Cuando faltan pocos días para la aprobación de la ley de amnistía que tiene que permitir el retorno de los políticos exiliados, el president Carles Puigdemont ha reprochado desde Lovaina que el final del exilio no llega gracias al apoyo de la UE a los políticos independentistas sino por la necesidad que el presidente español, Pedro Sánchez, ha tenido de los votos de los diputados independentistas para su investidura.
Puigdemont ha lamentado esta circunstancia en el marco del acto de presentación de un libro del candidato de Junts a las elecciones europeas, Toni Comín, Cartes des del cor d'Europa, al cual ha asistido el ministro presidente de Flandes, Jan Jambon. Los dos políticos catalanes, que han aprovechado el acto para expresar el agradecimiento al apoyo que recibieron del pueblo flamenco, se han referido al final de su exilio que tendrá que comenzar la próxima semana con la aprobación de la ley de amnistía.
España inaceptable
"Pero habrán pasado seis años y medio desde que llegamos a Bruselas y no gracias a los esfuerzos de la UE se habrá acabado este exilio, sino porque los catalanes lo hemos puesto como condición para apoyar al Gobierno", ha señalado Puigdemont después de recordar que han sido víctimas de la represión del Estado español, que "a pesar de ser miembro de la UE se ha comportado de manera inaceptable de acuerdo con los estándares europeos".
Puigdemont ha reivindicado la voluntad de los catalanes de participar con voz propia y de manera directe en la construcción de Europa, en un momento en que la UE tiene que decidir "si acaba convirtiéndose en un superestado que centraliza y uniformiza o si es una federación de identidades múltiples e intereses diversos que se ponen al servicio un objetivo común de paz, bienestar y progreso".
Comín: "España no derrotó el régimen fascista"
También Comín se ha referido a la calidad de la democracia española. Ha recordado que España es una "excepción" en Europa, dado que "es el único estado de Europa que tuvo uno régimen fascista y no lo derrotó". "Y eso explica la mala calidad de la democracia española, que la transición española no fue una verdadera transición a la democracia, que los jueces españoles no tienen nada que ver con los jueces belgas...", ha remachado.
Ha asegurado que España no es hoy una democracia homologable al resto de democracias europeas, y que esta situación explica que "tenga una dificultad estructural para integrar su diversidad nacional" y que "en Catalunya haya una mayoría de la población independentista".