¿Recuerdan los pines que repartió el PSOE hace casi un año en el acto final de campaña del 23-J con el lema 'perro sanxe' y 'perra sanxe'? Formaba parte del cambio brusco en la estrategia de los socialistas de cara a la recta final de aquella campaña electoral, y que consiguió que Pedro Sánchez se mantuviera una legislatura más en la Moncloa. Su partido ha vuelto a hacer uso en este acto final de campaña de este mismo talismán: un pin que se apropia de un insulto proveniente de un adversario político. Esta vez en las chapas se podía leer 'zurdo' y 'zurda'. Se trata del descalificativo que utiliza a Javier Milei para referirse a la gente de izquierdas, y que ha utilizado para atacar al presidente del Gobierno en los últimos días. El conflicto diplomático con Argentina marcó precisamente el arranque de la campaña electoral, y sirvió al PSOE para situar la carrera electoral del 9-J en el mismo marco que el 23-J: un plebiscito contra la ultraderecha y alertar de la amenaza de la conjunción de PP y Vox.

Los pines del PSOE utilizados en los mítines finales del 23-J (izquierda) y 9-J (derecha) / Foto: A.D.

De eso ha ido el acto de este viernes por la noche en Fuenlabrada (Madrid) para cerrar la campaña del PSOE. El discurso de Pedro Sánchez, encargado de poner punto final al mitin, se ha centrado en la práctica totalidad en eso. Se ha referido a los "pactos de la vergüenza" de PP y Vox, y ha hecho públicas sus ganas de "darse el gusto de ganar a Feijóo y Abascal en las urnas". "El PP empezó diciendo que ganaría las elecciones por 10 puntos por encima del PSOE, y ahora piden la hora al árbitro porque quieren empatar el partido; pues lo perderán, porque los socialistas frenaremos a la ultraderecha como hicimos el 23-J", ha aseverado. El líder socialista se ha referido también al "inframundo" de 'Se Acabó la Fiesta', la candidatura del comunicador ultra Alvise Pérez. "Ganaremos a los tres", ha gritado el presidente español, después de asegurar que "no hay una ultraderecha buena y una mala"; sino "una ultraderecha mala y una derecha todavía peor que mala que pacta con la ultraderecha, como es el PP de Feijóo".

Aparte de ministros como Félix Bolaños o Fernando Grande-Marlaska, han participado en este acto de campaña socialistas históricos como José Luis Rodríguez Zapatero y Javier Solana. El expresidente del Gobierno ha intervenido, y ha pedido el voto "de los que no quieren que regresen los brazos en alto en este continente otra vez".

"Europa es la negación del extremismo", ha dicho recordando que esta semana se ha celebrado el octogésimo aniversario del desembarque de Normandía, que permitió la victoria de los aliados en la Segunda Guerra Mundial. Durante su discurso, ha reivindicado al PSOE como un partido con más calidad democrática que el PP: ha recordado que el Consejo General del Poder Judicial está caducado —con mayoría conservadora— porque Alberto Núñez Feijóo se niega a renovarlo. Y ha alertado también que los populares, igual que Vox, pertenecen al "terraplanismo político".

 

La cabeza de lista de los socialistas en estas elecciones, Teresa Ribera, ha pedido el voto, por ejemplo, para "parar con la zurda a los que les gusta levantar la mano y aquellos que no la levantan pero que se juntan con los que sí que lo hacen". Su discurso ha pivotado también en torno al ecologismo y de tener una Europa más verde. Es uno de los aspectos que más ha destacado la vicepresidenta tercera del Gobierno en esta campaña, en tanto que es también ministra para la Transición Ecológica; y el ejecutivo de Pedro Sánchez espera que una vez llegue a Europa pueda convertirse en comisaria europea.

Sin Begoña Gómez

No ha hecho acto de presencia en este cierre de campaña Begoña Gómez. La esposa de Pedro Sánchez sí que acompañó a su marido este miércoles por la tarde en un acto en Benalmádena, en Málaga. El gesto se producía al día siguiente de que fuera citada a declarar en calidad de investigada por el juez Juan Carlos Peinado, y que el presidente del Gobierno publicara una nueva carta en la que señalaba que mantiene las fuerzas para continuar al frente de la Moncloa.

Según apuntan fuentes del Gobierno, Pedro Sánchez y su equipo están convencidos de que el 'caso Begoña' beneficia al PSOE. Tienen cuello abajo que las maniobras "burdas" del juez Peinado pueden movilizar al votante socialista, y que, en todo caso, eso hará que votantes del PP opten por opciones ultras como Vox, positivo de cara a un plebiscito Sánchez-Feijóo.