Daniel Sirera Bellés (Badalona, 1967), cabeza de lista del Partido Popular en las elecciones municipales del próximo domingo, es un corredor de fondo de la política. Militante histórico del PP, presidió el partido en Catalunya entre 2007 y 2008, entre Josep Piqué y Alicia Sánchez-Camacho, y ha sido diputado en el Parlament -1995-2010-, senador -2007-2010- y, también, concejal del Ayuntamiento de Barcelona entre 1996 y 1999, al final de la era del alcalde Pasqual Maragall y al principio de la de Joan Clos. Después de una larga estancia como consejero en el Consejo Audiovisual de Catalunya (CAC) entre 2012 y 2022, el futuro de Sirera parecía estar en el País Valencià, donde ejercía de jefe de gabinete del líder valenciano del PP, Carlos Mazón, pero fue reclamado en Barcelona para encabezar la candidatura del PP en sustitución del excesivo Josep Bou.
🟡 Programas electorales en Barcelona 2023: ¿Qué propone cada partido?
👤 Candidatos a las elecciones municipales 2023 en Barcelona: toda la lista
Así pues, veinticuatro años más tarde, Sirera se prepara para volver a la Casa Gran, y no renuncia a hacerlo por la puerta grande, sin embargo, tocando con los pies en el suelo, sabe que en estas elecciones el reto es mejorar los resultados de 2019, cuando el PP consiguió dos concejales solo por los pelos, con un margen de tan solo cuarenta votos. Por eso ya se marca hitos de futuro, como repetir como candidato en 2027 con el objetivo de llegar a la alcaldía. A corto plazo sabe que puede tener en sus manos la investidura del futuro alcalde, y en eso es suficientemente claro: "Haré todo lo que pueda para que Colau no vuelva a ser alcaldesa". Sirera también descarta dar apoyo al candidato de ERC, Ernest Maragall y, a pesar de rechazar ser un nuevo Manuel Valls, está dispuesto a sentarse con Xavier Trias y Jaume Collboni. Eso sí, dado el caso, pondrá sobre la mesa su programa electoral y su intención de entrar en el gobierno municipal.
En 2019 el PP con Josep Bou como candidato entró en el pleno municipal por los pelos, con un 5,01% de los votos, justo por 40 votos. ¿Cuál es el reto de que se ha fijado el Partido Popular para estas elecciones?
Cuando me proponen ser candidato, que es el mes de septiembre del año pasado, las encuestas dan que no entramos en el Ayuntamiento y, por lo tanto, que no tenemos representación como Partido Popular. El mes de febrero las encuestas empiezan a dar 0 - 2 y ahora están en 3 - 4. Casi doblar resultados está muy bien, las expectativas son buenas. Las sensaciones que tengo en la calle también son buenas, la gente tiene ganas de cambio. Y también veo que no todo el mundo está dispuesto a cambiar el actual gobierno municipal y nosotros sí. Afronto estos últimos días de campaña electoral con optimismo y con ganas que la ciudad de Barcelona vuelva a ser aquella ciudad que a todos nos gustaba sentirnos orgullosos de ella.
¿Le costó mucho tomar la decisión de ser candidato?
No, no me costó porque, por una parte, entendía que Barcelona necesitaba a alguien que viniera con ganas de cambiar las cosas. Y en segundo lugar también entendía que era muy malo para Barcelona, Catalunya y España que el Partido Popular no obtuviera representación en la segunda ciudad de España, y por eso decidí afrontar este reto, que es un reto maravilloso para alguien como yo que está enamorado de su ciudad.
¿En qué fallaba Josep Bou para no repetir como candidato?
No creo que fallara en nada. Él es un empresario. Tuvo la voluntad de ser el cabeza de lista del Partido Popular en las últimas elecciones, lo hizo y después ha decidido volver a su empresa y, por lo tanto, yo no puedo más que agradecerle los servicios prestados.
Otro cambio que hay respecto de 2019 es que hace cuatro años el segmento que ustedes representan, el de la derecha españolista, era un pastel que se tenían que repartir con Ciudadanos más Manuel Valls. Ahora, en cambio, tienen a Ciudadanos, Valents y Vox. ¿Qué ha pasado con todo este desquebrajamiento?
Nosotros somos un partido de centro y como tal tenemos opciones en diferentes lados, y es verdad que hay una formación política como Ciudadanos, que está en clara decadencia, hay una formación política que intenta o que intentó en un momento dado ocupar nuestro espacio, que es Valents y hay una opción de derecha, que es Vox. Pero nosotros también captamos votos al PSC, hay mucha gente socialista que no está de acuerdo con que Collboni haya gobernado con Colau y que Sánchez gobierne con Bildu y ERC, y también me estoy encontrando personas que antes han votado al PSC, que dicen que en estas elecciones me votarán a mí. Y también gente de la antigua CiU que no están de acuerdo en que Trias se presente por Junts per Catalunya y que Carles Puigdemont sea su jefe de campaña. Y también me estoy encontrando gente del catalanismo moderado que me dicen que me votarán a mí. Representar un partido de centro como el nuestro nos permite poder captar votos del catalanismo moderado, de la izquierda no nacionalista y de otras formaciones políticas que pueden ver en el Partido Popular una fuerza política capaz de provocar el cambio que Barcelona necesita.
"Hay mucha gente socialista que no está de acuerdo con que Collboni haya gobernado con Colau y que Sánchez gobierne con Bildu y ERC"
¿Tan difícil era llegar a algún tipo de acuerdo con Ciudadanos y Valents?
Yo lo intenté. Es verdad que los dirigentes políticos de esas formaciones no quisieron entender que era mejor presentarnos juntos que por separado, porque yo creo que en la política hay demasiados egos e ir juntos habría significado que este bloque de centro y centroderecha no separatista hubiera podido llegar al 18 por ciento. Eso quiere decir que nos podríamos haber presentado como segunda fuerza política en el Ayuntamiento de Barcelona, según las encuestas, por delante de Colau, por delante de Trias, por delante de Maragall y casi empatando con los socialistas. Eso quiere decir que hay una base social en la ciudad de Barcelona que no es separatista, que no es de izquierda radical y que podrían votar a ese Partido Popular amplio. Y eso es lo que yo estoy intentando hacer durante la campaña. Es a lo que me estoy dedicando y a lo que este mandato me dedicaré porque dentro de cuatro años quiero presentarme a las elecciones y poder obtener un resultado de llegar a los 9 - 10 concejales, y para hacer eso es importante que en estas elecciones tengamos un buen resultado, pero también es verdad que es importante que aquellas personas que han pensado en votar a Ciudadanos, Valents o Vox y ven que las encuestas dicen que no entrarán, que concentren su voto en el Partido Popular.
Entiendo que usted ya piensa en presentarse otra vez para 2027.
Sí, sí. Yo quiero ser alcalde de Barcelona. Partimos de una situación de sacar a dos concejales por 40 votos y, por lo tanto, esta es una carrera a largo plazo y yo lo que quiero es ser alcalde dentro de cuatro años.
¿Qué Barcelona nos deja Ada Colau y cuáles son sus propuestas para cambiarla?
Nos deja una ciudad ciertamente complicada. Una ciudad que, según los datos del Ministerio del Interior es la ciudad más insegura de España. Tenemos una ciudad que solo hace falta pasear por la calle y ver cómo está de sucia. Nunca la había visto tan sucia como ahora. Es una ciudad donde todas las ocurrencias del gobierno de Colau y Collboni han convertido la circulación de Barcelona en un caos, es una ciudad donde para pedir cualquier licencia para abrir un negocio puedes estar hasta dos años o dos años y medio esperando que te la den. Es la ciudad más cara de España con respecto a los impuestos y tenemos impuestos de primera y servicios de tercera y tenemos que darle la vuelta a todo eso. Tenemos la mejor ciudad del mundo y solo necesitamos un buen gobierno que haga que esta ciudad vuelva a ser lo que fue hace unos años.
Todas las ocurrencias del gobierno de Colau y Collboni han convertido la circulación de Barcelona en un caos"
Vayamos a pie de calle, usted, que es más motorista que ciclista...
Soy ciclista, pero fundamentalmente soy motorista.
¿Qué propuestas hace para cada colectivo, a los motoristas y los ciclistas?
Con respecto a los ciclistas, es verdad que tenemos que hacer carriles bici, pero tengo la sensación que el actual gobierno municipal ha hecho muchos carriles bici, no por la bici, sino para fastidiar a los coches y, por lo tanto, poner un carril bici en Via Augusta, no es lógico, poner un carril bici en Aragó cuando ya hay un carril bici en Mallorca no tiene sentido. Hacer carriles bici de dos direcciones es una locura, porque eso hace que mucha gente que cruza ve por donde va el carril de los coches y no se imagina que viene una bici en contradirección. Todo eso se tiene que ordenar. Y hacer carriles bici entre la acera y el contenedor de basura es una locura. O hacer un carril bici entre la parada de autobús y el autobús es otra locura. Y estas cosas no las podemos permitir. Vamos a las motos. Las motos son una de las mejores soluciones para resolver el problema de atascos que hay en la ciudad de Barcelona y de contaminación. Donde hay un coche hay cuatro o cinco motos y mucha más gente que puede ir con este vehículo. Nosotros somos partidarios de favorecer el uso de la motocicleta y cuando sea alcalde haremos que las motocicletas puedan circular por el carril bus. Bajaremos los impuestos de circulación para las motos. Haremos que en el centro de la ciudad las motos eléctricas puedan tener intercambiadores de baterías que ahora mismo solo se pueden hacer en determinadas gasolineras. Creo que tenemos que hacer que el vehículo de motor y el eléctrico, sobre todo las motos eléctricas, puedan tener una utilización masiva en la ciudad de Barcelona. También quiero hacer un plan Renove para los cascos, que hay mucha gente que utiliza cascos de hace 10 o 15 años y los cascos caducan y la gente lo tiene que saber. Los aparcamientos los tenemos que ordenar, pero no podemos esconder las motocicletas en parkings subterráneos. Creo que una de las principales funciones de la motocicleta es esta inmediatez de poder llegar a un sitio, aparcar, hacer la gestión y poder salir a otro sitio. Esta rapidez que tiene la motocicleta la tenemos que potenciar ordenando bien los aparcamientos.
Tranvía por la Diagonal y supermanzanas. ¿Qué piensa hacer?
El tranvía por la Diagonal, lo que está funcionando ahora, obviamente lo dejaré porque está muy bien, pero lo que se está haciendo lo tenemos que sacar.
¿Perdone, quiere decir sacar el tramo en obras hasta Verdaguer?
El tranvía que encajona la Diagonal, el que hace que solo quede un carril de circulación, se tiene que sacar. Yo le pedí a la alcaldesa Ada Colau hace unos meses que paralizara todas las obras para que el nuevo gobierno municipal decidiera que hacer. El tranvía de la Diagonal no se hace para garantizar la movilidad y el transporte, la propia Colau dijo que este tranvía se hacía para erradicar del centro de la ciudad a 150.000 vehículos y cuando tenemos unos transportes metropolitanos y unos Rodalies que son un desastre y hace que mucha gente solo tenga como opción venir en transporte privado, si, además, dentro de Barcelona ponemos trabas para que la circulación sea fluida, el caos está servido. Por lo tanto, tenemos que parar las obras, hacer un análisis de como se puede mejorar la movilidad y a partir de aquí ver qué pasa con este millón de vehículos que cada día entran y salen de nuestra ciudad, pero el tranvía de la Diagonal que va por el centro, este tranvía lo sacaré.
¿Y sobre las supermanzanas?
Haré absolutamente el contrario de lo que han hecho Colau y Collboni. Ellos han cogido un gran plano de Barcelona, han empezado a lanzar dardos y aquí ponemos una supermanzana y allí ponemos un carril bici. Yo creo que eso se tiene que hacer con un estudio de viabilidad y de impacto social, económico y con la movilidad. Por lo tanto, encargaré este estudio cuando sea alcalde. Miraremos qué supermanzanas se tienen que dejar porque no tienen afectación ni económica, ni social, ni en la movilidad. Miraré qué supermanzana se tienen que modificar y se modificarán. Y si alguna supermanzana es mejor sacarla porque el impacto que tiene y la afectación es muy perjudicial, la sacaré. No me temblará el pulso para sacar la supermanzana que los estudios digan que son perjudiciales. Yo he hablado con Guàrdia Urbana y me dicen que el Ayuntamiento los consulta a la hora de hacer supermanzanas, pero que nunca les hacen caso y, por lo tanto, tenemos un problema.
Colau y Collboni han cogido un gran plano de Barcelona, han empezado a lanzar dardos y aquí ponemos una supermanzana y allí ponemos un carril bici"
¿Sobre la cuestión de la vivienda, que es más grave, las ocupaciones o la emergencia habitacional?
Son dos cosas igual de graves. Pero la gente que necesita una vivienda porque tiene un problema económico, falta de trabajo o problemas sociales, tiene que tener del Ayuntamiento de Barcelona el apoyo necesario para poder tener un piso social. Lo que no podemos hacer es decirle a un particular que haga de Ayuntamiento y, por lo tanto, que asuma la política social del Ayuntamiento. Yo creo que una persona que tiene un problema económico, lo que hace es, cumpliendo con unos requisitos, apuntarse en una lista del Ayuntamiento y esperar que tenga un piso por parte del Ayuntamiento. No es razonable justificar la patada en la puerta o la rotura de una valla para acceder a un piso. La emergencia social es importante, pero cumplir la ley es todavía más importante y, por lo tanto, la gente que ocupa tiene que saber que está haciendo una cosa que es un delito.
Sobre la situación de la Bonanova, usted ha presentado una denuncia contra el Ayuntamiento de Barcelona y contra la Generalitat. Ada Colau dice que está muy tranquila porque no tendrá ningún recorrido. ¿Qué piensa?
Eso lo decidirá la justicia. Yo lo que no encuentro normal es que en un estado de derecho y con un ayuntamiento como el de Barcelona, si hay unas personas, sean o no sean ocupas, que están disparando con una pistola de balines contra vecinos o que están robando vallas municipales con el logotipo del Ayuntamiento de Barcelona delante de la policía y las están soldando entre ellas para hacer una barricada, lo que no encuentro normal es que la policía no actúe, que reciba órdenes del Ayuntamiento y de la Generalitat de no actuar y no identificar ni detener a personas que están disparando contra vecinos. La policía también se queja y también tiene ganas de hacer su trabajo. Pero tenemos un gobierno municipal que antes de ser gobierno municipal muchos de ellos han sido ocupas. La propia alcaldesa ha sido ocupa y, por lo tanto, me preocupa mucho que la alcaldesa de Barcelona, entre el ocupa y el que intenta garantizar la seguridad y las libertades de todo el mundo, se ponga del lado ocupa. Eso está pasando y eso se tiene que acabar.
¿Cómo solucionamos los dos principales problemas de Barcelona, que son la inseguridad y la suciedad?
Sacando el gobierno municipal. Sacando a Colau y Collboni y poniendo un gobierno que tenga ganas de hacer las cosas y de hacerlas bien y podremos garantizar que la ciudad sea más segura. Porque faltan mil agentes de la Guàrdia Urbana, porque faltan tres mil agentes de los Mossos d'Esquadra en la ciudad de Barcelona. Yo no he oído nunca a la alcaldesa de Barcelona o a Collboni reclamar o exigir al gobierno de la Generalitat que aporte más policía. Al gobierno municipal la policía no le gusta. Prefieren tener una policía desmotivada, que cuando algún agente recibe un ataque por parte de alguna persona, el Ayuntamiento nunca se presenta como acusación particular. La candidata de la CUP ha dicho que la Guàrdia Urbana es racista y yo creo que eso es intolerable. Una persona que acusa a un colectivo como la Urbana de racista, pues mejor que no se presente a las elecciones, que se dedique a otra cosa. Y con respecto a la limpieza, tenemos que cambiar la contrata de basura porque se ha demostrado que no funciona. Tenemos que cambiar también cosas que no es estrictamente de limpieza, sino también de mantenimiento de parques y jardines. Los parques y jardines no se mantienen. Si usted se fija en las zonas donde antes había césped, ahora hay arena, tierra sin césped. Los parques están sucios y con ratas y cucarachas, no hay mantenimiento. Cualquier persona que viene a la ciudad tiene la sensación de que estamos en huelga de limpieza y es la situación normal o habitual de los últimos años. Pienso que Colau y Collboni no salen del despacho, porque si salen y ven lo que hay y les parece normal, es que tenemos un problema.
Cualquier persona que viene a la ciudad tiene la sensación que estamos en huelga de limpieza y es la situación normal o habitual de los últimos años"
Hablamos ahora un poco de despachos. ¿Cuáles son sus líneas rojas a la hora de posibilitar un nuevo gobierno municipal o entrar a formar parte?
Haré todo lo que pueda para que Colau no vuelva a ser alcaldesa de Barcelona, porque creo que cuatro años más no los aguanta ni Barcelona y, por lo tanto, no haré a Colau alcaldesa ni mis votos servirán ni por acción ni por omisión para que ella sea alcaldesa. Tampoco haré alcalde al señor Maragall, no solo porque sea independentista, sino porque está planteando cosas en la campaña que me parecen una auténtica tontería, como convertir la calle Aragó en zona verde o hacer de la Gran Via una zona verde de doble dirección. Creo que no es consciente de las necesidades que tiene nuestra sociedad. Y después lo que yo haré será poner sobre la mesa mi programa electoral, mi compromiso con los ciudadanos y a partir de aquí, quién quiera asumir buena parte del programa electoral del Partido Popular, yo estaré dispuesto a hablar con ellos para hacer el cambio que la ciudad necesita. Obviamente quiero estar en el gobierno municipal. Mi voluntad es no ponerme de perfil, sino implicarme en la gobernabilidad de Barcelona. Yo creo que el Partido Popular gestiona mejor la seguridad, gestiona mejor la limpieza, gestiona mejor y baja los impuestos, gestiona mejor los servicios sociales y allí donde gobernamos, y no hay que irse fuera de Catalunya, allí donde gobernamos en Catalunya ya no digo solo pueblos pequeños como Pontons, en pueblos y ciudades grandes como Badalona o Castelldefels, cuando alguien prueba la forma de gobernar del Partido Popular después repite e incrementamos el apoyo de la gente y, por lo tanto, quiere decir que sabemos gestionar, lo hacemos bien y cuando gobernamos y la gente prueba un gobierno del Partido Popular, después vuelve a repetir.
¿Si usted entrara en el gobierno municipal, qué área querría llevar?
Yo creo que lo haríamos muy bien en seguridad, en promoción económica, en turismo, en comercio, en servicios sociales y como sé que lo haríamos bien en todas estas áreas, lo que quiero es ser alcalde.
Ada Colau y Ernest Maragall le han colgado la etiqueta de nuevo Manuel Valls que propiciará un pacto Trias - Collboni.
Yo no seré como Manuel Valls, porque ni haré alcaldesa a Colau ni después de hacerla alcaldesa me marcharé. Yo me quiero quedar y me quedaré y lo que sí que es verdad es que no haré alcaldesa a Colau ni a Maragall. Supongo que eso es lo que les preocupa, y por eso se meten conmigo. Pero ya le digo que yo creo en un gobierno municipal que piense en el crecimiento económico y no en el decrecimiento y cualquiera que quiera hablar conmigo, de hacer crecer Barcelona, de hacer atractiva Barcelona, de hacer que en Barcelona no les tengamos que decir a nuestros hijos que si quieren hacer alguna cosa y prosperar en la vida se tienen que marchar. Para hablar de estas cosas yo me puedo sentar con quien sea.
Por lo tanto, usted no cierra la puerta a hacer alcalde a Xavier Trias o a Jaume Collboni.
Yo no cierro la puerta a hablar de mi programa con estas dos fuerzas políticas. Para hacerlos alcalde tendremos que ver cuáles son los compromisos, lo que yo no haré será dar un cheque en blanco, ni pienso ser la jubilación del señor Trias.
¿Sería condición sine qua non entrar en el gobierno municipal?
Esta es una opción que yo quiero plantear cuando llegue el momento. Eso no dependerá solo de mí, pero en cualquier caso, sí que mi voluntad es implicarme en la gobernabilidad de Barcelona.