La deriva de Europa hacia la derecha ha sido un largo viaje. El cordón sanitario para frenar a la extrema derecha ha hecho aguas y precisamente estos partidos han conseguido aglutinar cada vez más personas con opiniones euroescépticas que alguna vez han sido marginales. Los avances pueden ser modestos, a primera vista, pero son significativos. Los resultados, pues, llegados a este punto, representan un desafío importante para los funcionarios europeístas que, por ahora, todavía dominan las instituciones europeas.

Los populares ganan las elecciones y la extrema derecha sacude el tablero europeo
 

La consolidación de la extrema derecha seguramente no es inesperada y no plantea una crisis existencial de la UE a un nivel de profundidad elevado, pero está claro que demuestran que la derecha euroescéptica podría reforzar su control sobre la dirección de la UE. En este sentido, es posible que los países centristas lleguen o hablen de una gran coalición para contrarrestar el ascenso de la extrema derecha. Y es que a pesar de la subida, los partidos de centro continúan al frente.

Sobre el papel, estos partidos pro-UE pueden cantar victoria. Solo en cifras la coalición centrista se ha mantenido. El Partido Popular Europeo de centroderecha, los Socialistas y Demócratas de centroizquierda y el liberal Renew Europe son los tres grupos más grandes del Parlamento Europeo. Si se incluyen los Verdes proeuropeos, el centro es, con diferencia, el bloque mayor. Incluso cuando se toman en consideración los avances de los Reformadores Conservadores Europeos de extrema derecha y de Identidad y Democracia, todavía deja al centro dominante, pro-Europa, con una mayoría en el parlamento.

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ACN

El curso de la política europea, sin embargo, no se fija necesariamente dentro del Parlamento Europeo y no está claro que el bloque centrista quiera trabajar de manera conjunta. Si bien estos grupos centristas son todos pro-UE, difieren en todo tipo de políticas. Para aquellos de centroderecha, los cambios políticos internos hacia la extrema derecha podrían hacer que trabajar con la extrema derecha sea cada vez más atractivo en el ámbito europeo.

La extrema derecha crece en cuatro de cinco países fundadores de la UE

El miedo a que la derecha y la extrema derecha se hicieran más fuertes en Europa se ha convertido en una realidad. Los sondeos exponían un aumento y los resultados, que no se han dado a conocer hasta las 11 de la noche, lo han confirmado. La extrema derecha obtiene la mayoría más importante del Parlamento Europeo hasta ahora, 21 diputados más que en los anteriores comicios del 2019. Como dato a destacar, en cuatro de los cinco países fundadores de la UE, la extrema derecha ha ganado o ha quedado en segunda fuerza. Francia, Italia, Alemania, Países Bajos y Bélgica. A pesar del escenario, la líder del PPE, Ursula von der Leyen, ha sacado pecho, y ya se ha apresurado a decir que no pactará ni con la extrema derecha ni con la extrema izquierda. "Construiremos un bastión contra los extremos, de la izquierda y la derecha", ha destacado. "Es un buen día para el PPE, hemos ganado las elecciones europeas. Los votantes han reconocido nuestro liderazgo en los últimos cinco años". A pesar de la voluntad de Von der Leyen, tal como dice Politico.eu, necesita un acuerdo para conseguir lo que ella misma anhela.

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Primera ministra italiana, Giorgia Meloni / Efe

En Francia, la victoria ha sido tan abrumadora que el presidente francés, Emmanuel Macron, ha disuelto la Asamblea Nacional y ha pedido elecciones anticipadas, que serán el 30 de junio. Sin embargo, la extrema derecha también ha ganado en Austria, y Hungría, aunque con matices.

Ahora bien, dos de los países donde tenía más fuerza la extrema derecha hasta ahora eran Finlandia y Suecia. Y en los dos hay un retroceso claro de los resultados. Por otra parte, el Partido Socialista Popular (SF), una formación política de corte verde-y-rojo, ha conseguido este domingo una histórica victoria en las elecciones europeas en Dinamarca, en la que socialdemócratas y liberales, principales fuerzas de la coalición de gobierno, han sufrido un retroceso.

Los peores resultados de Viktor Orbán en la UE

Los resultados oficiales del voto en el Parlamento Europeo en Hungría confirman tanto la victoria del gobernante partido Fidesz del primer ministro, el ultranacionalista Viktor Orbán, con el 44,6%, como la pérdida de popularidad y la subida de la formación Tisza, encabezada por Péter Magyar, que ha quedado segunda con el 29,6%. Aunque ha podido defender con comodidad su primer lugar, el Fidesz ha perdido 8 puntos con respecto al 52% conseguido a las anteriores europeas (2019) y se verá reducir su presencia a la Eurocámara de 13 a 11 escaños.

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Viktor Orbán / Efe

El Tisza del conservador Magyar, un antiguo miembro del Fidesz que abandonó al principio de año la formación del primer ministro y ha conseguido convertirse en rival en pocos meses, estará presente en Estrasburgo por primera vez, y con 7 eurodiputados. Estos son, pues, a pesar de la victoria, los peores resultados para Orbán en las elecciones europeas.

Las dificultades que plantea el aumento de la extrema derecha en la UE

Independientemente de algunos retrocesos, la extrema derecha se ha hecho fuerte dentro de la UE. Eso podría crear dificultades para nombrar a la próxima Comisión Europea —el poder ejecutivo de la UE— que fija la dirección política del bloque. Todavía faltan meses para llegar a la fecha límite y precisamente por este hecho, se pueden prever negociaciones intensas. La misma dinámica se podría desarrollar cuando el parlamento vote sobre políticas. Las coaliciones no son formales en el Parlamento de la UE; más bien, los legisladores votan tema por tema. En este sentido, se podría ver que los partidos de centroderecha voten con la izquierda sobre temas de Ucrania y después trabajar con la extrema derecha temas como política migratoria o acción climática, tal como destaca la CNN.

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Líder del PPE, Ursula von der Leyen / Efe

Las elecciones europeas, a pesar de haber tenido una participación baja, este año, del 51% en el continente, es ligeramente superior a la del año pasado, que superó por poco el 50%. Un hecho paradójico porque, aunque la población se sienta desconectada, tienen un gran impacto en las políticas internas de cada estado miembro de la UE. Solo hay que ver la reacción de Macron después de los resultados, o del primer ministro belga, Alexander De Croo —aunque en Bélgica también había elecciones nacionales, los malos resultados fueron más que evidentes—, que anunció su dimisión.

De los 27 Estados miembros de la UE, 13 jefes de gobierno pertenecen actualmente a partidos europeos de derecha. En los Países Bajos se formará un nuevo gobierno que podría estar dirigido por un miembro de Identidad y Democracia. Hará falta ver, pues, cómo se acaban de componer y tejer alianzas.