Desde el día 6 de junio y hasta este domingo día 9 se están celebrando las elecciones en el Parlamento Europeo. Los resultados, sin embargo, no se sabrán hasta tarde, porque los colegios electorales en Italia cierran a las 11 de la noche, y hasta aquella hora no se prevé que se den a conocer los primeros resultados, para no influir. La vorágine informativa ha hecho que estos días se haya hablado mucho de estas elecciones. Ahora bien, tienen algunas peculiaridades que hay que mencionar para no hacerse un lío después.
🔴 Resultados elecciones europeas 2024, DIRECTO | Escrutinio y recuento de votos
➕ Crisis de identidad en la UE por falta de diversidad entre los eurodiputados
➕ Una cuarta parte de las donaciones políticas de la UE van a partidos extremistas
Actualmente, el Parlamento Europeo tiene 705 escaños, ante el máximo permitido por los tratados de la UE que determinan 751. Después de la salida del Reino Unido de la UE el 31 de enero del 2020, y con la pérdida de los 73 diputados del país, 27 diputados adicionales de 14 estados miembros se incorporaron en el Parlamento, para ocupar estos escaños. En estas elecciones, las del 2024, un total de 720 diputados serán escogidos en el Parlamento Europeo y eso es un aumento de 15 diputados con respecto al Parlamento saliente. España, en este caso, gana dos.
Hay que tener en cuenta que los diputados del Parlamento Europeo se reúnen en grupos políticos; no se agrupan por nacionalidades sino en función de su afiliación política. Actualmente, hay siete grupos políticos en el Parlamento Europeo. Son necesarios 23 miembros para constituir un grupo político; en cada grupo tiene que estar representada al menos una cuarta parte de los estados miembros. Los diputados tienen prohibido pertenecer a más de un grupo político y los que no pertenecen a ninguno forman parte de los no inscritos. Los tres europarlamentarios actuales de Junts, por ejemplo, o los 21 del partido húngaro Fidesz son diputados no adscritos.
Parlamento Europeo
Cada grupo político se ocupa de su propia organización interna y antes de cada votación al pleno, los grupos políticos examinan detalladamente los informes elaborados por las comisiones parlamentarias y presentan enmiendas. La posición que adopta el grupo político se determina mediante un debate interno. No se puede obligar a los diputados a votar una opción determinada. Históricamente, siempre ha habido dos grandes familias dominantes en el Parlamento Europeo, el Partido Popular Europeo y los Socialistas y Demócratas. Pero hay otros, como Renew Europe (donde encontraríamos Ciudadanos, PNV o Coalición Canaria), Los Verdes/Alianza Libre Europea (ALE) (con Sumar o ERC), Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) (Vox), Identidad y Democracia y la Izquierda (Podemos, IU o EH Bildu).
La participación y la extrema derecha, en el punto de mira
Los sondeos pronostican una importante subida a las elecciones europeas del 9 de junio de los ultranacionalistas, especialmente, a Francia, Italia, Austria o Países Bajos. Y los conservadores les dan la mano para forjar futuras alianzas. En este sentido, parece que el esfuerzo de larga duración por mantener a las fuerzas extremistas fuera del gobierno en Europa ha acabado oficialmente. Durante décadas, partidos de diferentes colores se han esforzado por tejer alianzas y cerrarles el paso. Pero el cordón sanitario ya ha quedado relegado, ya que los partidos populistas y nacionalistas ganan bastante en todo el continente.
A pesar de ser unas elecciones muy importantes, de hecho, más que las de cada país individualmente, la participación siempre ha estado muy baja. El dibujo del parlamento dependerá de la participación. Una participación que decidirá muchas cosas. Y es que un giro a la derecha o a la extrema derecha, podría significar cambiar estrategias y virar el rumbo de la UE como actor global. La participación en las elecciones europeas siempre ha sido baja desde que empezaron las votaciones en 1979. En las últimas elecciones del 2019, el 50,7% fue un récord. La participación más baja, menos del 43%, se registró en el 2014.