Gabriel Rufián ha ido reiterando durante toda la campaña electoral para las elecciones generales del 23 de julio que ERC se ha sentido muy sola defendiendo Catalunya en el Congreso, un reproche a los partidos independentistas que ha trasladado también al debate electoral a ocho entre los cabezas de lista. Solo empezar el debate le ha recriminado, vía pregunta, a Albert Botran de la CUP, que si comparten diagnóstico de los problemas, por qué no pueden actuar juntos para buscar las soluciones. Y el cupaire le ha señalado que su estrategia en Madrid, basada en la mesa de diálogo con el Gobierno, solo ha servido para desmovilizar el independentismo y hacer ver que el problema entre Catalunya y España se ha resuelto en la última legislatura.
Pero Rufián, ante este ataque, ha insistido en defender esta mesa de negociación y ha reclamado al resto de partidos independentistas que expliquen cuál es su alternativa para resolver el conflicto con un referéndum de autodeterminación. "No soy su enemigo", ha ido repitiendo en reiteradas ocasiones el republicano a Míriam Nogueras y Botran, a quien le ha rogado que les "ayude" en el Congreso a la hora de enfrentarse al Gobierno. Durante estas últimas semanas, el candidato de ERC también ha defendido mantener la mesa si gobierna el PP después de las elecciones.
Rufián reclama que el precio a la investidura vaya más allá de frases vacías
Con todo, ante la propuesta que le ha hecho la candidata de Junts de no investir ningún presidente del Gobierno que no transfiera las competencias para realizar un referéndum en Catalunya, ha contestado que su partido es "campeón en referéndums", recordando la pena de prisión a Oriol Junqueras, "el más condenado de todos". Y en la misma línea, ha reprochado a Nogueras que el precio también tiene que incluir elementos concretos como lengua o infraestructuras, "más allá de frases vacías".
Yendo más allá, Rufián ha llegado a reprochar a Nogueras que le acuse de haber llegado a pactos con el PSOE "a cambio de nada", cuando esta noche, según él mismo ha puesto como ejemplo, Carme Forcadell o Quim Forn han podido ver el debate desde su casa. Durante toda la campaña, Rufián y ERC han ido sacando pecho de haber conseguido los indultos después de negociarlos con el gobierno español. De hecho, este es uno de los grandes hitos que ha querido destacar ERC, conjuntamente con la subida del salario mínimo o de las pensiones, tras haber "obligado" al PSOE a mirar hacia su izquierda.
Como ya hizo en el debate a siete de portavoces a RTVE, en el cual contó con la complicidad de Óskar Matute de EH Bildu, Rufián ha empezado su intervención entregando a los candidatos de PP y Vox unos ejemplares de las revistas escritas en catalán vetadas en Borriana por el gobierno de derecha y ultraderecha. Entonces, Iván Espinosa de los Monteros la hojeó, pero en este caso el popular Nacho Martín Blanco se ha mostrado indignado y le ha devuelto la publicación: "A mí, de lecciones de defensa de la lengua, no me da nadie".