El CIS ha publicado este jueves un barómetro en el que coloca al PSOE como claro ganador de las elecciones generales del 23-J con el 31% de los votos y el PP en segunda posición con el 29,6% de los apoyos; 1,4 puntos de diferencia entre los partidos de Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Sumar se coloca en este barómetro en tercer lugar con el 15,5% de los votos, y Vox en el cuarto con el 11,7%. De la misma manera, el independentismo sufriría un importante porrazo: Esquerra Republicana, Junts per Catalunya y la CUP verían sus votos reducidos a la mitad, cosa que mantiene a los anticapitalistas en la cuerda floja, con el riesgo de quedarse sin representación parlamentaria en Madrid.
Concretamente, el CIS publicado este jueves calcula que el 23-J Esquerra Republicana se llevará solo el 1,7% de los votos. En las elecciones generales de noviembre de 2019, los republicanos se llevaron el 3,61% de los apoyos. Es decir, que reduciría a más de la mitad sus votos en estas generales de 2023. Junts per Catalunya, por su parte, recogió en 2019 el 2,19% de los votos emitidos, y ahora el CIS calcula que puede aspirar a llevarse solo el 1,1%. Y prácticamente lo mismo pasa con la CUP. Hace cuatro años recogió el 1,01% de los votos, y ahora el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas le otorga un 0,6%. Aunque comparativamente la derrota de los anticapitalistas no sería tan brusca como la de ERC o Junts, los estragos pueden ser peores: con este porcentaje de voto corren el riesgo de no poder enviar ni a un solo diputado al Congreso.
En Euskadi el escenario es un poco diferente. Según el CIS, el electorado vasco premia el trabajo hecho por Bildu en la anterior legislatura en el Congreso de los Diputados. Si en 2019 consiguió el 1,15% de los votos, el barómetro calcula que este 23-J puede llegar a llevarse el 1,2% de los apoyos. Ahora bien, el PNV sí que saldría castigado en estas elecciones generales. Hace cuatro años su porcentaje de voto fue del 1,57% y este mes de julio podría llevarse, si se cumplen estos pronósticos, un 1,1%.
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En la última encuesta, el CIS situó al PP de Alberto Núñez Feijóo como ganador de las elecciones generales del 23-J, pero le desvanecía cualquier esperanza de llegar a la presidencia del Gobierno: incluso en las horquillas más optimistas, su suma con Vox era insuficiente para llegar a la mayoría absoluta. Aquella vez el CIS situó al PSOE en la segunda posición, pero los buenos pronósticos para Sumar colocaban el partido de Yolanda Díaz en tercer lugar, y capaz de sumar lo suficiente con Pedro Sánchez para, solo entre los dos partidos de la coalición, llegar a la mayoría absoluta. Si los pronósticos más optimistas no se cumplían, el presidente del Gobierno todavía tenía margen para llegar a acuerdos con el independentismo.
Ahora bien, aquel CIS ya tumbaba cualquier esperanza de los partidos independentistas de sacar un buen resultado. Los cálculos eran prácticamente idénticos que en la encuesta publicada este jueves. Concretamente, calculaba que Esquerra Republicana recibirá el 23-J la mitad de los votos que consiguió en las generales del 10-N del 2019, y preveía una bajada de Junts per Catalunya hasta también casi la mitad de los votos, así como una posible desaparición de la CUP en el hemiciclo del Congreso de los Diputados.
Hay que tener en cuenta, también, la trayectoria del CIS en los últimos tiempos: ha fallado estrepitosamente en citas electorales clave, como las andaluzas del verano pasado o las municipales y autonómicas del 28-M. En todas ellas fue entregando buenas noticias para el PSOE, cosa que después en las urnas se tradujo en derrotas socialistas. Ahora, además, el barómetro publicado este jueves va absolutamente a contracorriente. No hay ninguna encuesta que haga al PSOE ganador. Incluso antes de celebrarse el cara a cara, todos los barómetros situaban al PP por delante, y con diferencia; solo con la duda de si Feijóo conseguirá los suficientes apoyos para poder ser investido como presidente y formar gobierno.
Las encuestas del CIS
Esa macroencuesta, sin embargo, se hizo a partir de 29.201 entrevistas telefónicas. Es decir, que el Centro de Investigaciones Sociológicas contó con muchos más ingredientes de los que acostumbra a tener. Y, para contextualizar, aquellas llamadas se realizaron durante 20 días del mes de junio: del día 8 al día 27, cuando todavía quedaban muchos días para que empezara la campaña electoral.
El barómetro publicado este jueves, sin embargo, vuelve a la normalidad: se ha realizado a través de 4.000 encuestas telefónicas, cosa que hace que no se puedan hacer cálculos sobre escaños, y que la encuesta se limite solo a hacer aproximaciones sobre el porcentaje de voto de las formaciones. De todos modos, estas llamadas se produjeron los primeros días de julio. Eso significa que los encuestados ya se encontraban en fechas próximas al día de las elecciones. Ahora bien, todavía no se había producido el cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, en el que el líder popular salió mejor parado.