Después de la polémica porque Salvador Illa, candidato del PSC para las elecciones del 12-M, se refiriera a Lleida como “Lérida”, ahora ha sido el turno del Baix Llobregat. En un mitin electoral en Sant Boi de Llobregat, el socialista se ha referido a esta comarca como "Bajo Llobregat". En el acto había Pedro Sánchez e Illa ha formado parte de su discurso en castellano. Sin embargo, antes de decir "Bajo Llobregat", el candidato del PSC estaba hablando en catalán afirmando que el país ha perdido los últimos 10 años, en referencia a los gobiernos independentistas.

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Cuando castellanizó Lleida, el mismo Illa se disculpó y afirmó que se trataba de un lapsus a causa del cansancio propio de la campaña. Sin embargo, tres días después se ha referido al Baix Llobregat como "Bajo Llobregat". Como ya pasó en la primera ocasión, las redes se han llenado de críticas al socialista, reprochándole la castellanización del topónimo catalán.

Hasta el momento, a diferencia de en la anterior ocasión, el candidato de los socialistas no ha dicho nada con respecto a referirse a la comarca en castellano. En cambio, varios usuarios han mostrado su descontento a través de las redes sociales. Entre los que han reprochado a Illa que se refiera así al Baix Llobregat está la Asamblea Nacional de Catalunya (ANC), que a través de un tuit han afirmado: "Hablar de Bajo Llobregat en Sant Boi, donde se hizo el 11-S de 1976, no lo hace ni la derecha más reaccionaria". . Jordi Turull, secretario general de Junts per Catalunya, ha alertado de que no se trata de un lapsus, sino de una actitud.

 

Sánchez, Illa y la campaña catalana

En el mismo mitin, Illa ha contado con la compañía del presidente del gobierno español y líder socialista. El candidato del PSC ha asegurado que le hace "mucha ilusión" que Sánchez participe en la campaña de los socialistas. Tras la "reflexión" del presidente español, el candidato del PSC ha afirmado que su partido entiende la política como "un servicio público para mejorar la vida de los ciudadanos". Por su parte, Sánchez se ha reafirmado en su decisión de seguir en la presidencia pese a "los ataques y el acoso" que asegura que sufre por parte del PP y Vox.