¿Quién no querría ser comisario de Defensa de la UE? Esta pregunta es la que plantea el diario Politico.eu, y es que ante la invasión rusa de Ucrania y la necesidad de un rearme de la UE dominante la agenda, este nuevo papel propuesto en la próxima Comisión parece que tendría que ser uno de los perfiles más altos de Bruselas. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha dicho que creará la cartera si gana un segundo mandato al frente del ejecutivo de la UE después de las elecciones del domingo. La idea ha generado entusiasmo e incluso se especula que el lugar podría recaer en un peso político pesado como el ministro de Asuntos Exteriores polaco, Radosław Sikorski.

Las naciones de Europa central y oriental dicen que los que están al punto de mira de Rusia, tendrían que ser los primeros. "Tiene sentido", ha dicho en el mismo portal el ministro de Defensa letón, Andris Sprūds, y dijo que la región "ofrece muchos candidatos excelentes" que tienen la experiencia de estar en la primera línea de un "país agresor" y tienen buenas relaciones con Washington.

Otros nombres que están flotando en los círculos diplomáticos son la de la primera ministra estonia, Kaja Kallas, de los liberales, y el del presidente rumano, Klaus Iohannis, del centroderecha Partido Popular Europeo (PPE), que también optaba a convertirse en el próximo secretario general de la OTAN. A veces también se menciona el ministro de Asuntos Exteriores lituano, Gabrielius Landsbergis, también del PPE.

En realidad, sin embargo, el trabajo podría ser solo una placa de identificación sin presupuesto ni poder significativo, destaca la misma publicación. Y es que después de todo, las capitales nacionales guardan celosamente su poder en asuntos militares. El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, dijo que un comisionado de defensa es "concebible", siempre que el foco esté en la coordinación industrial.

El coordinador industrial es de hecho una nueva especificación laboral muy probable: un comisario de planificación económica que intentará encontrar eficiencias en la producción de armas y la infraestructura militar en los 27 países miembros, con un papel potencial también en la gestión de los programas espaciales civiles del bloque.

Disputa entre Michel y Von der Leyen

En Bruselas hierven rumores de que el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, está intentando acabar con su némesis, Ursula von der Leyen, la poderosa jefa de la Comisión Europea. Nunca han tenido una buena relación. Ocho diplomáticos, funcionarios y funcionarios del gobierno nacional de la UE dijeron a la misma publicación que temen que Michel hacer todavía más visible su rivalidad con la presidenta de la Comisión Europea e intentar frustrar un posible segundo mandato.

"Está volviendo loco a todo el mundo, porque su juego es muy obvio: hacer tropezar a Von der Leyen y soñar con su propio lugar", habría destacado un funcionario de la UE. Un funcionario que habría pedido el anonimato para poder hablar de las dos figuras con más poder de la UE con proximidad. Detrás de escena, la guerra de poder entre los dos principales funcionarios de la Unión Europea se desarrolló a través de comidas canceladas y declaraciones extraoficiales estratégicamente escalonadas de un lado a otro. La tensa dinámica salió a la luz durante una visita a Ankara en 2021, cuando Michel cogió la única silla disponible al lado del presidente turco, dejando Von der Leyen relegada a un sofá próximo, en lo que se conoció como Sofagate. Posteriormente, formuló acusaciones de sexismo en el Parlamento Europeo.

Algunos han sugerido que Michel aspira a ocupar el lugar de jefe de política exterior de la UE, sucediendo a Josep Borrell, con quien tiene una buena relación. Su estrategia será separar a los jefes de Estado para conversaciones individuales y no en conversaciones grupales como se hacen ahora, según habrían destacado estos ocho diplomáticos y altos funcionarios.