ERC ha vuelto a ganar en la Diputació de Tarragona, aunque ha perdido dos escaños y se ha quedado con 9. El PSC, que quedó en segunda posición en número de votos, recuperó a un diputado y se sitúa en 8 escaños, empatado con Junts, que ha mantenido el 8 de los anteriores comicios. Con esta aritmética y sin mayorías claras, ERC tendrá que negociar, bien con los socialistas o con los juntaires, para gobernar el ente provincial. El PP vuelve a tener representación en la cámara supramunicipal con 1 diputado provincial, mientras Vox entra por primera vez, también con 1.
Posible pacto entre PSC y Junts
En las elecciones de 2019 las fuerzas independentistas se impusieron con contundencia en la Diputación de Tarragona, gracias a los 11 escaños obtenidos por ERC y los 8 de Junts. Así pues, la reusense Noemí Llauradó se convertía en la primera mujer en presidir el ente supramunicipal, después del acuerdo de gobierno entre ambas formaciones, aunque desde Junts no se descartaba un acuerdo con el PSC para mantener la presidencia que habían ostentado años atrás. Cuatro años después, el escenario vuelve a ser similar. ERC y Junts podrían reeditar el pacto de los últimos cuatro años, pero PSC y Junts también podrían explorar un acuerdo. Otra opción, aunque menos probable, sería un pacto entre socialistas y republicanos.
¿Cuántos votos obtiene cada partido?
La Diputación de Tarragona tiene 27 diputados provenientes de los partidos judiciales de Tarragona (7), Reus (7), Tortosa (5), El Vendrell (5) y Valls (3). Para elegir a los diputados se cogen todos los votos de los partidos con representación en estos partidos judiciales y se hace un reparto siguiendo la ley D'Hondt. En la demarcación de Tarragona, en estas elecciones ERC ha recibido 74.957 votos (23,24%), el PSC, 70.059 (21,72%); Junts, 67.545 (20,94%); el PP (5,54%), 17.890 y Vox, 16.793 (5,20%).
Quinta victoria consecutiva del PSC en Tarragona
Rubén Viñuales (PSC) ha ganado las elecciones municipales de este 28-M en Tarragona con nueve concejales y 13.123 votos. La euforia se desató en la sede de los socialistas antes de acabar con el escrutinio definitivo porque conseguían la quinta victoria consecutiva. "Seré el alcalde de todo el mundo, pero la entrada de VOX es una mala noticia para la democracia", afirmaba el ganador, que ya advertía que quiere gobernar solo. En la sede de los republicanos han imperado las caras largas desde primera hora de la noche electoral.
El actual alcalde, Pau Ricomà (ERC), ha reconocido que los resultados son "malos" y ha afirmado que harán una oposición constructiva. También ha pedido no dar "aire" a la extrema derecha, que se ha mostrado exultante por los tres concejales obtenidos. A pesar de que, ERC solo han perdido a un concejal con respecto a los anteriores comicios, pasando de siete a seis, y ha alcanzado 8.940 votos, Ricomà asume "toda la responsabilidad". Ricomà señaló que tienen que analizar las razones que los han llevado a perder estas elecciones y ha reivindicado el trabajo hecho durante los últimos cuatro años.