En claro retroceso en las encuestas y devorado por el efecto Feijóo, Vox acude al recurso de imponer la fuerza en Catalunya contra el independentismo e intervenir la Generalitat para salir del ostracismo demoscópico a cinco días de las elecciones generales del domingo. El líder del partido ultra, Santiago Abascal, se ha reído este martes del "155 de chiste" que acordó Mariano Rajoy después de los hechos de octubre de 2017 y ha prometido, en caso de gobernar, que trabajará por "una intervención sostenida y duradera para restaurar la concordia". Así lo ha expresado en un desayuno informativo organizado por Europa Press.
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El diagnóstico de Abascal es muy claro. Está convencido de que si él y Feijóo desbancan a Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, Catalunya vivirá "situaciones peores que en 2017," en alusión al referéndum del 1 de octubre de aquel año y el posible rebrote del independentismo. Abascal "no tiene ninguna duda" de que las tensiones políticas volverán si la derecha y la extrema derecha se hacen con el poder y, preguntado por si se puede repetir una situación similar a la de 2017, Abascal ha asegurado que pueden ser "peores". Por eso, su receta es multiplicar la mano dura contra Catalunya.
El líder de Vox ha garantizado que, con su gobierno y ante un hipotético auge del independentismo, "no pasará lo mismo que con el gobierno de mayoría absoluta de Rajoy", que era el presidente español cuando Catalunya celebró el referéndum del 1 de octubre que desembocó en una declaración unilateral de independencia unos días más tarde. Como respuesta inmediata, el PP, el PSOE y Ciudadanos acordaron aplicar el artículo 155 de la Constitución, que aprobaron en el Senado en una jornada histórica en la Cámara Alta. Aquel golpe a las instituciones catalanas propició la destitución en bloque y de forma fulminante del gobierno encabezado por Carles Puigdemont, que ya estaba en el exilio, y la convocatoria de elecciones catalanas para diciembre de 2017, que ganó Ciudadanos en un triunfo histórico de Inés Arrimadas. La exdirigente de los naranjas capitalizó el voto contrario a la independencia de Catalunya, aunque no le sirvió para nada porque Junts, Esquerra y la CUP obtuvieron mayoría en el Parlament.
"Un 155 de chiste"
Para Abascal, el gobierno del PP se quedó corto en la respuesta a la DUI y, en este sentido, ha explicado que Rajoy, con la complicidad de Pedro Sánchez y Albert Rivera, impulsó un "155 de chiste". "Cuando se produce un golpe de Estado no es posible limitar la intervención a unos pocos meses", ha afirmado Abascal, que cree "absolutamente necesario" que la intervención de las instituciones catalanas sea "sostenida" y "duradera" y que sirva "para restaurar la concordia". "Abogamos por imponer la ley y restaurar las herramientas para defenderla. Hay que utilizar todos los resortes del Estado para convencer a la población en Catalunya".