El Gobierno ha asegurado que Adif y Mossos d'Esquadra reforzarán la vigilancia a la red de Rodalies con el fin de garantizar el voto a las elecciones europeas del domingo 9 de junio. El refuerzo de la seguridad para esta jornada electoral viene precedido del caos que se produjo al servicio de Rodalies el pasado 12 de mayo, coincidiendo con las elecciones en Catalunya, a raíz de un robo de cobre. La delegación del Gobierno en Catalunya se ha coordinado con Adif y Mossos para detectar y proteger los puntos clave de la red para "garantizar que no hay ninguna manipulación" ni incidente que pueda interferir en la movilidad de la ciudadanía" en la jornada electoral. Los detalles del dispositivo de cara a las elecciones lo ha detallado este viernes el delegado del Gobierno en Catalunya, Carlos Prieto, en una rueda de prensa. "Hablamos con Mossos d'Esquadra en la Junta de Seguridad y hablamos también con Adif. También han hablado entre ellos, y se han seleccionado los puntos clave de la red de Adif que se tienen que proteger" tanto nivel estático como dinámico, ha relatado Prieto.

El cruce de responsabilidades entre Govern y Gobierno todavía se alarga casi un mes después de la gran incidencia. En este sentido, desde el Gobierno insisten que en las elecciones del 12-M la Generalitat era la responsable de "coordinar el dispositivo" para garantizar la jornada de votación, pero, en cambio, en las europeas, como hay circunscripción única, es la delegación quien supervisa el dispositivo. Para la jornada electoral del domingo se desplegarán casi 10.000 agentes en Catalunya, de los cuales la mitad serán Mossos.

Robo de cobre el 12-M

El pasado 12 de mayo un robo de cobre a la estación de Montcada Bifurcació dejó sin servicio mayoría de líneas de Rodalies y generó complicaciones durante semanas, algunas de ellas que se alargarán durante meses. Varios partidos políticos denunciaron la situación ante la Junta Electoral Central por pedir que se ampliara el horario de votación, una petición que se alargó durante toda la jornada, y que se desestimó a última hora. A partir de este robo, el Govern y el Gobierno se intercambió las culpas por la falta de vigilancia.

Con el fin de encontrar el origen al caso, los Mossos activaron efectivos de la policía científica en los lugares afectados para hacer inspecciones oculares. La Unidad Central de Incendios Estructurales descartó que se tratara de un sabotaje y la principal línea de los investigadores fue que estaban ante un grupo criminal especializado en hurtos de cable de cobre. Finalmente, la policía los acabó deteniendo mientras efectuaban un nuevo robo. El juzgado de instrucción 5 de Mollet del Vallès decretó a finales de mayo prisión provisional, comunicada y sin fianza para dos de los cuatro detenidos por el robo. Los otros dos detenidos quedaron en libertad provisional, con comparecencias en el juzgado. Los Mossos atribuyen a los cuatro individuos cinco sustracciones más en otros puntos de la red ferroviaria. La causa está abierta por los delitos de hurto agravado y desorden públicos para los dos detenidos, para los cuales se ha acordado prisión y para uno de los que ha quedado en libertad provisional. Por otra parte, los Mossos d'Esquadra elevaron de nivel 1 al 2 el Plan Operativo Especial (POE) Metal, con el fin de reducir el robo de cobre a todo Catalunya, sobre todo en infraestructuras básicas como el ferrocarril.