Muy pocas encuestas garantizan la entrada de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Barcelona en estas elecciones municipales. Pero Anna Grau (Girona, 1967) busca transmitir todo el empuje posible hasta el punto de verse decidiendo al futuro alcalde de la capital de Catalunya. Ha hecho una campaña disruptiva, erigiéndose como la abanderada contra las ocupaciones de la Bonanova. Insiste en que es uno de los principales problemas que vive la ciudad. En esta entrevista con ElNacional.cat, Grau también quiere desmarcarse de lo que pasó cuatro años con Manuel Valls ("una vergüenza para Ciudadanos"), que regaló los votos a Ada Colau para evitar un alcalde independentista. De hecho, se muestra dispuesta a hablar con cualquier candidato excepto una: la actual alcaldesa.

Foto: Carlos Baglietto

Dicen de usted que era una nacionalista convencida. ¿Cuándo se torció todo?
Yo era una catalanista convencida. Venía orgullosamente de una familia muy catalana y catalanista. Y parecía que éramos los buenos de la película, los que dábamos lecciones de modos y democracia a los demás. Probablemente lo recuerdo un poco idealizado, ¿eh? Porque ya entonces había goteras. En todo caso, en un momento dado, el oasis catalán se empezó a enrarecer y yo, precisamente por ser periodista, lo noté antes. Elementos hostiles y una fuerte presión para vivir la catalanidad de una determinada forma. No ser independentista y no aceptar un predominio del independentismo en ámbitos profesionales, civiles, y sociales empezó a ser un problema. Ahí es donde yo me planté. Yo intento ser coherente con mis valores: que nadie es más que nadie y si tengo dos lenguas no me tengo que dejar tomar ni una.

¿Y ahora se considera catalanista?
Me considero muy catalana. Y que el catalanismo ha perdido el norte, ha perdido el foco. Ya no es una cosa integradora. Se ha vuelto excluyente. Quizás si se negociaran menos indultos y más Rodalies, mejor nos iría. Pero en todo caso, demuestra el grado de intransigencia, que va a más en todos los ámbitos políticos. Eso también lo vemos en el ámbito de la izquierda. Primero eran socialistas progres, después son de Podemos y ahora son ultraintervencionistas radicales y muy agresivos.

¿"Agresivos"?
La izquierda, para no admitir que las políticas que propone generalmente aumentan las desigualdades, en lugar de disminuirlas, ha dado el salto al control de la vida privada. Ya tenemos una izquierda intervencionista en la vida privada, que dice a todo el mundo lo que tiene que hacer, como no se veía desde los tiempos del franquismo. Desde la Sección Femenina que no veíamos un feminismo como el de la señora Montero y amigas.

¿Pero es comparable al franquismo...?
Totalmente, sí, sí. El régimen franquista, que se alinea con los grandes fascismos, nunca estuvo tan elaborado teóricamente. Franco sabe que quiere mandar, sabe que quiere ser un dictador, eso lo tiene claro, pero no sabe cómo dotar de contenido su dictadura. Y tira del fondo de armario de la Iglesia católica más rancia de la época e impone estos valores a todo el mundo. La mujer debía obediencia al marido, el adulterio femenino era prisión...

¿Y es comparable?
Todo eso que ahora nos parecen disparates no es tan diferente de algunas cosas que se propugnan desde el Ministerio de Igualdad y de sus terminales podemitas. Y con el tiempo lo acabaremos lamentando.

"Desde la Sección Femenina que no veíamos un feminismo como el de la señora Montero y amigas"

Foto: Carlos Baglietto

Aterrizando un poco a la realidad barcelonesa, ¿las políticas del gobierno de Colau son equiparables en el autoritarismo al régimen franquista?
No, porque no le dejan. Pero si pudiera... Yo he conocido a pocos políticos tan autoritarios como el Ada Colau. Una cosa que me asusta es que vas a ver entidades, a visitar barrios, y todo el mundo se queja de lo mismo: Colau no me coge el teléfono, Colau no quiere hablar con nosotros, Colau no nos quiere recibir. Me cuesta entender cómo se pueden aplicar políticas tan drásticas como las que ha aplicado con tan poco consenso. Eso explica, seguramente, que el ciclo Colau esté acelerando su final. Estoy convencida de que Colau no será alcaldesa de Barcelona. Porque le será difícil y porque ya no quiere dar la cara. Quiere dar el salto a Madrid con Yolanda Díaz. De Barcelona ya se ha aburrido y se nota.

¿No es una banalización del autoritarismo?
No. A ver, el autoritarismo es autoritarismo. En no democracia, el autoritarismo no tiene ningún límite, pero en democracia tiene el límite que los votantes le queramos poner. En Catalunya hace muchos años que hay mucha gente que calla para no discutir, y eso ha distorsionado el debate político y, diría, el debate civil, social y familiar. En las sobremesas, en los telediarios, en muchos debates, hace muchos años que solo hablan los mismos. Entonces, eso tiene consecuencias. Solo en un entorno político muy alterado es posible normalizar cosas como la ocupación o discutir si somos bilingües.

Su lema de campaña hace una llamamiento liberarse. ¿De qué?
Del miedo a la complejidad, del miedo a decir lo que se piensa. El "haga como yo y no se meta en política" tendría que estar superado. Usted me decía si yo podía comparar a Ada Colau con Franco. Hombre, no lo pienso por falta de medios, pero no por falta de ganas. Pero sí que lo podría comparar con el Jordi Pujol. Llegó a mandar una bestialidad. E incluso los adversarios políticos le tenían miedo. Se inventó aquello del "eso no toca". Ada Colau es igual, solo que con menos complejos, porque al ser de izquierdas se piensa que no lo tiene que justificar.

¿Cuál sería la primera medida como alcaldesa?
Mis cuatro líneas rojas. La primera, bilingüismo activo y proactivo, acabando con las políticas hispanófobas del Ayuntamiento y dejar de subvencionar a Plataformas per la Lengua y otras entidades cutremafiosas. La segunda STOP Superilles: corregir el urbanismo bolivariano y resucitar la movilidad. Hay cosas que no se podrán revertir, como la Superilla de Consell de Cent, pero hay muchas otras que sí. La tercera, revertir el gran hachazo fiscal de 2020, que subieron todos los impuestos sin piedad, sin misericordia y sin sentido porque no vemos un retorno social. Y la cuarta, obviamente, fuera ocupas, cero tolerancia. Estas son las cuatro líneas rojas sin las cuales Ciudadanos no hará confianza a nadie. No daremos cheques en blanco a nadie. La única línea infranqueable es que yo nunca ayudaré a que Colau vuelva a ser alcaldesa. Todos los demás podemos hablar sobre la base del programa.

¿Las ocupaciones son realmente uno de los principales de Barcelona?
Me parece que sí. ¿Usted cree que no?

Yo pregunto.
Mire, yo soy periodista como usted y una de las cosas que me preocupan...

¿No le preocupan más los pisos vacíos, las familias vulnerables desahuciadas, gente que tiene que ocupar porque no tiene dónde vivir, porque no hay una administración que le dé un techo...?
Todo está interconectado, pero no de la manera que nos está explicando el Ayuntamiento. Yo como periodista estoy muy preocupada por la deriva propagandística del discurso político y por la falta de sentido crítico de los medios de comunicación. Yo sigo aplicando técnicas periodísticas en mi trabajo político y hablo con mucha gente. Cada día hablo con mucha gente y creo mucha información. Y las conclusiones a las que he llegado es que los ocupas no suelen ser gente vulnerable.

¿Tiene datos para afirmar eso?
Tengo bastantes percepciones y hablo con mucha gente, insisto. Normalmente, la persona de verdad vulnerable es la que duerme en la calle o la que se encuentra, por ejemplo, que está viviendo en un piso y le ha fallado todo. Los auténticos vulnerables están dejados de la mano de Dios. En Barcelona no se ocupa nadie. Un dato importante: el próximo recuento de los sin hogar se hará el día 30 de mayo, dos días después de las elecciones. No tienen narices de hacerlo antes. Se intenta tapar la nefasta política de vivienda con un festival de la ocupación, cortejando a los ocupas, convirtiendo Barcelona en el Camino Santiago de la ocupación delincuencial e ideológica, caradura y muy agresiva.

Le he pedido datos y me ha hablado de "percepciones".
A ver, el año pasado hubo 7.005 casos de ocupación ilegal en Catalunya, un 40% de los casos que hay en toda España. Un 20% de todos estos casos son en Barcelona. Han bajado, sí, pero sigue siendo altísimo. Y lo peor es la combinación de un marco legal ambiguo, que tiene un efecto llamada, con una actitud permisiva del Ayuntamiento, pero también de la Generalitat. Con la actitud delictiva, violenta y amenazadora que están adoptando los ocupas del Kubo hacia todo el mundo que se les acerca, bastaría para entrar la policía y llevárselos. Si yo salgo en un balcón con un hacha a decir que quiero matar a alguien, seguramente la Guardia Urbana vendrá a buscarme. Y con razón. No actúan porque tienen miedo de las consecuencias. Como Trias se bajó los pantalones en Can Vies. Ada Colau es que es una de ellos: llegó a la alcaldía a hombros de los ocupas y a hombros de los ocupas quiere salir para irse a Madrid.

Los vecinos de Sant Gervasi no han denunciado incidentes hasta que determinados partidos, también usted, han ido a manifestarse a las puertas de una campaña electoral.
¿Dónde vive usted? ¿Le puedo preguntar en qué barrio vive?

En el Raval.
Yo tampoco vivo en Sarrià-Sant Gervasi, pero últimamente voy muy a menudo. Y hablo con muchos vecinos. La leyenda urbana de que los vecinos están contentos con el Kubo y La Ruïna, ya le digo que no. Hace tres martes que protesto pacíficamente y los vecinos vienen y me dicen que están hartos, que ya basta, que los desalojen de una vez. Yo, que soy periodista como Usted, voy directamente a la fuente. Y le aseguro que si no tuviera la certitud de que los vecinos de la Bonanova nos agradecen muy masivamente nuestra presencia, no iría. Ya verá que el día que los desalojen habrá fiesta mayor.

¿Para Usted es lo mismo ocupar por necesidad que ocupar por ideología?
Yo no creo que nadie ocupe por necesidad. Y creo que si alguien empuja a alguien a ocupar por necesidad no es una persona progresista, es una mala persona. El Ayuntamiento tiene mano dura con los auténticamente vulnerables, que siempre son los que pagan. Y servilismo con las mafias de la ocupación, que son los que le dan miedo a todo el mundo, se pasean por la calle con hachas y hacen y deshacen carreras políticas como las del Ada Colau.

 

¿Qué opina de Desokupa?
La empresa Desokupa no tendría que existir. Los desalojos se tienen que hacer con orden judicial y actuando la policía. No tiene que ir un señor privado a ganar dinero con la desocupación. Pero es que ahora hay mafias ganando dinero.

¿Y cuál es su política de vivienda?
Tenemos una crisis de vivienda tan fuerte en Barcelona que incluso, si fuera verdad que se pueden crear las ocho mil viviendas que ha dicho Ada Colau, ya no estaríamos a tiempo. Se tiene que desbloquear el alquiler cuanto antes. En la próxima legislatura tienen que salir como sea 2.500 plazas de alquiler. Hay setenta solares donde esto se podría hacer. Pero además hace falta un plan de choque de incentivos al propietario: bajar impuestos y dar seguridad jurídica, que pasa por echar los ocupas. Y avalar a los jóvenes. Todo esto, que ha sido un desastre, empeorará con la ley de vivienda que se ha aprobado en el Congreso. Esta porquería de política de vivienda no solo no mejorará la situación, sino que lo empeorará.

Pasemos al bilingüismo. ¿Qué problema tiene el castellano en Barcelona?
El castellano no tiene un problema en Barcelona. Lo tienen las personas castellanohablantes. Volviendo al símil anterior. La administración franquista hizo grandes esfuerzos por eliminar el catalán de la vida pública, de las escuelas, de la administración, que no fuera una lengua de prestigio, que fuera la lengua de la sirvienta. No salió adelante. Pero sí que consiguió generar mucho sufrimiento a muchos hablantes de catalán. Ahora se intenta lo contrario. Yo cuando veo a una persona, hija de padres castellanohablantes, que dice que está muy contenta por la inmersión, que esto le ha hecho prosperar socialmente. Es fantástico que el catalán sea un ascensor social, pero el castellano también. ¿Qué mensaje enviamos? ¿Que en catalán prosperas y en castellano friegas escaleras?

"Colau quiere dar el salto a Madrid con Yolanda Díaz. De Barcelona ya se ha aburrido y se nota"

Nuevamente, ¿es comparable al franquismo...?
A mí me parece que se nos ha ido la olla. Que hoy en día en un mundo global libre y democrático se pueden defender todas las lenguas. El mismo Plan Nacional per la Llengua de la Generalitat de Catalunya reconoce que las actuales políticas hispanófobas hacen retroceder el uso social del catalán. Es inconcebible que hoy en día, con tantos puntos a favor, cada vez haya menos gente que habla catalán. Y es un signo de aviso: que la politización de la lengua no ayuda al bilingüismo, pero tampoco ayuda a la extensión social del catalán. Yo quiero defender el catalán y el castellano con alegría. Y quiero que todo el mundo ame las dos lenguas de Catalunya.

¿No cree que los datos de uso social del catalán reflejan justamente que no se protege suficiente?
No, al contrario. Pienso que la política hispanófoba cateta, tanto de la Generalitat como del Ayuntamiento de Barcelona, no solo lesiona los derechos de los bilingües, no solo giberiza la cultura barcelonesa y catalana y nos hace parecer de tercera regional, sino que tiene un impacto en el uso social del catalán, que retrocede.

Se ha hablado mucho de inseguridad. ¿Es un problema real?
Yo pienso que sí. Hacía tres meses que vivía en Barcelona y me entraron a robar a casa mientras dormía. Esto no me ha pasado en Madrid, ni en Nueva York, ni en ciudades muy peligrosas. Encima, cuando fui a denunciar a los Mossos d'Esquadra, me agradecieron mucho la denuncia, pero me dijeron que me olvidara absolutamente de que pudieran hacer nada. Me llegan constantemente relatos de personas que están en un problema un sábado por la noche, avisan los Mossos y no van porque no tienen efectivos. Y la Guardia Urbana tampoco. No tiene sentido llenar Barcelona de puntos lilas si entonces no puede ir un policía. Aquí se han hecho muchas derrotas con la seguridad. Para empezar, desde una perspectiva nacionalista, se consideró que la Policía Nacional y la Guardia Civil no tenían que patrullar las calles, solo Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana. Pero no basta. Pedimos 1.500 agentes más de la Guardia Urbana, pistolas Taser, cámaras de videovigilancia, unidad especial antiocupas. Pero también actitud, que no haya miedo a sacarlos a la calle. Parece que aquí utilizar a la policía sea de mal gusto o sea una cosa antiprogre. No hay nada más progresista que yo pueda ir por la calle sola a las tres de la madrugada y no tenga que tener miedo de nada.

 

La delincuencia muchas veces está relacionada con la pobreza.
La hay, pero no mezclemos conceptos. Una cosa es que tengas que tener una política social efectiva, que este ayuntamiento no la tiene. Esto es un gobierno de comunistas del iPhone. No tenemos una política social digna de este nombre y evidentemente que tenemos un tipo de delincuencia asociada a la pobreza. Pero son problemas diferentes. Tienes que tener una política social y una política de seguridad. Una no excluye a la otra y una no excusa a la otra. Si un delincuente multirreincidente tiene un problema social, ya nos ocuparemos cuando esté en prisión, ya lo reinsertaremos, ya lo enviaremos a educadores. Pero si es un delincuente, tiene que entrar en prisión. Ni la ocupación es la solución a los problemas de vivienda ni la delincuencia a los problemas de exclusión social.

¿Y cómo se hace una "política social efectiva", utilizando sus términos, bajando los impuestos?
Hemos detectado una cantidad desmesurada de impuestos que van a chiringuitos colauistas. Solo eliminando esto, eliminando las partidas...

¿Qué son los chiringuitos colauistas?
Pues mira, entidades que no sirven para nada, excepto para colocar a amigos de la señora Colau. Observatorios de los derechos humanos que solo sirven para pagar sueldos abrumadores a personas que han sido o estarán en los comunes. Personas como Asens o Pisarello se han hecho la barba de oro con entidades de este tipo. Yo me he estado una tarde entera discutiendo en el Parlament 90.000 euros de subvención a una entidad que había hecho un análisis del Bicing desde una perspectiva de género. Cosas así son las que se tienen que acabar. Y quizás cuando le demostramos a la gente que los impuestos se utilizan bien, quizás al ciudadano no le sabrá mal volver a pagar un poco más. Pero en estos momentos lo que se hace es sangrar a la gente, las entidades y los negocios y obligar a todo el mundo a pedir ayudas, a entrar en redes clientelares para sobrevivir. Y esto es una manera mafiosa de entender la gestión de los recursos públicos.

"Pedimos 1.500 agentes más de la Guardia Urbana, pistolas Taser, cámaras de videovigilancia y una unidad especial antiocupas"

Foto: Carlos Baglietto

STOP Superilles. ¿No es ir en sentido contrario a lo que hacen las principales ciudades europeas y occidentales?
Mire, yo he vivido seis años en Nueva York. Y en el centro es verdad que hoy en día no ves prácticamente vehículos privados. La gente se mueve básicamente en transporte público, que funciona 24 horas, 7 días a la semana, y cubriendo todo el perímetro. Han conseguido que la gente no coja el coche privado, pero no por la vía de la coerción, sino de dar facilidades para hacerlo de otra manera. Aquí se ha querido hacer todo a toda prisa, muy mal, muy poco consensuadamente, muy a trompicones. Porque la señora Colau sabía que su ciclo sería corto y lo ha querido hacer todo a toda prisa y corriendo, sin consultar a nadie y sin un plan. Después de las animaladas que se han hecho con el urbanismo y la movilidad, no se podrá revertir todo. Algunas cosas que se han hecho ya no tienen remedio. Asfaltar Consell de Cent y poner una porquería como esta, y llamarlo zona verde, no es crear zonas verdes. Es engañar a la gente. Todo eso ahora se irá viendo. Lo tendremos que arreglar. Pero no quiero engañar a la gente. No lo podremos arreglar de un día para otro.

Por su discurso, entiendo que no hará como Manuel Valls, que dio sus votos a Colau para evitar que hubiera un alcalde independentista...
Manuel Valls es una vergüenza para Ciudadanos. Es uno de los grandes fracasos de Ciudadanos. Y es una muestra de lo que no se tiene que hacer en política. Tú no tienes que entrar por personalismo y por hambre de moqueta y coche oficial, no tienes que dar cheques en blanco y no tienes que vender tu alma por dos asesores más. Ciudadanos aprendió amargamente de aquella lección. Aquello hemos aprendido, aquello no se repetirá. Ciudadanos entra en el Ayuntamiento para defender un programa de gobierno y unos principios. Y costará más, costará menos, pero yo no tengo prisa.

Me ha hablado de ser fuerza de gobierno. Entiendo que con Ada Colau no...
¡No!

¿Pero con Maragall o Trias estaría dispuesta?
Yo tengo muy claro que con Ada Colau no tengo nada en común. Todos los otros candidatos a la alcaldía de Barcelona para mí son un misterio. Pienso que ellos tienen muchos más datos de lo que quiero hacer yo que yo de lo que quieren hacer ellos. Por lo tanto, excepto Ada Colau, a mí cualquier candidato que quiera negociar, que se me compre las líneas rojas, podemos hablar. No sé si ellos estarían dispuestos a hablar de bilingüismo, STOP Superilles, bajar los impuestos y STOP ocupas. A quien se apunte podemos hablar.

Serán unas elecciones muy competidas por todos lados. ¿Qué la diferencia a usted de otros candidatos como Daniel Sirera o Eva Parera?
Todo. Absolutamente todo. Nosotros no somos marca blanca de nadie, nunca hemos querido ser el UPN de nadie. Y cuando eso ha podido parecer por pactos fuera de Catalunya, el electorado nos ha dicho claramente que no quería eso, que quería un Ciudadanos libre, fuerte e independiente. Yo pienso que Ciudadanos nació en Barcelona para servir a Barcelona y a Catalunya. El resto de España se tiene que supeditar al proyecto en Catalunya. Yo tengo el compromiso del secretario general de Ciudadanos en España, Adrian Vázquez, que en Catalunya tenemos manos libres para hacer lo que consideremos conveniente y para ser fuerza de gobierno aquí. Y esto nos diferencia totalmente del señor Sirera, que representa a un partido que hace mucho tiempo que abandonó Catalunya. Y la señora Parera es heredera política del señor Manuel Valls, del señor Duran Lleida, de una visión lobista de la política, de una versión instrumental. Y no tiene nada que ver con nosotros.

 

"Las elecciones del 28-M devuelven Ciudadanos al kilómetro cero"

¿Estas elecciones serán una prueba de fuego de Ciudadanos?
Yo pienso que nos devuelven al kilómetro cero de Ciudadanosutadans. Roda el món i torna al Born...

Lo mismo dijo Manuel Valls...
Sí, pero lo digo en catalán y en serio. Yo no soy un resto de serie de la política francesa ni hago turismo político. Yo he estado veinte años fuera de Catalunya. He vuelto ahora a casa. Ciudadanos también ha dado muchas vueltas y de alguna manera se ha vuelto al kilómetro cero, al origen. No me quiero ni imaginar una Catalunya y una Barcelona donde no hubiera nacido Ciudadanos. Estaríamos mucho peor. No habría esperanza. No habría salvación de muchas cosas. El 28-M vuelve a empezar todo. Barcelona saldrá de la decadencia.

Buena parte de las encuestas les dejan fuera.
Bueno...

¿No se las cree?
No. Yo me levanto cada día con una encuesta que me dice que me quedaré fuera del Ayuntamiento y con otra en que me dice que decidiré el alcalde. Me tomo con mucha calma las dos cosas. Yo sé que estaré en el Ayuntamiento y sé que puedo decidir el alcalde de Barcelona, suponiendo que no sea yo.

¿Y qué pasará si quedan fuera?
No pasará.