Juan Carlos Girauta lo ha vuelto a hacer. Después de años retirado de la primera línea política, aceptó ser número 3 de Vox en las elecciones europeas celebradas este domingo como independiente junto con el jefe de la candidatura, Jorge Buxadé y Hermann Tertsch. El abogado, escritor, tertuliano y exdiputado ha dado tantas vueltas políticas como ha querido a lo largo de su carrera. El currículum de Girauta, que iguala a Toni Cantó en cambios de partido, se remonta a mediados de los años 80. En sus inicios militó en el PSC hasta 1986, y después dio el salto al Partido Popular, donde se presentó en las listas en hasta tres elecciones diferentes, pero no consiguió ser elegido en ninguna. La primera vez, en las municipales de 2003 en Castelló d'Empúries; la segunda como candidato al Parlament de Catalunya para Girona en el 2003, y por último, candidato al Congreso por Girona el año 2004. Finalmente, se acabó distanciando del PP por desavenencias con el expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Los inicios de Girauta fueron de muy joven, primero en "partidos de ultraizquierda". En una entrevista en 2018 en El Mundo, confesó que con 15 años decía que era "maoísta" porque "era la única forma posible de ligar" y "divertirse". "El que no fuera uno progre en la Barcelona de 1976 era un burro", sentenció. Según su relato, cuando murió Franco, con 15 años, "estaba en partidos de ultraizquierda", como la Joven Guardia Roja. Si yo estaba en la Joven Guardia Roja era porque miré todas las posibilidades que había y me dije: 'Esto, que es lo más bestia que hay'". "Era maoísta, en teoría. Pero yo no había leído a Mao. ¿Cómo iba a leer a Mao a los 15 años? Había leído a Nietzsche, pero no a Mao. Era una estética. De chaval, la política te entra como una estética", aseguraba. En la misma entrevista añadió "yo me marché del PSOE con 25 años porque leía libros de los disidentes soviéticos, de Kundera. Los comentaba con mis compañeros y me decían que qué facha era".
El paso de Girauta por Ciudadanos
PSOE y PP no han sido los únicos partidos por los que ha pasado Girauta antes de aterrizar en Estrasburgo con la extrema derecha. Después de salir del PP, su suerte llegó de la mano de Ciudadanos y Albert Rivera. Girauta encabezó la lista del partido por Barcelona en las elecciones generales del 2015, cuando se produjo el salto nacional de Albert Rivera, con 40 escaños en el Congreso. Repitió también en 2016, cuando la formación naranja bajó a los 32 diputados. Y siguió siendo una de las caras más visibles de Ciudadanos en las elecciones de 2019, a pesar de que encabezaba la candidatura por Toledo, donde se mudó a consecuencia del auge del independentismo en Catalunya. En las generales de abril del 2019, Ciudadanos tocó techo político con 57 escaños, pero perdería prácticamente todo su capital político en la repetición electoral de noviembre, quedándose con solo 10 diputados.
Este fracaso electoral provocó la dimisión de Rivera como líder del partido. Al día siguiente, Girauta también abandonaba la formación. "Se ha aplastado a un hombre bueno, y yo no quiero estar aquí después de eso", apuntó. Aunque la baja no la tramitaría hasta meses después. El detonante fue la decisión de Inés Arrimadas de pactar con Pedro Sánchez la extensión del estado de alarma por la pandemia de la covid en mayo de 2020.
Incendiario en las redes
El malestar con la cúpula de Ciudadanos ya se venía arrastrando, ya que los acusó de "traicionar a sus votantes". Girauta no se caracteriza por esconder las críticas contra los partidos en los que ha estado. Su malestar con los nuevos líderes de Ciudadanos lo expresaba casi diariamente en su cuenta de X donde retó a antiguos compañeros: "Vosotros, traidores, me comeréis la polla por tiempo", dejó escrito para sorpresa de todo el mundo. Ahora, todos estos mensajes han desaparecido de la red. La técnica de cargar contra compañeros de partido es muy habitual en Girauta, ya que con el PSC también se despachó a gusto. En un tuit aseguró, "el PSC ha decepcionado hoy a muchos. A mí ya no podía: lo abandoné hace 33 años sabiendo lo que era: un partido de lameculos paniaguados mezclados con ladrones fachendosos. Traidores, acomplejados, inmorales y nacionalistas dedicados a servirle a Pujol, el jefe del área metropolitana". Lo escribió en el 2019, cuando todavía estaba a la primera línea política con Ciudadanos. Los continuos insultos en las redes sociales lo llevaron a suspender la cuenta en 2022 después de tachar de "subnormal" a James Rhodes. Girauta también ha tenido mensajes para el PP a los que siempre les ha afeado el no querer pactar con Vox.
Después de la salida de Ciudadanos, su objetivo principal era Inés Arrimadas, a quien acusó de manera indirecta de orquestar una conspiración para hundir a Albert Rivera. Además, la tildó de traidora junto con el resto de compañeros de partido. Desde hace años, Girauta ha dictado sentencia de muerte para la formación naranja, que el porrazo de las europeas lo vuelven a traer a la desaparición. Ahora, cuatro años después, vuelve a la primera línea política de la mano de Vox.
Última parada: Vox
Los volantazos de Girauta lo han llevado, de momento, a ser eurodiputado por Vox, que según detalló él mismo, su fichaje ha sido avalado por el líder de la formación ultra, Santiago Abascal. Con todo, las elecciones del 9-J suponen un retorno de Girauta al Parlamento Europeo, ya que ocupó un escaño entre julio de 2014 y enero de 2016, pero bajo el paraguas de Ciudadanos. Después dejó el acta para hacer carrera en Madrid.
Aunque el abogado catalán aseguraba que estaba retirado de la política, su buena relación con Abascal no era ningún secreto. De hecho, es un habitual de los actos y mítines electorales de Vox. Una de sus últimas apariciones fue en octubre de 2023 en la presentación del cartel de la concentración contra la ley de amnistía y contra "el golpe de Estado de Sánchez" que se celebró en la plaza de Colon de Madrid, organizada por Denaes, una de las dos fundaciones patrocinadas por Vox. Durante el acto, el exdirigente de Ciudadanos aseguró que en caso de que se consumara "el autogolpe" en Catalunya habría "que proceder a la detención del presidente del Gobierno", como se hizo con el expresidente de Perú Pedro Castillo en 2022. El día de la manifestación compartió escenario con Abascal, el director de la Fundación, Iván Vélez y el periodista Luis del Pino.
Girauta ha confesado en una entrevista en Europa Press que estaba "encantado" con la propuesta de Vox. "Es un honor", ha asegurado. A los 63 años, la posibilidad de ocupar durante los próximos cinco años un asiento en Bruselas le supone poner la guinda del pastel de cara a su jubilación, ya que el sueldo que recibirá Girauta también es muy jugoso. La asignación de los eurodiputados asciende a 12.700 euros, entre sueldo mensual fijo y las asignaciones para gastos generales. En cuanto al sueldo, la asignación mensual fija es de 10.075,18 euros brutos, es decir, 7.853,18 euros netos una vez deducido el impuesto de la Unión Europea. En el caso de los eurodiputados, también reciben otras asignaciones del Parlamento Europeo para cubrir los gastos derivados de su actividad política.