La CUP se queda sin representación en el Congreso de los Diputados después de las elecciones generales del 23 de julio. La formación anticapitalista obtuvo 2 diputados en noviembre de 2019 y 246.971 votos. El partido encabezado por Albert Botran se presentó por primera vez a unas elecciones generales y consiguió incrustarse en el parlamento español con Mireia Vehí y el mismo Botran. La promesa de ingobernabilidad con la intención de bloquear el Congreso se ha alargado tres años y medio. El adelantamiento electoral de Pedro Sánchez ha arrebatado la presencia de los cupaires en el Congreso.

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La CUP de Albert Botran desaparece del Congreso

Las reacciones en esta noche electoral se han iniciado en las sedes de los partidos derrotados. Después de las palabras de Roger Montañola y el PDeCAT, ha tenido lugar el turno de Albert Botran y la CUP, que han ido en la misma línea que los posconvergentes. El cupaire ha querido repartir, en primer lugar, agradecimientos "a todo el mundo que se ha aplicado en la campaña". "Estamos orgullosos de la campaña y el trabajo hecho por los compañeros", ha puntualizado.

El agradecimiento se ha extendido también a todos los millares de votantes y a "la papeleta por plantar cara" que simbolizaba la Candidatura d'Unitat Popular. El cabeza de lista por Barcelona ha reconocido que "son unos resultados malos y que, por lo tanto, no hemos alcanzado los objetivos que nos habíamos marcado". En la misma dirección, ha subrayado que "en estas elecciones no hemos sido capaces de abrir camino a una alternativa independentista, de izquierdas y antifascista en un momento de polarización entre los bloques PSOE-PP-VOX. Venimos de lejos, durante mucho tiempo hemos estado fuera de las instituciones. Nadie se marcha a casa porque tenemos un deber con el país y su gente. El compromiso independentista, anticapitalista, feminista y ecologista se mantiene intacto".

 

La CUP simboliza el descenso independentista

14 de 48. Estos son el número de diputados independentistas en comparación con el número de diputados de los partidos estatales. Un varapalo sonado del independentismo que ha perdido más de medio millón de votos en solo cuatro años y 9 diputados. La forma visual más clara y obvia de este descenso se simboliza con la desaparición de los anticapitalistas, que han perdido la representación alcanzada en noviembre de 2019. Una reducción de casi el 50% de los electos de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) —ha bajado de 13 a 7 diputados— es la otra cara que demuestra el evidente descenso del voto soberanista.