Victoria del PP en su particular referéndum sobre Pedro Sánchez y la ley de amnistía en las elecciones europeas. En escaños, 22 a 20. En votos, 5.900.000 a 5.250.000. Desde el primer día, Alberto Núñez Feijóo ha reiterado que estos comicios podían ser “la antesala del cambio” en la Moncloa, los ha presentado como un plebiscito al presidente español y ha reclamado un buen resultado como forma para “ver la luz al final del túnel”. Y las urnas han dado el triunfo al PP. Fuentes del PP ponen de manifiesto que es la “mayor derrota” del PSOE en unas europeas en 25 años y subrayan que en las urnas ha habido “un sí al PP y uno no a la forma de hacer política de Sánchez”. Además, subrayan que todos los partidos que dieron apoyo a la investidura de Pedro Sánchez “han caído” y, sumando sus votos a los de Vox, destacan que “nunca en la historia el centroderecha había tenido un porcentaje tan alto”. Además, los populares han conseguido teñir de azul casi todo el mapa del Estado. La candidatura encabezada por Dolors Montserrat ha sido la más votada en trece de las diecisiete comunidades autónomas: todas excepto Catalunya, Navarra y las Canarias, donde ha ganado el PSOE, y al País Vasco, donde Ahora Repúblicas ha sido la primera fuerza. El 9-J deja cuatro otras claves: el independentismo pierde escaños y votos, Sumar obtiene pocos más apoyos que Podemos, Ciudadanos desaparece del mapa político y Se Acabó la Fiesta irrumpe con fuerza.

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Después de las elecciones en Galicia, el País Vasco y Catalunya, Feijóo subrayaba antes de arrancar la campaña electoral que el 9-J sería la primera vez que “todos los españoles” tendrían la “palabra” para “expresarse” sobre “lo que pasa” en España. Y el PP quería sacar partido. En el centro de todas las miradas ha estado la aprobación definitiva de la ley de amnistía, la investigación judicial a Begoña Gómez y la segunda carta a la ciudadanía de Sánchez. Al principio de año, ninguna encuesta situaba el PP menos de ocho puntos por encima del PSOE y había una, incluso, que le daba quince puntos más que los socialistas. Feijóo reclamaba insistentemente una “respuesta clara” a “las tomaduras de pelo, los engaños, la desigualdad, la corrupción, el barro y el muro” de Pedro Sánchez y ha acabado consiguiendo una diferencia de cuatro puntos porcentuales, más que en las generales del 23-J (fue de 1,39 puntos) y que en las municipales de mayo (fue de 2,49).

Así pues, Feijóo se ha impuesto numéricamente a Sánchez en las que han sido las cuartas elecciones del 2024. Y, para él, las más importantes. En Galicia, el triunfo fue claro del PP, que ratificó la mayoría absoluta y retuvo la Xunta. En el País Vasco, la mejora de los socialistas permitió revalidar el gobierno de coalición con el PNV, aunque los populares celebraron su leve incremento. Y en Catalunya, la victoria de Salvador Illa reforzó Sánchez, mientras el PP quintuplicó los escaños y celebró convertirse en cuarta fuerza. Las europeas han servido para desempatar.

 

Toni Comín, único eurodiputado de Junts

Las elecciones europeas llegan justo un mes después de las elecciones catalanas del 12-M y el día antes que se tenga que constituir el Parlament de Catalunya, todavía con el voto de Carles Puigdemont y Lluís Puig en el aire a causa de la última intromisión del Tribunal Constitucional. En este contexto, Junts no ha podido revalidar los buenos resultados que consiguió en 2019, cuando fue primera fuerza en Catalunya y consiguió dos escaños (aunque en febrero de 2020, a raíz del Brexit, sumó uno tercero, que fue para Clara Ponsatí).

Ahora, la candidatura de Toni Comín, que ha hecho campaña desde la Catalunya Nord y en diferentes ciudades de Europa, ha conseguido mantener solo un escaño para Junts per Catalunya, que ha perdido a dos europarlamentarios y la mitad de los votos. Quien fue conseller de Salud durante el referéndum del 1 de octubre, y que está en el exilio desde 2017, ha anunciado que volverá a Catalunya con Carles Puigdemont.

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Tomàs Molina, fuera de la Eurocámara: Ahora Repúblicas consigue tres escaños

Más nombres propios. El gran fichaje de Esquerra Republicana para el 9-J fue Tomàs Molina, pero el meteorólogo de TV3 no ha conseguido escaño en el Parlamento Europeo. La coalición formada por ERC, Bildu, el BNG y Ara Més ha mantenido los tres escaños que consiguió hace cinco años (ahora sumando el partido balear), aunque por el camino ha perdido 400.000 votos (0,6 puntos porcentuales). De esta forma, Diana Riba, la cabeza de lista de la candidatura, será la única representante de ERC en Bruselas. Además, Bildu ha sido la fuerza más votada en el País Vasco.

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Vox suma dos eurodiputados más

Quien también ha crecido con fuerza, al lado del PP y en paralelo a un contexto europeo de fortalecimiento de la extrema derecha, ha sido Vox. La formación de Santiago Abascal, encabezada en Europa por Jorge Buxadé, pasa de cuatro a seis eurodiputados. Además, el partido de extrema derecha gana 300.000 votos.

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Yolanda Díaz gana la batalla a Irene Montero

La otra pugna que se dirimía esta noche era a la izquierda del PSOE. Después del divorcio entre Sumar y Podemos en diciembre, con la salida de los morados del grupo parlamentario para tener autonomía política, las dos formaciones se habían enfrentado a Galicia y al País Vasco, pero las elecciones europeas eran la prueba de fuego. Y Sumar ha salido vencedor por la mínima. Los de Yolanda Díaz, con Estrella Galán como cabeza de lista, han conseguido tres eurodiputados y 800.000 votos, un escaño más y 230.000 sufragios más que Podemos. En total, el espacio ha perdido un millón de apoyos con respecto a su rendimiento electoral de 2019.

Podemos apostó hace meses por erigir a Irene Montero en candidata y figura visible de la formación para reivindicar su papel en el Ministerio de Igualdad, después de quedarse fuera de las listas electorales de Sumar para el 23-J y de que ninguna figura de Podemos entrara en el nuevo gobierno de coalición con el PSOE. Las elecciones europeas supusieron el motor inicial de Podemos en 2014 y ahora les han servido para subir la voz en medio del mapa político.

La irrupción de Alvise Pérez, un youtuber de extrema derecha, con Se Acabó la Fiesta

Una de las otras novedades del 9-J es la entrada en el Parlamento Europeo de Se Acabó la Fiesta, la agrupación de electores liderada por Alvise Pérez, que da el salto a la política institucional. Con pocos meses de recorrido, ha sumado 800.000 votos e irrumpe en el Parlamento Europeo con tres escaños. Ahora bien, a pesar de los buenos resultados, esta semana él mismo reconocía que la política europea le parece “intrascendente” y confesaba que el objetivo de su candidatura es protegerse judicialmente y “tener visibilidad” de cara a unas futuras elecciones generales.

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El PACMA supera Ciudadanos

Finalmente, como ha ido pasando en las últimas citas electorales, la lupa también enfocaba el roce entre el PACMA y Ciutadans. Y, igual que en Galicia y en Catalunya, los animalistas se han impuesto a los naranjas: 134.000 votos a 120.000 votos. Ninguna de las dos formaciones ha conseguido representación en la Eurocámara. Quien también ha sido superado por el PACMA y se queda fuera de Bruselas son Cree e Izquierda Española.