El PSOE toma la iniciativa y pone de manifiesto que Extremadura es el campo de pruebas de lo que puede pasar en el estado español después de las elecciones generales del 23-J: la presidenta socialista de la Asamblea extremeña ha decidido aprovechar el desacuerdo entre el PP y Vox, y oficializar que Guillermo Fernández Vara será el candidato a la investidura para mantenerse en el cargo de presidente de la Junta de esta comunidad autónoma. Lo ha hecho, además, al día siguiente que la líder del PP en Extremadura, María Guardiola, pidiera dejar en "stand by" esta investidura a fin de que los populares tuvieran tiempo de llegar a un acuerdo con Vox.
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La prueba más evidente de que Extremadura es un laboratorio de pactos y del escenario posterior al 23-J es que el PSOE ha tomado ahora la iniciativa girando el calendario a la contra del PP: el pleno de investidura se celebrará los días 5 y 6 de julio; a las puertas de la campaña de las elecciones generales. En la primera votación, la investidura es prácticamente imposible: o el PP o Vox tendrían que votar a favor. Y en la segunda votación —que previsiblemente se celebraría el sábado 8 de agosto, primer día de campaña—, tendría que ser muy rocambolesca: el PP o Vox se tendrían que abstener. La jugada del PSOE será evidenciar cómo los populares van de la mano de la extrema derecha, y desgastar a Alberto Núñez-Feijóo a través de Extremadura.
Así lo ha anunciado la presidenta de la Asamblea de Extremadura, Blanca Martín, en una rueda de prensa posterior a la ronda de contactos que mantuvo el martes con los candidatos de los cuatro grupos parlamentarios: PSOE, PP, Vox y Unidas por Extremadura. Hay que señalar que si Martín se ha convertido en presidenta parlamentaria en esta comunidad autónoma ha sido también fruto del desacuerdo entre PP y PSOE. Ya que en otros territorios en qué sí que se había llegado a un preacuerdo, la extrema derecha ha conseguido la presidencia de los parlamentos.
La decisión de Martín se ha tomado al día siguiente de que la líder del PP en Extremadura, María Guardiola, pidiera dejar en "stand by" la investidura "fallida" del actual presidente, Guillermo Fernández Vara, a fin de que su partido llegue finalmente a un acuerdo con Vox. Concretamente, pidió a Martín que le diera unos "días" para ultimar un pacto con la extrema derecha, después de que el inmovilismo de PP y Vox haya llevado a las dos formaciones a no poder llegar un acuerdo.
¿Qué pasa si falla la investidura de Vara?
Si la investidura de Guillermo Fernández Vara fracasara, no se convocarían elecciones de forma inmediata. Una vez superadas las elecciones del 23-J, el PP y Vox dispondrían de dos meses para pactar una investidura del PP, previsiblemente de María Guardiola. Si esta vía también fracasara, entonces sí que los extremeños serían convocados a unas nuevas elecciones autonómicas.