Ernest Maragall ha cerrado la campaña de las elecciones municipales donde la empezó la alcaldesa Ada Colau: en la sala La Paloma, en el barrio del Raval. Pero las perspectivas no son las mismas que las de hace cuatro años, cuando Esquerra Republicana consiguió ser la primera fuerza en la capital del país. A pesar de todo, a golpe de rumba, los republicanos han querido cerrar filas e insuflarse ánimos. Y han fiado prácticamente toda la apuesta a la polarización con el PSC, a denunciar una nueva operación de estado. El candidato republicano ha denunciado la "opresión" a la que los socialistas quieren someter Barcelona: "No nos perdonan que hiciéramos el 1-O y por eso hacen todo lo que están haciendo". Pero les ha replicado: Es hora de no aceptar esta opresión, este colchón que nos quieren oprimir. Nos quieren callar, nos quieren súbditos, pero no lo somos ni lo seremos". Un mensaje que ha remachado el president Pere Aragonès, que ha denunciado que el PSC tiene un "candidato oculto", que es el presidente español Pedro Sánchez. El mismo que hoy ha cerrado la campaña de Collboni y con quien Aragonès fía la negociación de un acuerdo de claridad para un nuevo referéndum.
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Ernest Maragall ha empezado la campaña como la acabó: acompañado por la cúpula del partido y del Gobierno. Y el acto ha arrancado con gritos de independencia de las más de 500 personas que se han reunido en La Paloma. Y el alcaldable republicano ha querido recordar algunos de los "mejores días" de la ciudad, como el 20-S, el 1-O y el 3-O de 2017, "aquella maravilla democrática con la cual deslumbramos en el mundo y aquella maravilla que no nos han perdonado". Maragall ha aprovechado su discurso para cargar contra el PSC, su expartido y contra el que ha buscado polarizar durante toda la campaña: "Los que quieren ganar Barcelona no nos han perdonado que hiciéramos aquello y por eso hacen todo lo que están haciendo". Pero ha instado a plantarles cara en las urnas para reafirmar el alma de Barcelona: "No queremos caciques. No admitamos dueños. No queremos pedir permiso por respirar. No queremos que nos prohíban el sueño". Las bases le han insuflado ánimos a gritos de "alcalde" a pesar de las encuestas adversas.
El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha buscado también el cuerpo a cuerpo con los socialistas. El líder republicano ha advertido que este domingo la partida se juega "entre el inmovilismo que calla cuando Madrid grita o una transformación y esperanza que cuando Catalunya grita nos alzamos". El jefe del Govern ha remachado su argumentario: "El debate es entre un voto por el PSC, que significa a favor de los trenes que funcionan, o el voto por ERC, de aquello que funciona, el tren hacia la República Catalana". Y ha remachado su mensaje: "Hay un candidato oculto del PSC, que es Pedro Sánchez. Si Collboni gana, quien tomará las decisiones será La Moncloa". Frente a esto, Aragonès ha defendido que "las decisiones se tienen que tomar a Barcelona y con Catalunya al lado". Y ha advertido que no lo permitirán. Pero, de la misma manera, ha llamado a evitar un pacto como el de la Diputación de Barcelona entre el PSC y Junts. Tampoco "lo podemos permitir".
Todos los mensajes han ido en la misma línea, también la clausura, que ha ido a cargo de Oriol Junqueras. El presidente de Esquerra Republicana ha advertido que "no nos podemos permitir el lujo y el riesgo de que esta ciudad siga secuestrada por aquellos que quieren que sea una ciudad de segunda". Y ha concluido: "Barcelona no pertenece a aquellos que la quieren subsidiaria de Madrid, que la quieren como una ciudad de provincias".
Rufián: "Siglas gloriosas que ya no existen"
También ha participado el portavoz de ERC en Madrid y candidato a Santa Coloma de Gramenet, Gabriel Rufián, que se ha centrado como en la campaña en el área metropolitana. Ha denunciado que el PSC ya no es el que había sido. El candidato colomense se ha dirigido a la alcaldesa socialista Núria Parlon pero también a su partido, "aquel partido con unas siglas gloriosas y que ya no existe" y que "ha traicionado muchos sueños". Y ha remachado su mensaje: "La última brillantez se llama Ernest Maragall y será alcalde de Barcelona por Esquerra Republicana". Centrándose en Barcelona, Rufián ha interpelado a la alcaldesa Ada Colau, preguntándole "si lo volverá a hacer", si volverá a pactar con "un deportador de personas" como Manuel Valls. Una pregunta que ha respondido él mismo: "La respuesta, desgraciadamente, es que si puede lo volverá a hacer. Y tenemos que intentar que no pueda intentarlo". Pero también se ha dirigido a Xavier Trias: "Quiere ganar Barcelona para salvar un partido. ERC quiere ganar Barcelona para salvar Barcelona".