Golpe mortal a Ciudadanos. El partido naranja ha firmado su defunción política este domingo después de no haber mantenido a ningún diputado en el Parlamento Europeo, el último resquicio de representación institucional que les quedaba. Así pues, Ciudadanos ha vuelto a firmar un fracaso electoral que los conduce prácticamente a la desaparición, al haber perdido la representación en todas las instituciones, donde en algún momento de su historia consiguieron ser muy importantes. Con las europeas de este domingo, Ciudadanos culmina 5 años de travesía por el desierto donde han acumulado varias derrotas electorales, la del pasado mes de mayo en las elecciones catalanas —territorio donde nació el partido—, donde también desaparecieron del Parlament, después de conseguir ser la fuerza más votada en los comicios de 2017 —más del 25% de los votos y 36 escaños—, con Inés Arrimadas al frente.

La última esperanza de Ciudadanos era el Parlamento Europeo, donde en 2019 habían conseguido tener 8 eurodiputados, con Luis Garicano como cabeza de lista. Sin embargo, las urnas no han hecho más que confirmar la derrota del partido, convirtiéndose otra vez en el partido más perjudicado. Casi todos los que votaron a Ciudadanos hace un lustro, los han abandonado. Los naranjas han pasado de conseguir 2.731.825 papeletas (el 12,8%) en 120.703 (0,69%), situándose por debajo de PACMA o CEUS. De ser la tercera fuerza política en las europeas de 2019 y conseguir un gran éxito en Madrid, con 584.949 votos, el 18,19%, y ser la segunda fuerza dentro del grupo parlamentario europeo del cual forma parte —Renovar Europa—, a la nada.

Congreso extraordinario para "hacer renacer" a Ciudadanos

Ciudadanos ha admitido los "malos resultados" del 9-J. Su candidato, Jordi Cañas, ha anunciado que celebrarán un congreso extraordinario en otoño para hacer "renacer" el partido. Este movimiento llega después de perder toda la fuerza que obtuvieron hace cinco años y quedarse sin representación en la Eurocámara. En comparecencia después del escrutinio, Cañas ha asegurado que "es el final de un ciclo", pero que "no es el final". En este sentido, ha subrayado que tienen "500 concejales y alcaldes" y que la formación "renacerá" desde la centralidad.

Cañas ha lamentado que no haya sido "reconocido" su trabajo de los últimos 10 años en el Parlamento Europeo. "Se cierra un ciclo de 10 años de presencia en el Parlamento Europeo. Podemos decir también que se cierra un ciclo después de 18 años", ha afirmado. No obstante, ha querido dejar claro que "no es el final" y que Ciudadanos renacerá. "Hace 18 años éramos jóvenes y caminábamos contra el viento. Ahora somos mayores, pero seguimos corriendo contra el viento y seguiremos corriendo contra el viento", ha añadido Cañas.

El candidato de Ciudadanos a las elecciones europeas, Jordi Cañas / EFE

Ciudadanos: auge y declive

Las elecciones de este domingo cierran un camino de más de 5 años de fracasos acumulados por Ciudadanos. Era la cuarta vez que la formación naranja se presentaba a los comicios europeos. La formación nació en 2006 e irrumpió en el Parlamento de Catalunya con 3 escaños con el objetivo de combatir el nacionalismo catalán. Dos años después, en 2008, probó suerte sin éxito en unas elecciones generales, y el 2009 en las europeas, sin representación también. Fue en 2014 cuando Ciudadanos consiguió entrar por primera vez en la Eurocámara con más del 3% de los votos y dos eurodiputados: su cabeza de lista, Javier Nart —ha repetido como independiente y va número dos en la lista del 9J— y Juan Carlos Girauta, que saltó ahora a Vox como candidato europeo después de darse de baja de Ciudadanos. A partir de esta fecha, el crecimiento del partido fue imparable.

La última celebración electoral de Ciudadanos fue precisamente en las europeas de 2019. Albert Rivera había conseguido hacía unos meses la sorprendente cifra de 57 diputados en el Congreso de los Diputados, y en Europa consiguieron 8 escaños. A partir de este momento, la formación naranja no ha dejado de encadenar derrotas en las urnas. Paradójicamente, el 2019 fue el año en que Ciudadanos consiguió las máximas cuotas de poder, pero también empezó su declive que ha acabado en prácticamente su desaparición. En las generales del mes de abril de 2019, Ciudadanos consiguió ser la tercera fuerza con 57 escaños y más de 3 millones de votos, a unos 200.000 y ocho diputados de superar al PP de Pablo Casado. Un mes después, el 26 de mayo de 2019, consiguieron los mejores datos en unas autonómicas y municipales. Formaron gobierno con el PP en la Región de Murcia, la Comunidad de Madrid y Castilla y León. En Andalucía, Juan Marín se convirtió en vicepresidente de Juanma Moreno. Además, Ciutadans era la primera fuerza política en Catalunya con 36 diputados. En Madrid, Begoña Villacís fue la vicealcaldesa después de un pacto con los populares. Sin embargo, el primer gran batacazo de Cs fue como resultado de la repetición electoral en noviembre de 2019, cuando pasaron de tener 57 diputados en la cámara baja a quedarse con 10 y perder 2,5 millones de votos. Aquella derrota llevó a Rivera a dimitir como líder del partido y a Inés Arrimadas a asumir el liderazgo del partido.

5 años de derrotas electorales

El gran golpe de noviembre de 2019, abrió la puerta a una consecución de derrotas. Después de la salida de Rivera, el siguiente gran fracaso fue en Catalunya en febrero de 2021, donde perdieron 30 escaños y más de un millón de votos. De liderar la cámara catalana a convertirse en la séptima fuerza con solo 6 diputados. Poco después se produjo la moción de censura fallida que habían acordado con los socialistas en Murcia para echar al popular Fernando López Miras. La consecuencia fue muy cara para Ciudadanos: expulsados de los gobiernos autonómicos que tenían con el PP en Castilla y León y Madrid, donde se adelantaron las elecciones y Ciudadanos volvió a salir muy castigado, ya que perdió toda la representación en la Asamblea regional.

La siguiente vez fue en Andalucía en 2022, que también certificaron la expulsión de Ciudadanos del parlamento autonómico. Los malos resultados aceleraron la refundación del partido con unas primarias que mostraron las costuras de Ciudadanos. El portavoz adjunto, Edmundo Bal, se enfrentó a la lista amadrinada por Inés Arrimadas, con el 'ticket' Adrián Vázquez y Patricia Guasp al frente, ganadora del proceso. La VI Asamblea General fue un intento de cerrar la crisis, pero desde entonces Ciudadanos vivió en una constante calma interna. Con este escenario se plantaron a las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo de 2023, donde se confirmó un nuevo fracaso para Ciudadanos: desaparecieron de todos los parlamentos autonómicos y perdieron al 85% de sus concejales, además de relevantes plazas como la vicealcaldía en el Ayuntamiento de Madrid. La estrepitosa derrota llevó a Arrimadas a seguir los pasos de Ribera y abandonar el barco y dejar la política, y Ciudadanos decidió no presentarse a las elecciones generales convocadas anticipadamente para el 23 de julio para centrarse en Catalunya y Europa. Dos elecciones que los han acabado de hundir. En Catalunya, Carlos Carrizosa no consiguió apoyos suficientes y han quedado fuera del Parlament, y este domingo en Europa, se ha repetido la misma situación. Los fracasos electorales han ido acompañados de la pérdida de insignias de la formación como Nacho Martín Blanco —número 2 de las listas del PP en Barcelona el 28-M— Edmundo Bal o Francisco Igea, que acabaron siendo expedientados, y Anna Grau.

El auge y el declive de Ciudadanos, de tocar la gloria al auténtico fracaso en 5 años, los lleva ahora a acariciar la desaparición después de no tener representación en ninguna institución.