La estrategia contra la sequía ha salpicado a las elecciones municipales 2023. La falta de agua se está convirtiendo en un problema crítico, el Gobierno ha ampliado este mes de mayo la excepcionalidad por la sequía en 495 municipios. Algunos puntos golpeados por las restricciones, como l'Espluga de Francolí, sufren cortes de agua de 12 h, mientras que los regantes de Lleida se ven asfixiados por la falta de agua para el regadío después del cierre del canal de Urgell y del Segarra-Garrigues. Miles de árboles frutales están en peligro y la subida de precio posterior a los mercados, cada día está más cerca. El Pantà de Sau se ha convertido en un símbolo icónico de esta sequía, ya que se ha vaciado hasta límites históricos: ha llegado a estar solo al 6% de su capacidad. La estrategia contra la sequía ha sido duramente criticada por muchos habitantes de Catalunya, desde de ElNacional.cat nos hemos desplazado para ver qué piensan los más afectados:
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Catalunya, a punto de entrar en fase de emergencia
Después de dos años de lluvia muy escasa, nos encontramos con muy poca agua acumulada en los embalses en este mayo del 2023, que a pesar de las lluvias de las últimas semanas, continúan al 25%. En las cabeceras de los ríos vuelve a correr agua, pero no es el final de la sequía: la lluvia de los últimos días solo se traduce en una ampliación en el margen de actuación contra la falta de agua. De momento, en la previsión del tiempo de las próximas semanas no se contempla ninguna regada importante en Catalunya.
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El Govern, por su parte, ha sido muy criticado por las medidas tomadas contra esta crisis climática. Los regantes de Lleida son uno de los colectivos más afectados desde el cierre del canal de Urgell el pasado 25 de abril. El sindicato reclama al Gobierno español medidas urgentes económicas (ayudas directas, financiación, flexibilización de condiciones de ayudas directas y de desarrollo rural), aunque también reclaman tener en cuenta la supervivencia del ganado y de las plantaciones de fruteros, y por eso piden obras de emergencia para facilitar agua que asegure los abastecimientos. La situación es crítica en toda Catalunya y se entrará en fase de emergencia en septiembre si no llueve suficiente. En este caso, una de las medidas que entrarían en marcha sería la limitación de agua por habitante y día que ahora es de 230 litros y que pasaría a ser de 200 litros.
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Duras críticas contra la gestión del agua
Los regantes, aunque son uno de los colectivos más golpeados por esta sequía, no son los únicos. Los habitantes de Vilanova de Sau y zonas próximas al Pantano han sufrido la evolución de esta sequía de bien cerca, con el turismo de sequía. En sus declaraciones, tienen claro que la gestión de esta sequía no ha sido correcta. "Se sabe que este tipo de sequías son muy frecuentes y no se han tomado bastantes medidas", se queja un vecino. Además, los estudios científicos contra el cambio climático avalan que cada vez serán más intensas. Los habitantes de Vilanova de Sau también se quejan del espectáculo que se está haciendo con esta sequía: "se dijo que se sacarían 60 toneladas de peces del pantano, pero el vaciamiento con redes no ha sido efectivo. Se enganchaban y se rompían, solo han podido sacar 2 toneladas".
De momento, comentan que no han recibido ningún aviso informando de cortes de agua "no nos pueden hacer eso, tenemos que alimentar el ganado", y se quejan de que las soluciones llegan mal y tarde "siempre lo pagamos los mismos. ¿Dónde están las desaladoras que se prometieron a la anterior sequía?". Recalcan que estos procesos se repiten cíclicamente y que hay que pensar en un futuro a medio plazo, no solo solucionar los problemas del futuro inmediato. Quedan, como el resto de Catalunya, a la espera de más lluvias y alternativas más eficientes del uso del agua. Las limitaciones en caso de emergencia podrían afectar a la limpieza de vehículos y el consumo de agua industrial.