Hay políticos que se saben mover entre bambalinas. Que se saben adaptar a los contextos, por muy negativos que sean. La ya malgastada resiliencia. I José Luis Martínez-Almeida (Madrid, 1975) es un experto. Miembro del cuerpo de Abogados del Estado desde el 2001, afiliado al PP desde los 20 años, el alcalde de Madrid entró en contacto con la política gracias a la expresidenta de la Comunidad Esperanza Aguirre, que le hizo un sitio al Ayuntamiento y a la Comunidad de Madrid en cargos técnicos primero, y políticos después. Tan pronto como Aguirre dio un paso al lado, Pablo Casado lo acogió a la dirección del Partido Popular hasta el punto que lo elevó a portavoz de la ejecutiva, a la vez que lo ungió como alcaldable en la capital española en una jugada arriesgada. Es el alcalde desde el 2019 gracias a una coalición con Ciudadanos y el apoyo externo de Vox. De aguirrista en casadista y ahora repite en las elecciones municipales como ayusista.
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Su capacidad de adaptación se hizo más que evidente en la crisis fratricida que enfrentó a Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso a principios del 2022. En plena pugna entre los dos por el poder en el PP de Madrid, algunas voces lo situaban como tercera vía para resolver el conflicto latente. En cualquier caso, después de revelarse el polémico contrato sanitario del hermano de Ayuso, el alcalde negó el supuesto intento de espionaje a la presidenta madrileña que, según las informaciones, se habría urdido desde el Ayuntamiento, a través de su hombre de confianza, Ángel Carromero. Producto del litigio, Carromero dimitió de sus responsabilidades y Almeida dio un paso al lado y dejó el papel de portavoz. "Es un momento en que los madrileños no pueden dudar de mi compromiso".
El ticket electoral: Ayuso-Almeida
De esta manera se alineó con Isabel Díaz Ayuso, con quien forma tándem para las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. En la actualidad, el alcalde y candidato a la reelección se arrepiente de haberse enfrentado a la presidenta madrileña por el poder en el PP de Madrid. En una entrevista en Esradio, el alcalde aseguró que intentó defender "una tercera vía", aunque, a la vista de la crisis interna que propició, admitió que "fue un error" y que "se tendría que haber frenado".
Colchonero empedernido y fiel seguidor de Cholo Simeone y Luis Aragonés, Martínez-Almeida representa el ticket electoral del PP en Madrid al lado de la omnipresente Ayuso. Desde que es alcalde, se ha dedicado a desmontar la era de Manuela Carmena al frente del Ayuntamiento. De hecho, una de sus grandes armas electorales fue deshacer el proyecto de pacificación de tráfico en el centro de la ciudad, el famoso Madrid Central, que él ha sustituido por uno similar, el Madrid 360. Él afirma que ha conseguido recuperar "el empuje económico" de la capital española que, a su entender, "está haciendo historia". En este mandato se ha dedicado a menospreciar la situación de Barcelona, en manos de Ada Colau, afirmando que su ciudad va "como un cohete". Ha llegado a asegurar que Madrid "ha tomado el relevo de la Barcelona olímpica". En este sentido, organizar unos juegos olímpicos ha sido uno de los anhelos de Almeida, pero se ha quedado con un palmo de narices. Después de varios intentos, el Comité Olímpico Español descartó la candidatura madrileña para la competición de 2036.