Carles Puigdemont es un elemento movilizador para el independentismo, pero también lo es para la derecha y la extrema derecha. La figura del expresidente catalán puede empujar parte del independentismo a las urnas, pero también se erige como arma arrojadiza para el PP y Vox en tiempo de batalla electoral. Y el Partido Popular ha empezado a jugar esta carta a las puertas de la campaña electoral, por boca de su líder, Alberto Núñez Feijóo. La decisión del Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) de rechazar la inmunidad parlamentaria y las revelaciones de Puigdemont en las últimas horas sobre los indultos han despertado el interés de la sala de máquinas del PP.

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Según ha explicado Puigdemont este jueves por la mañana en una entrevista en RAC1, "personas del PSOE" le han ofrecido más de una vez un indulto a cambio de entregarse y pasar un tiempo encarcelado. "Sí, esta propuesta era creíble, pero yo no estoy dispuesto a ello, no busco el indulto". Aunque se trata de una información ya conocida y explicada por el mismo presidente, el elemento Puigdemont se convierte rápido en munición para el bloque conservador.

Conscientes de eso, Núñez Feijóo estrecha el círculo sobre Pedro Sánchez. En una entrevista hecha este miércoles por la noche en Telecinco, el líder del PP y candidato a la presidencia del Gobierno, ha pedido al presidente socialista que se comprometa a no indultar a Puigdemont si finalmente acaba juzgado y condenado por los tribunales españoles y en caso de que Sánchez siga siendo presidente. "Yo espero que el señor Sánchez se pronuncie en las próximas horas de que no indultará al señor Puigdemont. Ahora bien, lamentablemente el PSOE está gobernando en muchos lugares con el partido de Puigdemont y el Partido Socialista", ha dicho. En la entrevista, el presidente del PP mostró la satisfacción por la sentencia del TGUE, que ha levantado la inmunidad al expresidente catalán.

"Todo el mundo celebra la decisión, porque confirma que el caso se ha instruido bien," ha asegurado Feijóo, que considera que Puigdemont "atentó contra la Constitución, contra el Estado y cometió diferentes delitos, no se puede pasear por Europa como si no hubiera hecho nada". En la sede madrileña de Génova están de enhorabuena porque consideran que el movimiento del TGUE les da la razón y apoya a la posición española con los políticos exiliados. Ahora el PP confía en la justicia europea y en que el procedimiento judicial instigado por el Tribunal Supremo siga adelante y que, al final, Puigdemont sea juzgado.

La figura de Puigdemont, presente

Pero el papel de Puigdemont también tensó los días previos a las investiduras municipales. El caso más paradigmático es el de Barcelona. A pocas horas de la sesión que acabó invistiendo Jaume Collboni, el PSOE, a través de sus ministros, lanzó una retahíla de mensajes que acabaron dando sus frutos. Ante el dilema de hacer alcalde a Xavier Trias o a Jaume Collboni, el gobierno central centró la maquinaria electoral en desgastar al PP. ¿Cómo? A través de Carles Puigdemont y haciendo un uso despectivo. La portavoz Isabel Rodríguez acusó al PP de querer avalar "un gobierno de independentistas de Puigdemont", refiriéndose a la posibilidad de permitir la investidura de Xavier Trias.