Victoria que se queda corta. Alberto Núñez Feijóo ha ganado las elecciones generales del 23-J, pero la posibilidad de llegar a la Moncloa parece habérsele escapado de las manos. El PP (136 diputados) y Vox (33) no han sumado suficientes escaños y eso los aleja de poder gobernar España durante la próxima legislatura. Como la mayoría absoluta se consigue con 176 escaños en la cámara baja, tampoco serían suficientes los votos de Coalición Canaria (1) y Unión del Pueblo Navarro (1) para convertir a Feijóo en presidente del Gobierno. El PP no tiene suficiente con la extrema derecha, a pesar de haber sido la fuerza más votada de la jornada. El sueño de volver a la Moncloa se ha desvanecido en un recuento frenético, que no se ha decidido hasta el final. Las dos sedes de los principales partidos españoles han vivido una montaña rusa de emociones.
🔴 Resultados Elecciones Generales 2023, DIRECTO | Posibles pactos: ¿quién podrá gobernar?
En la otra cara de la moneda, Pedro Sánchez sí que tiene posibilidad de mantenerse en la Moncloa. Ahora bien, no lo tendrá nada fácil, y podría producirse un escenario de bloqueo que condujera a unas nuevas elecciones generales. Los 122 escaños del PSOE suman un total de 153 si se juntan a los 31 que ha conseguido Sumar. Y, si consiguiera convencer a Esquerra Republicana (7), Bildu (6) y PNV (5) y BNG (1), ya tendría un total de 172 votos asegurados para su investidura. Pero a Sánchez le tocará sudar la gota gorda, ya que tendrá que convencer a Junts per Catalunya para que se abstenga si quiere seguir siendo presidente español. Eso le permitiría perder la primera votación de investidura, que hay que ganar por mayoría absoluta; pero podría gobernar si superara la segunda, donde solo es necesario obtener la mayoría simple, es decir, más votos positivos que negativos.
Al fin y al cabo, el resultado final ha acabado con un empate de bloques, si se tiene en cuenta quién tiene preferencia para que en la Moncloa entre Sánchez o Feijóo. El bloque de derechas ha sumado 169 escaños. Todas las otras formaciones ya han anunciado que prefieren un Gobierno presidido por los socialistas que por el PP, y más todavía si los últimos formaran una coalición con Vox. El PNV, por ejemplo, se había abierto a investir a Feijóo, pero siempre pidiendo que la extrema derecha quedara fuera de la ecuación. PSOE, Sumar, ERC, Bildu, PNV y BNG suman 172 diputados, solo tres más que el otro bloque. El resultado del 23-J pone el foco, pues, sobre Junts per Catalunya, que hasta ahora ha reiterado que no investirán a un presidente español que no acepte un referéndum de autodeterminación en Catalunya. La investidura pasará por Waterloo.
El escrutinio, una montaña rusa
La noche en Ferraz ha empezado con exaltación. Por mucho que los sondeos publicados al cierre de los colegios electorales hayan mostrado una fotografía similar a la de los barómetros publicados durante las últimas semanas, los primeros escrutinios han cambiado el marcador. El PSOE se situaba muy por delante del PP en las primeras papeletas contabilizadas. Y de golpe los populares pasaban de ser los favoritos de ganar las elecciones a perder estrepitosamente.
Con los primeros sondeos, la portavoz de la ejecutiva socialista, Pilar Alegría, ha pedido "máxima prudencia". El resultado no solo no era definitivo, sino que era solo una encuesta. Todo ha empezado a variar desde el cierre de los colegios electorales, cuando las urnas han empezado a ser analizadas. La sede de los socialistas ha empezado a enloquecer, y en todo el edificio se oían los gritos de celebración de la dirección del partido cada vez que se sumaba un escaño de color rojo al marcador.
El PP se lleva la satisfacción de haber vuelto a ganar unas elecciones generales 7 años más tarde, pero a la calculadora no le salen los números, aunque los primeros compases eran prometedores. En la sede del PP, en la calle Génova de Madrid, se ha notado un buen regusto de boca después de conocer los resultados del sondeo de TV3. La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha comparecido con una sonrisa en la boca dando casi por hecha la victoria. "El PP recuperará la posición de primera fuerza en unas elecciones generales", ha dicho, incluso admitiendo que Feijóo sería el próximo presidente del gobierno. El caso es que las expectativas del PP eran altas porque en el laboratorio popular veían casi hecho el triunfo y gobierno, que situaban en los 150 diputados, que es lo que apuntaba el sondeo de las televisiones públicas.
El equipo de Feijóo ha esperado hasta el último momento antes de admitir que tienen muy difícil volver a la Moncloa. La ilusión entre los populares se ha esfumado a medida que ha ido avanzando el escrutinio, que ha dibujado desde el principio un escenario muy igualado, a diferencia de lo que marcaban la mayoría de encuestas que se habían publicado hasta el momento. Las sonrisas se han acabado, a base del avance del escrutinio.