho de que, si después de 40 años de inmersión lingüística, haya un mitin en L'Hospitalet que se tenga que dar en castellano porque el público es castellanohablante.
Yo me pregunto más por qué después de diez años de gobiernos de Junts y Esquerra con los presidents Mas, Puigdemont, Torra y Aragonès, ha bajado el uso social del catalán. Yo creo que esta es una pregunta relevante. ¿Qué es lo que nos pasa? El problema del catalán no es un problema de conocimiento, es un problema social. ¿Por qué ha bajado el uso social del catalán? ¿Qué hemos hecho en estos últimos diez años? Pienso que la manera es hacer un consenso amplio en torno a la lengua y me gustaría aquí sumar al Partido Popular, y ya lo hemos hecho. En materia del uso de la enseñanza de las lenguas obligatorias, la enseñanza de las lenguas oficiales, la enseñanza obligatoria, estábamos a punto de hacer un pacto por el catalán. Las tensiones entre Junts y Esquerra son un gravísimo error, aquí miran quién lo capitaliza más, y el catalán es de todos. Tenemos que sacarlo (desde mi punto de vista) del debate político. Aquí hay también, en esta campaña electoral, como una carrera para ver quién defiende más el catalán y quién hará más por el catalán. Lo dicen quienes durante diez años, fruto de sus acciones de Govern, han conseguido que el uso social caiga. No han hecho nada en materia audiovisual, no han hecho nada en materia de llegar a consensos amplios... Yo seguiré otro camino, o intentaré seguir otro camino, que es el del consenso amplio, sumando a todo el mundo. Ya he dicho también en esta materia, que estaremos siempre nosotros en los pactos que se hagan en torno al uso del catalán, de la defensa del catalán, de la promoción del catalán, de su uso social y que, además, la lengua —como ya pasaba en los governs Maragall y Montilla— pasará a depender directamente de Presidència para poder garantizar una acción más transversal de todo el Govern.
Hay que hacer un consenso amplio en torno a la lengua catalana y me gustaría sumar al Partido Popular. Las tensiones entre Junts y ERC para capitalizar el catalán son un error, la lengua es de todos
De esta materia se dijo, y así consta, que su modelo es el del trilingüismo. ¿Cree que con esta apuesta por el trilingüismo, sobre todo en la escuela, aumentará este uso social del catalán?
Lo que pienso es que querer poner en duda que tomar las acciones necesarias para que en Catalunya los alumnos, al terminar la enseñanza obligatoria —aparte de dominar perfectamente el catalán y el castellano— dominen una tercera lengua (el inglés muy probablemente), es el peor servicio que se puede hacer al catalán. Aprender una nueva lengua, dominar una nueva lengua, no solo no perjudica en nada al uso del catalán y al dominio del catalán y su aprendizaje, sino que lo enriquece. Además, pienso que tenemos que aspirar a aquí y que es una herramienta hoy, déjemelo decir así, no solo de enriquecimiento personal, cultural, sino también muy útil desde un punto de vista de abrirse un camino profesional para cualquier chico y chica de Catalunya. Conocen una tercera lengua, aparte, por supuesto, de la lengua propia de Catalunya, que es el catalán y el castellano, y estos planteamientos de decir que cuidado, que si aprendemos una tercera retrocederá el catalán, son planteamientos de chimenea muy estrecha.
Para acabar con el tema del catalán, tuvo el incidente ese de Lleida y Lérida.
Me excusé, fue un lapsus. Estos días son días intensos y Lleida es Lleida.
El programa del PSC también habla del despliegue del Estatut. Usted aboga por mantener el traspaso integral de Rodalies que se ha acordado, una ley electoral... ¿Qué competencias le gustaría que asumiera Catalunya?
Primero, existen hasta catorce cuestiones que dependen solo de nosotros, que ya están reconocidas por el Estatut y que tendríamos que desplegar desde el Parlament de Catalunya. Por ejemplo, como usted dice, la ley electoral, pero también la ley de las personas mayores, ley de bosques, hay cosas que tenemos que hacer nosotros. Estas están en la agenda que deberemos desplegar. Entonces hay un conjunto de competencias que tendríamos que ver si, fruto de un diálogo y una colaboración con el Gobierno de España, nos las podemos llevar, por ejemplo, la inmigración. Es un planteamiento que se ha abierto, yo doy apoyo a que se saque adelante o, por ejemplo, me gustaría trabajar especialmente en dos cuestiones. Todo lo que hace referencia a la ley de costas, creo que es más lógico o creo que ayuda la proximidad, a enfocar mejor estas cuestiones; o todo lo que hace referencia al nombramiento y la provisión de plazas de algunos cuerpos nacionales. Me refiero a secretarios, interventores, tesoreros en el ámbito local, que es una cuestión que ayudaría mucho a agilizar y hacer más eficiente la administración municipal.
Cuando se convocaron las elecciones a principios de marzo, da la impresión de que alguien desde Palau hizo el cálculo de que, por una parte, a usted lo cazarían con el tema de las mascarillas y el caso Koldo; y que, por el lado de Junts, Carles Puigdemont no se presentaría. No ha sucedido ni una cosa ni la otra. ¿Tiene la misma impresión de que se hizo un cálculo preelectoral arriesgado, que ahora no están saliendo las cosas y que a usted lo iban a cazar?
No sé si se hizo este cálculo o no, no lo puedo saber. Creo que era una medida que tenía cierto sentido por parte del president —que es una decisión, además, personal de él, convocar elecciones—, en el sentido de que si no es capaz o si no fue capaz de obtener una mayoría —no porque el PSC no llegara a un acuerdo— de sacar adelante un presupuesto, era una opción que él decidió que era la correcta. Me dolió que ni Comuns, ni Junts, ni la CUP —sobre todo Junts y la CUP, que lo invistieron president y ahora parece que no vaya con ellos—, en una situación que no era fácil, con el país con la sequía y demás, renunciaran al hecho de que 4.000 y pico millones de euros pudieran ponerse a disposición de los catalanes. En fin, cada formación política toma sus decisiones. De lo que sí que no tengo ninguna duda es de que no solo Esquerra, ellos y alguna formación política más —como ya han hecho otras veces— buscaron tres pies al gato con algunas cosas. Es un estilo de hacer política que yo no comparto, pero que lo respeto. Yo no hago lo mismo con casos similares con ellos. He intentado ser, normalmente, respetuoso con cómo se gestionó la pandemia desde aquí. Creo que usar esto políticamente, por lo que yo vi y viví en ese momento, no va con el estilo de hacer política que debemos tener, y que es lo que nos piden los ciudadanos. La semana pasada estuve dos días en Madrid, el lunes en el Congreso y el miércoles en el Senado. Todo el mundo que tenga interés puede ver las intervenciones de algunas formaciones catalanas respecto a mí.
En cualquier caso, ¿usted contactó o no con Koldo García?
Lo expliqué en ambos sitios. Una vez se me presentó en el Ministerio, lo recibí. Lo dirigí a los técnicos a través de mi gabinete y el resultado es que no compramos nada.
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