Sus apariciones públicas son muy contadas. Pero este lunes Anna Gabriel ha vuelto de Suiza, una vez más, para romper su silencio, para dar apoyo a la candidata de la CUP en las elecciones municipales de Barcelona, Basha Changue, en el barrio de Gràcia. Para dar apoyo y, aunque "no será fácil", impulsarles para intentar volver a tener representación en la capital y ser "la pesadilla permanente" del futuro alcalde de Barcelona y de los lobbies económicos. Y ha advertido: "No hemos venido a hacer cambios cosméticos o a defender una mera reforma; queremos sacudir los cimientos del sistema para revertirlo". No participaba en un acto cupero desde la escuela de verano de los anticapitalistas, el pasado septiembre. Si Gabriel ha puesto el eje social, Changue ha puesto el nacional, reivindicándose como "la única candidatura independentista". También ha estado presente Isabel Chacón, recién llegada de Estambul, donde fue retenida por las autoridades turcas.
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En un acto en la plaza de la Virreina de Gràcia este lunes por la noche, Anna Gabriel ha admitido que "no será fácil" y que cuentan con un "apagón informativo", después de haber sido apartados en debates en las televisiones públicas. Pero aun así, se ha mostrado convencida de que la CUP volverá al Ayuntamiento de Barcelona. "Dentro de cuatro años nos volveremos a encontrar y nos diremos: tenías razón. Desde que hay concejalas de la CUP las cosas han cambiado. El alcalde que sea tiene una pesadilla cotidiana que se llaman concejalas de la CUP", ha asegurado la exdiputada del Parlament. Ha enviado una advertencia también a los poderes económicos: "Seremos para ellos una pesadilla permanente y lo digo con una sonrisa, a los lobbies turísticos y a los agentes de la propiedad inmobiliaria". Y ha remachado: "No lo pondremos tan fácil para externalizar, para hacer pactos con los poderosos o para poner alfombras rojas a personas con intereses particulares". En este sentido, ha concluido Gabriel, la CUP no viene a "hacer cambios cosméticos", sino que "quieren sacudir los cimientos del sistema para revertirlo y hacer posible otra manera de vivir".
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La encargada de aterrizarlo a la realidad política barcelonesa ha sido la alcaldable, Basha Changue, que se ha reivindicado como la "única candidatura independentista" ante el resto. Ha cargado contra Ada Colau y Ernest Maragall, que "forman parte de la misma operación de apaciguamiento". Especialmente, ha cargado contra los republicanos, "muleta del PSOE y Podemos" en Madrid y "garantía de los poderosos" desde el Govern de la Generalitat. "Maragall no quiere la alcaldía para convertir Barcelona en un bastión independentista, sino para el reasentamiento del Estado", ha denunciado. Pero también ha criticado la candidatura de Xavier Trias, que "ha clarificado las posiciones" después de "grandes escenificaciones" retóricas en función de intereses electorales. "Se ha acabado la lucha por la independencia y solo luchan por poner alfombras al poder", ha rematado.
Cerrar comisarías
Este lunes, la candidatura de la CUP ha trasladado su campaña electoral a la Via Laietana número 43, desde donde han reclamado el cierre de la jefatura del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) para transformar el edificio en un espacio de memoria antifascista. Lo mismo han pedido para el cuartel militar del Bruc, en Pedralbes, y las comisarías de la Guardia Civil a Gracia y del CNP en la Verneda. Han estado acompañados por personas que habían sido detenidas y torturadas en estas dependencias, como es el caso de la activista histórica y lingüística Blanca Serra.